Esta selección de cartas dirigidas a la escritora Louise Colet pretende ofrecer una muestra significativa de la teoría literaria innovadora que Flaubert expuso en la correspondencia que dirigió a su amante. La pasión amorosa va destilando la que quizá fue la mayor y auténtica pasión del autor de Madame Bovary: la pasión de la escritura. Flaubert nunca pensó que otras personas leerían estas misivas años después, y esa libertad y espontaneidad con que están escritas permiten que sean de lectura ágil y atractiva. La revolucionaria teoría literaria que expone en ellas, así como el proceso de creación de sus novelas adquieren una cercanía y expresividad sorprendentes. Muchos críticos consideran que la extensa correspondencia de Flaubert (casi cuatro mil cartas) constituye su mejor obra literaria.
Friedrich Schiller comenzó a escribir "Los bandidos" cuando apenas tenía diecisiete años y era alumno de la Academia Superior Militar. Esta institución, máxima expresión de un absolutismo ilustrado en su versión más represiva, acogía en su seno a los jóvenes más capacitados del reino, rigurosamente seleccionados para ser formados en carreras técnicas y administrativas, con el fin de crear una reserva de talentos destinados a trabajar en los más altos puestos del estado. Los incidentes que se produjeron durante el estreno de la obra y la insostenible situación que le creo al autor llevaron a Schiller a dar el amargo paso del autoexilio y abocaron, sin embargo, a "Los bandidos" a una carrera teatral imparable. "Los bandidos" se inscribe en las tendencias dramatúrgicas de la Ilustración y del "Sturm und Drang", con un lenguaje provocativo y en ocasiones soez. Pero también tiene muchos rasgos extemporáneos que están en claro contraste con esas dos tendencias: la falta de naturalidad y espontaneidad, el patetismo que a veces roza el ridículo, rasgos escénicos regresivos que combinados con las más radicales manifestaciones fundamentan y configuran el rango extraordinario de esta historia de dos hermanos enemigos y antagónicos, unidos, sin embargo, por el enfrentamiento con el padre.
Penguin clásicos publica esta preciosa edición de Mansfield Park para conmemorar el bicentenario de la publicación original de la obra.
Mansfield Park recrea un orden familiar y social que se deshace y restaura engañosamente a traves de los ojos ambiguos de una jovencita
Fanny Price es aºn una niña cuando sus tíos la acogen en su mansión de Mansfield Park, rescatándola de una vida de estrecheces y necesidades. Allí, ante su mirada amedrentada, desfilará un mundo de ocio y refinamiento en que las inocentes diversiones alimentarán maquinaciones y estrategias de seducción. Ese mundo oculta una verdad peligrosa, y solo Fanny, desde su sumiso silencio, será capaz de atisbar sus consecuencias y amenazas.
"Pero en el mundo no existen tantos hombres de sólida fortuna como bonitas mujeres que los merezcan."
El dinero cuenta la historia de Arístide Saccard, un emprendedor que decide fundar un banco utilizando el engaño y la especulación financiera para subvencionar unos dudosos proyectos en Oriente Medio. Movido por la avaricia, Saccard emprende unos cálculos y maquinaciones sin escrúpulos que pronto lo conducen a una especie de estafa piramidal, en cuyo entramado de expectativas y promesas de enriquecimiento rápido acaban enredados todos los personajes de la novela.
Gustavo Adolfo Bécquer tuvo una vida y una muerte tan trágicas como cabe suponerle al máximo exponente del Romanticismo literario español.
Rompedoras en lo formal y emocionantes en lo temático, las Rimas nos muestran una de las voces líricas más depuradas y memorables del siglo XIX, cuya fama se ha perpetuado de generación en generación.
Las 16 Leyendas presentes en este volumen confirman a Bécquer como el gran renovador del cuento español decimonónico. Su magistral tratamiento de lo fantástico en historias como «Maese Pérez, el organista», «El monte de las Ánimas» o «Los ojos verdes» hace de ellas auténticas obras maestras del relato gótico.
La isla del tesoro es sinónimo de emoción y libertad. Robert Louis Stevenson apenas rebasaba la treintena cuando la publicó en 1881, y no podía imaginar que su creación se iba a convertir en un éxito que marcaría para siempre las vidas de varias generaciones de lectores, ni que Jim Hawkins y John Silver el Largo se convertirían en unos personajes tan míticos como los célebres piratas Barbanegra o William Kidd. Esta obra nos transporta a una infancia feliz y evoca todo lo que se espera de una novela de aventuras: tesoros escondidos, motines, tabernas, canciones, y olor a mar, pólvora y ron.