«Hay tres cosas que la Rey sabe hacer bien: limpiar, coger y matar. Aprendió tempranamente y ahora es una experta en las habilidades que le salvaron la vida».
Blanca Rosa González tenía trece años cuando la violaron por primera vez. Su padre la había enviado a vivir con la abuela Cándida y su pareja, el Recio, en Ciudad del Este. De su adolescencia se llevó dos cosas: el abuso sistemático y una piedra de obsidiana que conservaba su abuela, una suerte de amuleto mágico que la transportaba a otros mundos.
Una vez instalada en la Villa 31 de la ciudad de Buenos Aires, Blanca empieza su transformación a través de la venta de droga, hasta convertirse en jefa de una banda de narcos paraguayos. Así nace la Rey. Pero las cosas se complican y debe huir a España, donde caerá presa de una red de trata de personas y será obligada a ejercer la prostitución. Allí se verá implicada en una trama violenta que la va a relacionar con el Museo de Ciencias Naturales de Madrid, en el que se conserva un valioso espejo de obsidiana que la ayudará a encontrar las claves de su pasado.
Experiencias cotidianas que se trasforman en historias memorables; rutinas familiares que, con el tiempo, se convierten en recuerdos atesorados; viajes que marcan el curso de una vida. Benito Taibo explora la profunda conexión que existe entre su historia personal y la comida: desde los miedos de su infancia, las celebraciones en la mesa con los amigos, los libros y las películas que lo han acompañado, hasta los sabores que evocan en él a las personas que ha amado y ya no lo acompañan. Del ajo al kebab, esta primera parte de Cuchara y memoria es un testimonio de su propia existencia, pero también, como explica el mismo autor, una forma de vencer el tiempo y conservar la belleza de la vida.
William Shakespeare es en muchos aspectos uno de los autores más fértiles de la literatura universal. Su obra ha dado una innumerable cantidad de reflexiones, aforismos, pensamientos de gran belleza y versos de enorme fuerza poética. Ángel-Luis Pujante, traductor y estudioso de la obra de Shakespeare, ofrece aquí una valiosa selección de sus citas más importantes. La presente antología refleja la impresionante variedad de registros que exhibe la obra del bardo inglés. En este sentido, viene a subsanar un sesgo histórico que solo permitía acceder al Shakespeare grave, sabio y sentencioso, y, sin ocultar la gran carga humorística que hay en sus obras, ofrece una imagen del autor que se ajusta al maravilloso poliedro que es el gran dramaturgo inglés.
En esta edición se añade a cada cita el título de la obra, y el acto y la escena de la que procede, así como el nombre del personaje hablante y, cuando es conveniente o necesario, también una breve nota contextual. Con más de 400 citas breves, y 32 pasajes selectos, el número total de citas de Shakespeare aquí reunidas es superior al de las recogidas en las escasas antologías publicadas hasta ahora en España.
Edgar Allan Poe (Boston, 1809 - Baltimore, 1849), reconocido como el maestro del relato corto, dejó un legado literario que se ha convertido en un punto de referencia constante para todas las artes. Su huella en la literatura fantástica y de terror, así como la literatura detectivesca es incuestionable e inspiró de manera decisiva a escritores de la talla de Melville, Baudelaire, Maupassant, Cortázar o Nabokov.
En el presente volumen reunimos una pequeña muestra de esas famosas piezas maestras que mantienen en vilo al lector y lo introducen en un mundo fantástico donde lo sobrenatural y lo desconocido se convierten en protagonistas. La picadura de un extraño insecto en El escarabajo de oro, los habitantes perturbados de una mansión en La caída de la Casa Usher, misteriosos asesinatos resueltos por el célebre detective Dupin en Los crímenes de la calle Morgue y La carta robada, los horrores de una prisión en El pozo y el péndulo, o la apariencia siniestra del ojo de un anciano en El corazón delator son algunos de los nueve relatos seleccionados para esta edición.
Nacido en 1799, Cashel Greville Ross tiene la oportunidad de vivir muchas vidas. Son años alegres, pero devastadores, años de suerte y también de pérdidas inesperadas. Trasladándose del condado de Cork a Londres y de Waterloo a Zanzíbar, Cashel desafía el destino en todos los continentes, vivirá extravagantes aventuras en frenética búsqueda de su verdadero yo, se enfrentará a una terrible elección moral en un pueblo de Sri Lanka como parte del ejército de las Indias Orientales, viajará a Pisa, donde entrará en el mundo de los poetas románticos y en Rávena, la ciudad de Romeo y Julieta, conocerá al amor de su vida. Soldado, amante, padre, amigo de célebres poetas como el propio Lord Byron, criminal, agricultor, explorador y escritor metódico, Cashel siempre se encontrará en el lugar y en el momento en que el siglo acelera inevitablemente su curso sin dejar nunca de interrogarse sobre el sentido de su errancia. De la pluma de uno de los escritores británicos más queridos de nuestros tiempos, una novela centelleante sobre las extraordinarias aventuras de un hombre corriente y, al mismo tiempo, el vívido retrato de una época convulsa y fascinante.
La madre de nadie teje entre palabras la antropología simbólica de un vínculo universal: el de las madres con sus hijas. La mujer que todavía no es madre, la que quizá lo será, la que puede que no lo sea nunca, la madre perdida y la evocada, la madre amada…, todas ellas se reúnen en este itinerario sentimental que hilvanará una historia femenina en clave poética.
Si en palabras Adrienne Rich, la poesía es el lugar donde vivir sin ser la madre de nadie, donde existir como una misma, lo poético ofrece también un espacio propicio para dar voz a distintas mujeres (la abuela, la niña, la madre), todas ellas criaturas arácnidas que entretejen sus cuerpos a otros cuerpos. El lector hallará en esta obra cantos nupciales, poesía de tono epistolar, intuiciones metapoéticas o evocaciones de la casa familiar como auténtica Ítaca.
Todo ello mecido por los ciclos astronómicos, por el valor metafórico del solsticio y el equinoccio. La madre de nadie es un libro-cuerpo, libro-cordón umbilical en el que las mujeres trenzan su historia con el hilo de Ariadna. Un libro-homenaje a las madres, las hilanderas del mundo.
Una pieza de arte de Tomás Hijo.
Una obsesión se ha apoderado del alma de Robert Blake. Cada día observa, desde la ventana de su estudio, la silueta de la iglesia abandonada que se alza sobre Federal Hill. Cuando finalmente decide atravesar los decadentes barrios que rodean el templo, Blake accederá a un escenario acorde con sus gustos por lo oculto: extraños manuscritos, ídolos inquietantes, símbolos blasfemos, un cadáver olvidado…
Todos ellos vestigios de un viejo culto dedicado a obscenas deidades cósmicas. En el centro mismo de ese enclave de pesadilla, Blake se encontrará con un artefacto ancestral vinculado a terrores inimaginables que amenazarán con desgarrar su mente y el tejido mismo de la realidad
Una de las obras poeticas más importantes y conocidas de la literatura universal.
La vida de Charles Baudelaire estuvo marcada por los excesos y fue acusado de atentar contra la moral pública, lo que le convirtió en un poeta maldito. Enfrentado y atraído durante toda su vida por lo divino y lo diabólico, sus poemas encuentran la belleza y lo sublime en la realidad más trivial y lo “no bello”, imprimiendo así una nueva estetica en la poesía moderna.
El regalo de la escritura de Mary Oliver es comunicar la belleza sencilla del mundo y hacerla inolvidable. Esto nunca ha sido más cierto que en la luminosa colección de ensayos y poemas que conforma «Vita longa». Con la gracia, la delicadeza y la precisión que caracterizan toda su obra, Mary Oliver nos muestra en este libro que escribir «es una forma de alabar el mundo», y nos sugiere, de forma aparentemente sutil pero inapelable, que leamos sus ensayos y sus poemas como «repentinos aleluyas» con los que celebrar el esplendor de la existencia.
Los límpidos versos de Manuel Astur, reminiscentes de la obra de Walt Whitman y Mary Oliver, pero también de la poesía clásica china, son un estremecido canto a la vida en que el mundo natural ejerce a un tiempo de cálido refugio e inevitable recordatorio de nuestra finitud. Destellos exógenos de una cruel belleza traen ecos del pasado al poeta, pero también vislumbres de una serenidad que lo reconcilia con la amarga caída del fruto siempre verde de la vida.