Publicada en 1774, revisada en 1787, Las penas del joven Werther es quizá una de las obras más influyentes de la literatura universal. El «efecto Werther» no sólo creó tendencias literarias y modas en el vestir, sino también una peculiar oleada de suicidios. Fue libro de cabecera de Napoleón? y también del monstruo de Frankenstein. Todos ?clásicos y románticos? quisieron apropiarse de él: fue icono del sentimentalismo y héroe de la exaltación revolucionaria; también fue, como dijo Thomas Mann, «el horror y el espanto de los moralistas». Al final de su vida, Goethe lamentaba que la mayoría de los jóvenes que peregrinaban a Weimar para visitarlo sólo conocieran esa obra suya. Hoy leer las desventuras de este joven artista burgués que, a raíz de un amor prohibido, descubre su insospechada comunidad con los locos, los humildes, los desdichados y hasta los asesinos no anula ni el distanciamiento ni la identificación. Werther sigue preguntándonos si pactar es una necesidad o una rendición. Sigue apuntando a nuestro yo, y lo que significa conservarlo. Sigue hablando de nosotros mismos.Este volumen incluye las clásicas ilustraciones de Daniel Nikolaus Chodowiecki para las primeras ediciones del libro.
Regentada por el antiguo detective Nagare Kamogawa y su hija Koishi, y disimulada entre las populosas calles de Kioto, se halla la taberna Kamogawa, un pequeño local donde se puede comer maravillosamente bien... y reencontrar el plato que ha marcado nuestras vidas. Porque, gracias a los recuerdos a menudo borrosos de los clientes, padre e hija, investigadores gastronómicos, recomponen cada receta perdida con insólita eficacia: los ingredientes y su origen, los tiempos y maneras de preparación e incluso los personalísimos secretos culinarios de los cocineros originales. Al fin y al cabo, de lo que se trata es de recrear sabores únicos salpicados de nostalgia. En esta ocasión, por las mesas de la taberna Kamogawa veremos desfilar, entre otros, a Sakyo Kataoka, un joven bailarín que busca la receta de un kake-soba de fideos y caldo aparentemente comunes que compartió tres años atrás con su padre en un restaurante elegante de Tokio; a Nobuo Matsubayashi, un reputado fabricante de vajillas que desea comer de nuevo, ahora en compañía de su nieto, el arroz con curry que le preparó una vez su hija; y a Yumiko Maezaki, una afamada profesora de piano que lo daría todo por volver a probar un yakisoba como el que tomó con el hombre que amaba hace quince años en Osaka.
Sería difícil encontrar un grupo humano más alejado de nuestra fisonomía y de nuestros patrones culturales que los habitantes de la selva africana mal conocidos como «pigmeos». Están lejos de nosotros y de todo el mundo. Son los exóticos de los exóticos. Homero les da ese nombre a unos seres en la Ilíada, y de sus versos nace uno de los malentendidos más ridículos y perdurables de la historia científica. El poeta se refería a unas criaturas tan fabulosas como nuestros duendes. Sin embargo, el mito siguió vivo, y, a partir del siglo XIX, contra todo pronóstico y empujados por la ciencia, la literatura y la fantasía, muchos exploradores han ido en su busca al corazón de África.
¡Descubre a la novela que ha encandilado a los lectores de todo el mundo!
Elizabeth Zott es madre soltera y estrella a su pesar del programa de cocina de televisión más seguido de Estados Unidos. El enfoque inusual de Elizabeth para cocinar, combinar una cucharada de ácido acético con una pizca de cloruro de sodio, resulta revolucionario. Sin embargo, a medida que su éxito aumenta lo hacen también sus enemigos, porque Elizabeth no sólo está enseñando a las mujeres a cocinar sino también desafiándolas a alterar el orden establecido.
Lecciones de química es una novela original y adictiva que desentraña de manera inteligente y entretenida la espinosa cuestión de la igualdad de género y la necesidad de ser uno mismo.
Leves amores Katherine Mansfield Mansfield, una de las voces más importantes del modernismo literario, ya había escrito más de ochenta piezas de ficción cuando tenía apenas 23 años, lo que muestra su gran productividad desde muy temprana edad. Esta edición presenta una selección de relatos (algunos de los cuales nunca habían sido traducidos al castellano, e incluso en inglés son poco conocidos) que la autora escribió cuando era todavía una niña, así como varios que quedaron inconclusos debido a su muerte prematura a los 34 años. Muchos de ellos contienen elementos autobiográficos en clave y todos llevan el sello inconfundible que la hizo célebre. Además, se dan a conocer por vez primera en español aspectos curiosos y poco conocidos de su obra, como unos aforismos que se apartan de su estilo habitual, un cuento que estuvo oculto hasta 1988 y una serie de microrrelatos que sorprenden por su vanguardismo y que revelan la capacidad de Mansfield para experimentar con nuevas formas narrativas confirmándola como una de las autoras más originales y modernas de su época.
Cuatro amigos emprenden un viaje en canoa por las atronadoras corrientes del río Cahulawassee, en el corazón de los remotos bosques de Georgia. Lewis, el cabecilla del grupo, campeón de tiro con arco, es un entusiasta de la vida agreste. Sin embargo, para el resto de sus compañeros el viaje es apenas una excusa para escapar de sus rutinas y una oportunidad, quizá la última, de contemplar el esplendoroso valle antes de que sea inundado y convertido en una presa. Pero la tranquila excursión en canoa se tiñe de sangre cuando se topan con unos lugareños que los atacan brutalmente. Es entonces cuando su apacible aventura se transforma en una pesadilla en la que tendrán que luchar por sus propias vidas, en un juego letal donde el hombre es cazador y presa a la vez, y el salvaje entorno del valle se torna en un cementerio de roca y aguas bravas para aquellos que carecen de la fuerza o la fortuna para sobrevivir.
Al cabo de cinco años colaborando con O Público, y con la certeza constante de que me hacen falta doscientos para las novelas que pretendo hacer, es el momento de abandonar estas pequeñas prosas.»
Así ponía fin Lobo Antunes a su labor como cronista periodístico, un legado de relatos, ensayos y diversas misceláneas que conforman un volumen único donde la escritura brilla con luz propia. La vida cotidiana en su Lisboa natal, los recuerdos de su infancia y reflexiones sobre el amor, la soledad, la memoria o la enfermedad jalonan las páginas de este hermoso libro.
Ha sabido reflejar nuestra época y hacernos conscientes de ella.» ALI SMITH«Lo vio venir todo.» TIME«La novelista más destacada de nuestra época.» The Sunday Times
Criada por padres de mentalidad científica y espíritu independiente, Margaret Atwood pasó gran parte de su infancia en los bosques remotos del norte de Quebec, lejos de las convenciones sociales. Aquella niñez nómada y sin ataduras marcó el inicio de un camino fuera de lo común, que ella misma narra con lucidez, ironía e ingenio, entrelazando los momentos decisivos de su vida con las obras que han transformado la narrativa contemporánea, como Ojo de gato y El cuento de la criada. Desfilan poetas, actores, osos, figuras bohemias y personajes casi sobrenaturales, que parecen salidos de sus ficciones. Con su mordacidad característica y aguda lucidez, Atwood revela los delicados lazos entre experiencia y creación, y entre realidad y palabra escrita.
A punto de incorporarse a su antiguo tercio en Flandes, Diego Alatriste se ve envuelto por mediación de su amigo don Francisco de Quevedo en otra peligrosa aventura. Una mujer ha aparecido estrangulada en una silla de manos frente a la iglesia de San Ginés, con una bolsa de dinero y una nota manuscrita: «Para misas por su alma». El enigma se complica con los sucesos misteriosos que ocurren tras las paredes de un convento, cuando Alatriste es contratado para rescatar de allí a una joven novicia.
En el azaroso y fascinante Madrid de Felipe IV, entre lances, tabernas, garitos, intrigas y estocadas, la aventura pondrá en juego la vida de los amigos del capitán, haciendo surgir del pasado los fantasmas de viejos enemigos: el pérfido secretario real Luis de Alquézar, el inquisidor fray Emilio Bocanegra y el siniestro espadachín italiano Gualterio Malatesta.
Lo cierto es que nunca he podido narrar –ni opinar– desde un lugar discreto, nunca he podido hacerme invisible, y para ser sincera tampoco lo he intentado. Amo la realidad que desenmascaramos en cada uno de nuestros actos. Amo la voluntad de asombro.
Creo que lo más honesto que puedo hacer literariamente es contar las cosas como las veo, sin artificios, sin disfraces, sin filtros, sin mentiras, con mis prejuicios, obsesiones y complejos, con las verdades en minúscula y por lo general sospechosas. Hacerlo de otra manera seria presuntuoso por mi parte. Estaría engañándome y engañándolos».