En el año 1984 Londres es una ciudad lúgubre en la que la Policía del Pensamiento controla de forma asfixiante la vida de los ciudadanos. Winston Smith, un peón de ese engranaje perverso, trabaja reescribiendo la historia a fin de adaptarla a lo que el Partido considera la versión oficial de los hechos. Hasta que decide poner en tela de juicio el sistema que los gobierna y somete. A poco de publicar la novela, Orwell escribió: «No creo que la sociedad que he descrito en 1984 necesariamente llegue a ser una realidad, pero sí creo que puede llegar a existir algo parecido». Corría el año 1948, y desde entonces la historia se ha encargado de convertir esa obra -entonces de ciencia ficción- en una advertencia más vigente que nunca.
Después de una carrera plagada de éxitos sobre los escenarios operísticos más importantes, me he visto sumergida en una complicada situación profesional que se ha agravado aún más por mi situación personal.
Mi marido ha desaparecido, no me responde a las llamadas y, por si eso no fuera ya bastante humillante, he descubierto que me ha dejado con serios problemas económicos. Así que no me ha quedado más remedio que actuar en una ópera rock, con argumento romántico y características muy alejadas de mi registro como mezzosoprano, a pesar de que mi prestigio haya quedado en entredicho.
Si ya dudaba si aceptar o no ese trabajo, tras conocer al coprotagonista me pregunto si seré capaz de soportarlo: un roquero sin filtro verbal y de cuestionable estilo al vestir, que me birla el maquillaje y que siempre está rodeado de fans dispuestas a todo por su ídolo.
Y cuando creo que ya no puedo hundirme más, recibo una inesperada noticia sobre mi marido que me impacta como un monumental bofetón emocional.
Pero como reza el dicho: no se vayan todavía, aún hay más...
Raquel lleva toda la vida loca por Ares, su atractivo y misterioso vecino. Lo observa sin ser vista desde su ventana y es que, muy a su pesar, no han intercambiado ni una triste palabra. Lo que Raquel no sabe es que eso está a punto de cambiar...
Ares comenzará a cruzarse en su camino hasta en los lugares más inesperados y descubrirá que, en realidad, Raquel no es la niña inocente que creía.
Ahora, Raquel tiene muy claro su objetivo: conseguir que Ares se enamore de ella. Por supuesto, no está dispuesta a perderlo todo por el camino, y mucho menos a sí misma...
Después de que Charles Baskerville aparece muerto en circunstancias extrañas, Holmes y Watson se trasladan a los páramos de Dartmoor (Inglaterra) para ayudar a la familia Baskerville, víctima de una antigua y terrible maldición. Un perro diabólico parece acechar en los alrededores, amenazando la vida del nuevo heredero, y los detectives se verán envueltos en un laberinto de oscuras venganzas. Holmes tratará de que las supersticiones no enturbien su juicio, pero ¿conseguirá desentrañar el misterio antes de que la bestia ataque de nuevo? «No es cuestión de lo que sabemos, sino de lo que podemos demostrar».
Un thrillerlleno de tensión y con una premisa impactante:
¿y si un asesino en serie buscado durante más de veinte años fuera un juez en ejercicio?
Lacy Stoltz se ha encontrado en numerosas ocasiones frente a problemas de corrupción en su trabajo como investigadora de la Comisión de Conducta Judicial de Florida. Pero nada la ha preparado para el caso que una asustada pero decidida desconocida quiere poner en sus manos.
El padre de Jeri Crosby fue asesinado hace veinte años. Su muerte sigue sin resolverse pero Jeri tiene un sospechoso al que ha estado siguiendo de manera obsesiva durante dos décadas. En el camino, ha descubierto otras víctimas.
Sus sospechas son firmes pero las pruebas parecen imposibles de conseguir. El culpable es inteligente, paciente y siempre va un paso por delante de la policía. Es el más brillante de los asesinos en serie. Conoce los procedimientos, el trabajo de investigación y, sobre todo..., conoce la ley.
Se trata de un juez de Florida de la jurisdicción de Lacy.
Y tiene una lista con los nombres de todos sus objetivos, personas inocentes que han tenido la mala suerte de cruzarse en su camino y ofenderle de alguna manera. ¿Podrá detenerle Lacy sin convertirse en su próxima víctima?