Historia de dos ciudades, una de las dos novelas históricas de Charles Dickens, se inicia con la fantasmagórica «resurrección» del doctor Manette, tras años de injusto encarcelamiento. Trastornado, irreconocible, su hija Lucie y un antiguo conocido lo llevan a Londres, donde poco a poco va recuperando el juicio y la salud. Pero Charles Darnay, el joven aristócrata francés expatriado que pretende a Lucie y que acabará casándose con ella, le devolverá a los antiguos horrores en un azaroso regreso a París que pondrá en peligro su vida y la de su familia. El Londres pacífico pero grotesco del rey Jorge III y el París ensangrentado de la Revolución francesa son las dos ciudades sobre cuyo fondo se escribe esta inolvidable historia, donde el acento patético es genuino y la intriga siempre apasionante. Violentas escenas de masas, turbios procesos, espías y conspiradores, héroes fracasados y héroes a su pesar, dobles identidades, culpas y expiaciones se mezclan en una trama artística y perfecta, llena de sorpresas y magis-tralmente elaborada por Dickens en uno de sus mejores momentos creativos. Una buena ocasión para descubrir por qué Mark Twain decía leer esta novela una vez cada dos años... por lo menos. Esta edición de Historia de dos ciudades incluye las ilustraciones originales de H. K. Browne («Phiz»), realizadas para su publicación en entregas en 1859.
John Milton (1608-1674) es el más importante de los poetas en lengua inglesa del siglo XVII. Su profundo conocimiento de los clásicos y sus viajes por Europa, signos de la más típica formación renacentista, contribuyeron a la gestación de este poema que se produce como una obra de madurez. "El Paraíso perdido" es el poema más importante de contextura moderna. A partir del relato bíblico, el autor recrea un poema alegórico sobre el destino y la salvación humana.
Los miserables se publicó en 1862, cuando Victor Hugo se hallaba exiliado en Belgica tras la restauración napoleónica del Imperio. Y podría considerarse que es el exilio, la obligada falta de pertenencia, uno de los motores de la gran novela del romanticismo frances: el exilio social y psicológico gobierna la vida de Jean Valjean, un "noble bruto", un buen hombre que lucha por los que, como el, son injustamente perseguidos. Situada entre las guerras napoleónicas y la revolución burguesa de 1848, Los miserables es, ante todo, una novela epica sobre el triunfo de quienes conservan intacta su conciencia en un mundo gobernado por la pobreza.
El cuento fue una forma predilecta de los escritores del xix y contribuyó significativamente a definir el gran siglo de la literatura rusa. Esta antología reúne veinticinco piezas esenciales que no solo constituyen un compendio literario de enorme valor sino un volumen de historia. De Pushkin a Chéjov, los autores dialogan aquí unos con otros, trazan líneas y bifurcaciones, y nos ayudan a comprender cómo evolucionó un género y se forjó una tradición de las más influyentes de la literatura universal.
Desde que empezaron a publicarse en 1836, las aventuras de Samuel Pickwick y Sam Weller se convirtieron en un éxito arrollador y supusieron la metamorfosis de un joven periodista mal pagado en el gran novelista del siglo XIX inglés. Los inolvidables miembros del absurdo Club Pickwick protagonizan aquí, según la generosa tradición cervantina, una infinita sucesión de aventuras disparatadas, cómicas, tristes, transidas siempre de una amabilidad nunca igualada. La presente edición recoge la traducción del ensayista e historiador de las ideas José María Valverde, sin duda la más preciosamente vertida a nuestra lengua. La acompaña, además, a modo de introducción, el brillante estudio del crítico literario y filósofo Jordi Llovet, que presenta así al lector una obra que es uno de los grandes hitos de la literatura universal.
Una de las mayores historias de amor de la literatura y quizá la mejor representante del romanticismo ingles
Cumbres borrascosas, la epica historia de Catherine y Heathcliff, situada en los sombríos y desolados páramos de Yorkshire, constituye una asombrosa visión metafísica del destino, la obsesión, la pasión y la venganza. Con ella, Emily Brontë, que la publicó bajo un seudónimo masculino, rompió por completo con los cánones del decoro que la Inglaterra victoriana exigía en toda novela, tanto en el tema escogido como en la descripción de los personajes. La singularidad de su estructura narrativa y la fuerza de su lenguaje la convirtieron en una de las obras más perdurables e influyentes de la historia de la literatura.