Maisie Jones usa un par de gafas diferentes cada día, ama las novelas policíacas y su trabajo como médica residente en el Hospital Whitestone, el cual no quiere perder. No por su asma y definitivamente no por Grant Masterson: el enfermero que sonríe cada vez que la ve y que logra que se le acelere el pulso. Pero es que Maisie nunca pensó mucho en el amor, hasta ahora. Y cuando decide finalmente permitirse sentirlo, podría ser ya demasiado tarde...
Nunca me mintió. No rompió ninguna promesa, porque nunca me hizo ninguna.
Cuando Tate Collins conoce al piloto Miles Archer, no cree que sea amor a primera vista. Ni siquiera irían tan lejos como para considerarse amigos. Lo único que Tate y Miles tienen en común es una innegable atracción mutua. Una vez que sus deseos salen a la luz, se dan cuenta de que tienen el acuerdo perfecto. Él no quiere amor, ella no tiene tiempo para el amor, así que solo queda el sexo. Su arreglo podría ser sorprendentemente perfecto, siempre que Tate pueda cumplir con las únicas dos reglas que Miles tiene para ella.
África es periodista, aunque la ilusión de su vida es ser editora. Gema está especializada en marketing y publicidad y es madre de dos hijos. Belinda es limpiadora en hoteles y hospitales. Ellas no se conocen de nada, hasta que un buen día coinciden en un local llamado Bébete a Tu Ex. A partir de ese momento forjarán una amistad que las ayudará a hacer frente a las distintas decepciones que han sufrido por amor y, ante una botellita de vino, se retarán a vivir la vida uno o varios puntitos más allá de hasta donde se habían atrevido a hacerlo. Eso significará un ¡ADIÓS! a los miedos y vergüenzas, especialmente al qué dirán, y un gran ¡HOLA! a vivir, atreverse, quererse y disfrutar. Porque por muchas veces que hagas caer a una mujer en su camino, ella siempre se levantará, se sacudirá el polvo y se hará más fuerte.
Vera, Sara y Alexander eran inseparables. Siendo adolescentes, habían establecido un vínculo especial, una amistad inquebrantable; habían trenzado sus vidas con nudos en apariencia irrompibles. ¿Por qué entonces, en la actualidad, Sara se siente sola? ¿Por qué los veranos en el lago ya no son tan mágicos como en algún momento fueron?
Rebeca es una joven abogada que, tras su último desengaño, tiene claro que no volverá a sufrir más por amor y determina centrarse en sí misma y en su profesión. Una noche, cuando refresa a casa, se encuentra a Pizza, una preciosa perrita abandonada. Aunque en un principio decide no quedársela, cuando ésta clava sus ojos en ella, sabe que de su lado ya no se irá. A partir de ese instante todo en su vida será distinto. Pizza, una cazadora de piel y una niña encantadora harán que el futuro de Rebeca cambie totalmente, sobre todo cuando el sexy y archiconocido piloto Paul Stone se cruza en su camino y le enseña a perder el miedo a amar y a disfrutar de la vida. Pero inevitablemente algo provocará que Rebeca sienta de nuevo muchas dudas.
A Esther le molesta todo de Jonathan, su vecino: su gorro hípster, sus opiniones de cine y, sobre todo, sus constantes excusas para hablar con ella.
Pero pronto se da cuenta de que Jonathan es justo lo que necesita... para sanar el corazón roto de su mejor amiga. Como él necesita ayuda para escribir un guion y ella es la nerd perfecta para el trabajo, hacen un trato: él sale con su amiga, y ella lo ayuda con su proyecto.
Mientras pasan más tiempo juntos, el odio se convierte en atracción y, de repente, Jonathan pone patas arriba la organizada vida de Esther.
EDICIÓN ILUSTRADA de Frankenstein, una historia aterradora y maravillosa que asombró al mundo.
Los famosos poetas lord Byron y Percy B. Shelley, junto a sus jóvenes amantes, se entregaron a un juego literario que consistía en idear el cuento más espantoso que se pudiera imaginar. Ninguno de los presentes logró completar un buen relato… salvo la joven amante de Shelley; aquella noche concibió una historia aterradora y maravillosa: Frankenstein. Desde su publicación asombró al mundo y en pocos años adquirió la categoría de «mito moderno».
Nadie conocía exactamente quién era Gatsby. Algunos decían que había sido espía de los alemanes durante la Primera Guerra Mundial; otros, que estaba emparentado con una de les familias reales de Europa. Sin embargo, nadie le aventajaba en su espléndida hospitalidad. Las fiestas más maravillosas tenían lugar en su soberbia mansión de Long Island. La ironía de esta fachada fabulosa era que él no la había construido para deslumbrar al mundo, los amigos o la esposa, sino para impresionar a una chica que había amado, que era su sueño, su ilusión.
Un libro profundamente celebrador. Un canto a los seres tocados por la gracia, capaces de transfigurar la realidad más sencilla en la más sublime.
En Fernando Plata tenemos a un joven poeta cuyo apellido ya indica cierta voluntad alquímica, pues concibe la poesía como transfiguración del sujeto o el objeto, pero desde la pura vigilancia de la conciencia. Y lo que más le importa es reflejar el encanto de la vida y del mundo, en poemas llenos de fuerza y con una dicción hímnica y de fe en esas criaturas del mundo órfico, los altos a los cuales dirige sus himnos. Dotado de profunda imaginación, escribe una poesía visionaria, sometiendo a sus imágenes a una idea rectora, de tal modo que el sentido preside la expresión. Sus ideas de orden proceden de Wallace Stevens, poeta de la imagen no surrealista, pero sí fantasiosa y plena. A Stevens y a Jorge Guillén los celebra como maestros, y su odisea mística está atravesada por el amor y la necesidad de la música. Como señala su prologuista y mentor, José Luis Rey, «Fernando Plata escribe una honda poesía espiritual y nos la entrega como quien ha seguido de cerca al sol hasta la caída de Faetón, para volver a alzarse en brazos de los altos, los seres mágicos y órficos en los cuales la poesía se ha cumplido en plenitud. Y esa plenitud es garantía de salvación. En este primer libro, un libro de himnos para el siglo XXI, el muchacho vigía de la Costa da Morte, con una poesía situada en el límite entre canto y eternidad, ambiciosa y a la vez humilde, nos regala una verdadera aventura del espíritu».
Aunque conocida con este título abreviado, el verdadero título de esta obra, mucho más largo, resume perfectamente la historia: Relato de un náufrago que estuvo diez días a la deriva en una balsa sin comer ni beber, que fue proclamado héroe de la patria, besado por las reinas de la belleza y hecho rico por la publicidad, y luego aborrecido por el gobierno y olvidado para siempre. Publicado por entregas en El Espectador de Bogotá en 1955 y más tarde en libro (en 1970), no una novela, sino un reportaje periodístico que da cuenta de un suceso real. Con impecable técnica literaria y profesional estilo noticioso, García Márquez relata un suceso acaecido a un marinero de la armada colombiana llamado Luis Alejandro Velasco. La historia, reconstruida minuciosamente por el escritor sudamericano en primera persona a partir del testimonio del protagonista, fue tácticamente atribuida a éste en la prensa y sólo legitimada tras el formidable éxito de Cien años de soledad.