Eloy Moreno es uno de los escritores más leídos y queridos y, al igual que todos sus libros, Diferente reivindica y lucha por valores importantes en nuestra sociedad, siempre a través de una trama llena de enigmas y sorpresas. En esta ocasión, el autor nos habla de la diferencia y la normalidad.
Para saber más, tendremos que leer la novela...
«Para mí una novela es como un regalo, si te dicen lo que hay dentro pierde toda la gracia. Por eso nunca me gusta contar de que van mis libros, por eso prácticamente nunca pongo nada en las contras de mis novelas. Lo bonito de una historia es que te metas en ella sin saber qué te vas a encontrar».
El estoicismo fue una de las escuelas filosóficas más influyentes de la antigüedad y su influencia sigue vigente hoy en día. Surgió en Atenas hacia el 300 a. C. y se convirtió en una de las filosofías más populares del mundo romano; sus doctrinas atraían a personas de todos los estratos de la sociedad antigua, desde el esclavo Epicteto hasta el emperador Marco Aurelio.
Con un lenguaje sencillo y muy divulgativo, en Estoicismo Sellars ofrece una introducción a los estoicos antiguos, a sus obras y a otros autores antiguos que refieren testimonios sobre la filosofía estoica, una escuela de vida que todavía tiene mucho que decir a los lectores del siglo XXI.
La novela más bestial, conmovedora e hilarante que se ha escrito sobre el despertar sexual de un adolescente.
Dick Loveman es un galán espaciotemporal que vive todo tipo de peripecias lujuriosas a través de los siglos. Por desgracia, Dick solo existe en la cabeza de Franki Prats, un quinceañero católico, virgen y erotizado, a quien atormentan la propia imaginación y los «placeres solitarios». Durante cuatro meses de su vida, Franki, ayudado por su mejor ―único― amigo Bruno Berniola, alias el sexperto, atravesará una variopinta serie de pruebas eróticas (oníricas, familiares, amicales, incluso zoológicas) mientras lucha contra los traumas del pasado y la escuálida realidad de su pueblo natal.
Los diarios de Rosa Chacel constituyen un hito en la literatura española del siglo XX. Una obra sin parangón por su retrato ambicioso de una vida, con todo lo que conlleva: la reflexión sobre la obra propia, sobre la labor y el papel de quien escribe, desde la creación a la repercusión, pero tambien la experiencia del exilio -los exilios: el país, el idioma, el sistema literario- y del regreso, el vínculo íntimo con quienes le rodearon. Textos de claroscuros y crudeza, en los que nada se esconde, pero que abarcan mucho más que la confesión: el testimonio poderoso y agridulce de una escritora que se demostró tambien como una de las grandes prosistas de su epoca.á Con esta nueva edición, ofrecemos una nueva vida comercial para los tres volúmenes de sus diarios, Alcancía: Ida, Vuelta y Estación Termini, veinte años despues de su inclusión en la obra completa de la Fundación Jorge Guillen. Esta edición -con prólogo y notas de la escritora Elena Medel- busca la reivindicación de estas páginas como una obra literaria total, a la altura por ejemplo
Estas son las primeras palabras que repite el protagonista de esta original novela. En un principio, parece que no es más que un niño de doce años que escribe un diario porque tiene miedo a su madre, a los espejos, a las hormigas... pero su temor más grande es que muera Violette, la mujer que lo ha cuidado desde que murió su padre. Desgraciadamente, a Violette no le queda mucho tiempo y él se quedará solo con una madre que nunca lo ha querido. Hasta aquí no parece que el suyo sea diferente a cualquier otro diario. Sin embargo, sus intenciones van mucho más allá de la mera recopilación de estados psíquicos: quiere escribir acerca de su cuerpo y de todos aquellos descubrimientos que experimenta a través de este.
Desde 1915 hasta poco antes de su muerte en 1941, Virginia Woolf llevó un diario en el que reflexionaba sobre su vida cotidiana, sus procesos creativos, la literatura, sus relaciones personales y la situación política de su época. Este documento es especialmente valioso por la visión que proporciona de su desarrollo como escritora, como se pone de manifiesto en la presente selección, publicada póstumamente en 1953 por su esposo, Leonard Woolf. Además de las múltiples percepciones de una mente brillante, en sus páginas destacan los pensamientos de la autora sobre las obras que estaba escribiendo y sus reacciones a la compleja cultura de su tiempo.
Texto dramático que puede leerse como prosa o prosa que puede llevarse al teatro, "Diálogo" se estrenó en el Burgtheater de Viena en 2022. Imaginemos a dos actores, como Bruno Ganz y Otto Sanders, a quienes está dedicado el libro, ambos ángeles en la célebre película "El Cielo sobre Berlín", dos hombres ya mayores, amigos, cómplices, dialogando sobre la fuerza y la actualidad del teatro, sobre el hecho de envejecer, sobre los recuerdos y las vivencias que dejan una huella indeleble en la memoria... Texto rítmico, en la línea del último Handke, que rehúye las lecturas cómodas y uniformes; larga conversación, construida con una riqueza textual prodigiosa, que se abre paso mediante imágenes reveladoras, relatos del pasado y referencias a la propia obra, a la cultura popular y a la alta cultura. Y también, entre juegos de palabras y evocaciones evanescentes, hay espacio en "Diálogo" para la reflexión histórica y política, a propósito del relato espurio con que trató de nublarse la adhesión al Tercer Reich de los abuelos.
A lo largo de su celebrada carrera, Mary Oliver ha conmovido a innumerables lectores con sus versos de brillante factura, en los que despliega su amor por la naturaleza y los poderosos lazos que unen a todos los seres vivos. Se trata de una poesía de la atención, que es, como ella misma sostuvo, el principio de la devoción.
Cuidadosamente seleccionados por la autora, estos poemas recogen lo mejor de una trayectoria de más de cinco décadas, que abarca, con su propuesta de lectura cronológicamente inversa, desde su último poemario, Alegría, publicado en 2015, hasta su primer libro de poesía, Ningún viaje y otros poemas, que vio la luz en 1963, cuando la poeta tenía veintiocho años. Estamos, pues, ante una antología definitiva de una de las poetas más idóneas y pertinentes para los retos espirituales del siglo XXI.
Javier Marías rinde homenaje en este libro a uno de los novelistas contemporáneos que más admiraba: Vladimir Nabokov. Su intención era conmemorar a un escritor con el que se sentía en deuda literaria y animar a los lectores a que lo busquen con más frecuencia.
Marías nos cuenta, por ejemplo, que un día de 1950 la mujer de Nabokov, Véra, logró detenerlo cuando se disponía a quemar los primeros capítulos de Lolita, agobiado por las dudas y las dificultades. También que le molestaba mucho que le atribuyeran influencias, fueran de Joyce, Kafka, Proust o de Dostoyevski. Y que los mayores éxtasis los experimentó a solas: cazando mariposas, creando problemas de ajedrez, traduciendo a Pushkin y escribiendo.
El recuerdo de un viaje al sur de Chile se convierte para Marco en un fragmento clave en la construcción de su pasado y su identidad: fue la única vez que se sintió cercano a su padre. En el presente, cumplidos los cincuenta, reflexiona acerca del papel que tuvieron en su vida ese hombre poderoso e inaccesible, su familia de raíces conservadoras y machistas, y el rigor de la época en que le tocó crecer.
La erupción del volcán Villarrica a fines de 1971 y otros desastres naturales que vuelven a su mente con insistencia sirven de augurio y metáfora de los cataclismos personales que le tocaría vivir. Asistimos al paso que da Marco desde la cima de su infancia hacia los territorios de la sexualidad, con su carga de miedo e incertidumbre, y luego a la ruptura con el orden familiar. Mientras el país se encorva bajo la dictadura, Marco vive el rechazo de su mundo como una catástrofe y su mundo vive su diferencia como una fatalidad.