En un mundo dominado por la explotación voraz y la injusticia sistemática, la literatura se convierte en un arma arrojadiza. Takiji Kobayashi, el gran exponente de la narrativa proletaria japonesa, empuñó su pluma sin miedo para denunciar las condiciones inhumanas de los trabajadores y pagó con su vida el precio de su valentía.Esta antología reúne sus relatos más emblemáticos, encabezados por su obra maestra, El cangrejero (Kanikosen), un feroz retrato de la brutalidad capitalista a bordo de un barco factoría, donde los tripulantes son reducidos a meras piezas de una maquinaria despiadada.Con un estilo directo y una fuerza arrolladora, Kobayashi plasma la agónica desesperación de los explotados, pero también su determinación por luchar, en historias cargadas de realismo y emoción que son un testimonio conmovedor de la dignidad humana.
Publicada por primera vez en 1818, La abadía de Northanger narra la historia de Catherine Morland, una joven muy aficionada a las novelas góticas. Por ello, cuando los Tilney la invitan a pasar una temporada en su casa de campo, se pone a investigar tortuosos e imaginarios secretos de familia. Pero al comprender que la vida no es una novela, la inocente Catherine pondrá los pies en la tierra y encauzará su futuro según dictan las normas morales y sociales de la época.
La vida no es una carrera. No hay ganadores ni perdedores. A muchísimas personas les va mejor que a ti… y muchísimo peor», se repite Luke. Durante más de diez años, Luke Healy ha invertido toda su autoestima en su carrera. Pero entonces, casi de la noche a la mañana, parece que todo se desvanece.
Con el telón de fondo de un clima global que cambia peligrosamente, La autoestima y el fin del mundo abarca dos décadas de tragicómico autodescubrimiento, hasta que a Luke se le presenta la posibilidad de que su obra renazca en Hollywood. Pero ¿a qué precio?¿Qué sucede cuando no eres quien necesitas ser? Y, en última instancia, ¿quién puedes ser en el fin del mundo?
Tan inmensa y desbordante era la personalidad —y el físico— de Jack Burdette que en un momento dado ya no pudo encontrar su lugar en Holt, su pueblo natal. Tras fracasar como jugador de fútbol americano, una serie de acontecimientos le obligaron huir, dejando a la comunidad profundamente disgustada.
Durante casi una década, la sombra de Jack permanece en Holt, alimentando el rencor colectivo. Pero su reaparición inesperada no trae consuelo ni reconciliación. Por el contrario, su regreso despierta una tormenta de emociones que amenaza con romper los frágiles cimientos del pueblo, y su presencia —más poderosa que su prolongada ausencia— desata una catarsis emocional que revela las profundas grietas bajo la superficie de la vida cotidiana.
En 1996, Allen Ginsberg tenía setenta años, se encontraba muy delicado de salud y le quedaba apenas un año de vida. Impulsado quizá por la urgencia de cantar unas últimas verdades, y a pesar de sus escasas apariciones públicas durante aquel período, el poeta beat se lanzó a un gran proyecto final: el de musicar, en colaboración con Paul McCartney y Philip Glass, una colección de pequeños poemas que acababa de publicar en la revista The Nation: se trataba de la Balada de los esqueletos.
Inspirados en la festividad mexicana del Día de los Muertos, estos esqueletos universales reproducen y padecen los males de nuestra sociedad, ejercen y a la vez sufren el poder, dejándose el cuerpo en ello. Entre todos conforman la danza macabra del sistema de agotamiento, explotación y destrucción en que vivimos. Sus versos, tan radicales como divertidos, azote de la moral estadounidense, mantienen hoy su feroz condición de sátira carnavalesca, cobrando una sorprendente y acaso terrorífica actualidad.
En 1938, una ballena aparece muerta en una remota isla galesa. Para la joven Manod es tanto una fatalidad como un símbolo de lo que hay más allá de esas duras costas y que se materializa con la llegada de dos etnógrafos ingleses, atraídos por el alma salvaje y arcaica del lugar, y que le hablan de libros, de ideas, de libertad. Pero a sus crecientes temores de que la comunidad pueda estar siendo peligrosamente malinterpretada, se suma la posibilidad sombría de una nueva guerra.
Profunda, elegante y cautivadora, en La ballena varada se erige un universo entero en miniatura, el de una isla convertida en espejo del mundo exterior, con sus esperanzas y desilusiones, y una mujer enfrentada a cambios irreversibles. Una novela evocadora sobre la pérdida y el autodescubrimiento que resuena con la misma fuerza que el paisaje en el que transcurre.
Un libro puede cambiarte la vida.
En el corazón de Tokio hay una pequeña biblioteca donde trabaja la señora Komachi. Teclea en su ordenador a velocidad de vértigo y en sus momentos de ocio crea pequeñas figuras de fieltro que luego regala a los visitantes más especiales, a los que les pregunta: «¿Qué es lo que buscas?». La respuesta parece sencilla, pero la señora Komachi no es como otros bibliotecarios. Ella puede adivinar cuáles son los sueños, los deseos y los pesares de la persona a la que escucha.
Y es así como una recomendación suya les puede cambiar la vida. Solo hace falta que se entreguen a la lectura de un libro inesperado.
En la casa de Kyoko los invitados son bien recibidos a cualquier hora. Ahí se reúnen cuatro jóvenes, de profesiones y caracteres diferentes, y algo en común: una conciencia estoica que les obliga a negarse a sí mismos, a aparentar que no creen en la existencia del sufrimiento en este mundo, acostumbrados a ocultar sus sentimientos, ese espejo roto en pequeños fragmentos de cristal en su interior. En esa casa no se toman en serio los matrimonios, las clases sociales, los prejuicios ni el orden, ni hay temas de conversación prohibidos. Sólo pensar que existe un lugar así en el mundo alegra a esos cuatro jóvenes, para los cuales ese lugar es un refugio y un faro. Yukio Mishima (1925-1970) es uno de los escritores japoneses más importantes del siglo XX. La casa de Kyoko, novela publicada en 1959, cuenta las historias interconectadas de cuatro hombres que representan las diferentes facetas de la personalidad del autor: lo artístico en el pintor, lo atlético en el boxeador, lo nihilista en el hombre de negocios y lo narcisista en el actor.
En 1956, tras dejar atrás su terrible experiencia en el gulag, Alexandr Solzhenitsyn deseaba perderse en un apacible rincón de la URSS, y se ofreció en las oficinas de empleo como profesor de matemáticas. Mientras buscaba alojamiento en el pueblo al que lo destinaron, vio la isba de Matriona, una anciana viuda que vivía con un gato paticojo y una cabra por toda compañía, y decidió quedarse. En los fríos meses en que se hospedó en su casa, Solzhenitsyn comprendió que Matriona, generosa pero despreciada, «era precisamente el justo sin el cual, como en el dicho, no se tendrá en pie la aldea»: su vida inspiró La casa de Matriona. Otro es el protagonista de Incidente en la estación de Kochetovka, el teniente Zotov, asistente del comandante militar de una estación de tren durante la segunda guerra mundial. Lejos de su mujer, y lamentando que no le hayan destinado al frente, Zotov dirige el tránsito de convoyes y soldados con firmeza, eficacia y ecuanimidad; pero cierto día se presenta en su oficina un hombre afable, en una circunstancia desconcertante, que pondrá a prueba sus creencias.
Tras una muerte que podría calificarse de libresca, atropellada mientras hojeaba un volumen de Emily Dickinson, una profesora de la Universidad de Cambridge es la destinataria póstuma de un ejemplar de La línea de sombra, de Joseph Conrad. El insólito libro está cubierto de cemento y va a parar a las manos del compañero argentino de departamento que ha asumido las clases de la desdichada Bluma Lennon. Intrigado por el extraño paquete, que proviene de Uruguay, el narrador inicia una pesquisa que lo llevará de vuelta a su continente para ir descubriendo poco a poco qué relaciones azarosas unen la muerte de su colega, el ejemplar encementado y la estela de un misterioso coleccionista de libros consumido por su pasión.
Recuperamos esta nouvelle letraherida y encantadora –publicada por primera vez, con inmenso éxito, hace más de veinte años y traducida desde entonces a más de veinte lenguas– que atrapará a toda alma bibliófila que se precie.