Por quien doblan las campanas es la novela que le dio a Hemingway lo mejor y lo peor que puede recibir alguien con la mentalidad de atleta: un triunfo insuperable.
En los tupidos bosques de pinos de una región montañosa española, un grupo de milicianos se dispone a volar un puente esencial para la ofensiva republicana. La acción cortará las comunicaciones por carretera y evitará el contraataque de los sublevados.
Robert Jordan, un joven voluntario de las Brigadas Internacionales, es el dinamitero experto que ha venido a España para llevar a cabo esta misión. En las montañas descubrirá los peligros y la intensa camaradería de la guerra. Y descubrirá también a María, una joven rescatada por los milicianos de manos de las fuerzas sublevadas de Franco, de la cual se enamorará enseguida.
Esta sátira de la Revolución rusa y el triunfo del estalinismo, publicada en 1945, se ha convertido en un hito de la cultura contemporánea y en uno de los libros más mordaces de todos los tiempos. En la revuelta que llevan a cabo los animales de la Granja Solariega pronto detectamos las semillas del totalitarismo; y en sus líderes más carismáticos, la sombra de los opresores que definieron el pasado siglo. Esta edición escolar con material didáctico a cargo de Maribel Cruzado Soria brinda todas las pautas necesarias para estudiar la dimensión política de la obra así como su factura literaria.
Esta sátira de la Revolución rusa y el triunfo del estalinismo, escrita en 1945, se ha convertido por derecho propio en un hito de la cultura contemporánea y en uno de los libros más mordaces de todos los tiempos. Ante el auge de los animales de la Granja Solariega, pronto detectamos las semillas de totalitarismo en una organización aparentemente ideal; y en nuestros líderes más carismáticos, la sombra de los opresores más crueles.
La presente edición, avalada por The Orwell Foundation, sigue fielmente el texto definitivo de las obras completas del autor, fijado por el profesor Peter Davison. Incluye un epílogo del periodista y ensayista Christopher Hitchens, que pone de relieve la importancia del autor en nuestro tiempo. Marcial Souto firma la estupenda traducción, que se publicó por primera vez en 2013 y es la más reciente de la obra.
Edición de Antonio Sánchez Jiménez y Fernando Rodríguez-Gallego
El volumen 49 de la BCRAE presenta la apuesta poética más importante del Lope de plenitud, el de los cuarenta años: las Rimas (1604), un cancionero petrarquista adaptado a sus propios gustos, usos y necesidades, con el que quiere presentarse como el primer poeta lírico del país, legítimo sucesor de Garcilaso.
La colección exhibe un magistral dominio del verso y de los distintos subgéneros de la lírica culta, del soneto a la égloga, de la silva a la elegía, pasando por la epístola o el epitafio, siempre con un trasfondo de verdad vivida, que sitúa a la voz autorial en el centro de la empresa poética.
La edición que presentamos respeta la integridad del cancionero y lo edita a partir de la impresión de 1604, en la que las Rimas adoptaron su forma definitiva. Como apéndice se incluye el célebre Arte nuevo de hacer comedias en este tiempo, añadido en la edición de 1609 de las Rimas a continuación de estas.
Marcel Proust escribe con una diferencia de cinco años, de tres si nos atenemos a la fecha del último "salón" publicado (1905) y el primer "pastiche" (1908), estos dos conjuntos de textos presididos por una idea absolutamente distinta. Si los Salones pertenecen al mundo en que se ha movido la primera juventud del autor y en el que ha nacido su primer libro, Los placeres y los días (1896), en El caso Lemoine se trata de una gimnasia del oficio de la escritura, de un ejercicio de análisis de estilos ajenos a traves de un caso de crónica de sucesos: la estafa de un tal Lemoine a la más alta compañía de diamantes del mundo. En los Salones encontramos un Proust alabancero, que reseña, bajo pseudónimo y en Le Figaro, actos sociales de ese mundo aristocrático con el que más tarde saldaría cuentas críticas en distintos volúmenes de A la busca del tiempo perdido, su obra capital (en 'La parte de Guermantes' y 'Sodoma y Gomorra' sobre todo, y tan acerbas como en el viscontiniano "Baile de las Cabezas" de 'El tiempo recobrado').