Publicada en 1908, Una habitación con vistas es una de las novelas más deliciosas y entrañables de E. M. Forster. Situada entre una Florencia todavía virgen del azote del turismo pero integrada en el grand tour de los viajeros europeos y la rígida Inglaterra victoriana, la novela desarrolla una historia de amor y sentimientos encontrados en cuyo transcurso Lucy Honeychurch, joven perteneciente a la buena sociedad inglesa, intenta abrir camino a su personalidad superando el obstáculo de las convenciones sociales. En estas páginas llenas de ironía y sutil humor que llevó al cine en su día James Ivory, Forster despliega una variada y atractiva galería de personajes y de sugerentes contrastes que hacen de ella una obra inolvidable.
Perteneciente a la alta sociedad neoyorquina, Edith Wharton fue una de las intelectuales más destacadas de su época.
Con La edad de la inocencia, ganó el Premio Pulitzer en 1921, siendo la primera vez que este galardón se concedía a una mujer.
La novela retrata de una manera implacable la hipocresía aristocrática del siglo XIX, así como los pormenores de una infidelidad. Newland Archer se debate entre May Welland, la esposa perfecta pero predecible, y la condesa Ellen Olenska, que simboliza el riesgo y la aventura.
El manejo de la ironía y el retrato de personajes han convertido a Wharton en la mejor cronista de un modo de vida opresivo pero fascinante que conoció de primera mano.
La Venecia de las olvidadas es una antología de escritos de auto- ras británicas y norteamericanas de la segunda mitad del s. xix dedicados a la ciudad de los canales. El objetivo de esta antología es recuperar, reivindicar y difundir a dieciséis escritoras ajenas al canon pero que tuvieron una presencia destacada en el pano- rama literario, artístico y cultural de la época (donde gozaron de reconocimiento y popularidad) y que además establecieron entre sí lazos intelectuales, sociales y de amistad, siempre siguiendo el hilo conductor de Venecia. Los distintos bagajes personales e intelectuales de las autoras hacen que cada texto tenga un foco de atención y estilo peculiares; pero, tomados en su conjunto, los fragmentos componen un rico mosaico de la Venecia del s. xix.
Y, como un espejo, la Venecia ochocentista nos devuelve el fiel reflejo de estas mujeres: de generaciones distintas, de regiones o naciones diversas, autoras consagradas o noveles, casadas unas con italianos, solteras otras, viudas... Algunas se dedicaron pro- fesionalmente a la literatura de viajes, varias fueron especialis- tas en historia e historia del arte, casi todas hablaban italiano con fluidez y más de la mitad leía y reseñaba libros franceses y alemanes. Ahora, a través de sus textos viajaremos a una Vene- cia antigua y a otra atemporal, y por sus callejuelas, patios y canales nos reencontraremos con la olvidada voz de sus autoras.
El Profeta es la obra maestra del poeta y pintor Kahlil Gibran (1883-1931), uno de los grandes innovadores de la literatura árabe. En 26 sermones poéticos, Gibran destaca temas eternos como el amor, la alegría y la tristeza, la libertad, el bien y el mal, la oración, la fe y la muerte. La convicción que emana de esta obra es que el amor puede herir, pero también puede traerte un gran éxtasis. Este libro es un testimonio de notable compasión, perspicacia y esperanza. Además, tiene un mensaje atemporal, accesible a un gran número de lectores por su sencillez.
Sherlock Holmes, el mejor detective de todos los tiempos, encontró su final junto con su archienemigo el profesor Moriarty en las cataratas de Reichenbach (Suiza). ¿O no fue así?
Durante diez años, Conan Doyle se resistió a escribir sobre este perspicaz a la vez que peculiar detective; sin embargo, la presión de sus fieles lectores le empujó a devolverle la vida. ¡Tremenda sorpresa se lleva el doctor Watson al encontrarse con su singular compañero durante la investigación de un asesinato! Trece nuevos apasionantes casos aguardan a los audaces e irrepetibles inquilinos de Baker Street.
El regreso a la naturaleza y su preservación no es una obsesión ni una necesidad actual, sino que corre en paralelo a la historia de la humanidad y cobra especial fuerza durante el ilustrado Siglo de las Luces y su sucesor, el industrializado siglo XIX, que verá crecer de modo exponencial la población y la tecnología, con la consecuente explotación exhaustiva de materias primas que agota la tierra. Hoy seguimos sufriendo los males que todo esto acarrea, y no parece que haya voluntad de aplicar la medicina que nos sane.
Esta antología, cuyos relatos fueron publicados entre 1830 y 1903, no se ocupa de la naturaleza arcádica de los grecolatinos, ni del jardín del edén de los escritores medievales y renacentistas, ni del paisajismo Barroco, sino de la naturaleza que nos atraviesa como «las corrientes del Ser Universal». Se ocupa, pues, del movimiento que promovieron los transcendentalistas, y del contagio de sus ideas en contemporáneos y sucesores; un contagio que dará lugar a un nuevo género e incluso a una novedosa manera de contar, propio de la literatura estadounidense, que llega hasta nuestros días.