«Los Fusileros siempre éramos los primeros en desembarcar, porque, de hecho, siempre formábamos la vanguardia al avanzar y la retaguardia en las retiradas. Como los antiguos nativos de Kent, exigíamos por derecho el puesto de honor en el campo de batalla. [...] Ni el calor del ardiente sol, ni las largas millas, ni las pesadas mochilas, pudieron domeñar nuestro ardor.
[...] Era una visión gloriosa la de nuestras banderas desplegadas al viento en aquellos campos. Los soldados parecían invencibles: nada, pensaba yo, hubiese podido derrotarlos. Con decir que, nada más que en los Fusileros, contábamos con algunos de los hombres más duros que hubiesen luchado nunca bajo el sol ardiente en tierra enemiga. Pero viví para ver cómo las penalidades y la fatiga acababan con cientos de ellos antes de que hubiesen pasado unas pocas semanas.
[...] En la retirada de Salamanca recuerdo haber visto caer a muchos hombres. Entonces se trataba ya prácticamente de un "sálvese quien pueda". Aquellos cuyas fuerzas empezaban a fallarles no miraban ni a izquierda ni a derecha, sino que, con los ojos vidriosos, seguían adelante, tambaleándose, como buenamente podían.
[...] Tras la desastrosa retirada a La Coruña, los Fusileros habíamos quedado reducidos a una sombra enfermiza, si se me permite el término. Mi compañía, de cerca de un centenar de hombres, no contaba ya sino tres.»
«Por fin: aquí están los prolegómenos de la gran obra, la aurora boreal del ciclo, el lienzo secreto del fresco, el solar en el que se construyó la catedral de siete pilares, el prefacio del propio Marcel, la búsqueda de En busca del tiempo perdido. [...] Proust ha vuelto, único y visionario como siempre» ( J. Garon, L’Obs). Así han saludado unánimemente los expertos y la crítica el hallazgo de este tesoro literario: un manuscrito mítico que ve la luz tras el fallecimiento de su propietario, Bernard de Fallois. Escritos entre 1907 y 1908, con estos episodios emblemáticos y fundacionales de su obra maestra se penetra por arte de magia en la memoria proustiana como si se tratara de una primigenia autobiografía en la que los personajes y los lugares surgen en toda su desnudez y conservando sus nombres auténticos —la abuela Adèle, la madre Jeanne y un joven Marcel estremecedoramente «humano, amoroso, atento con su familia, fiel y generoso» (A. Compagnon, Le Figaro Littéraire).
Este libro reúne tres de las tragedias más impactantes de la historia. En un mundo donde el destino y las elecciones propias del libre albedrío parecen en constante colisión, Sófocles nos ofrece una ventana a los dilemas éticos y morales a los cuales nos enfrentamos todos los días. Sus personajes, atrapados en conflictos de poder, justicia y lealtad, nos muestran que las luchas internas y externas que vivimos no son nuevas, sino parte de una narrativa humana que se extiende a lo largo de los siglos, desde nuestro nacimiento como especie. Estas obras nos invitan a cuestionar nuestras propias creencias y acciones. ¿Hasta dónde llegarías por la verdad, como Edipo? ¿Qué harías por venganza y justicia, como Electra? ¿Desafiarías a la autoridad para hacer lo correcto, como Antígona? ¿Qué piensas tú? Lee, aprende y da el primer paso.
Estamos ante una novela inolvidable que, desde su primera publicación, ha seducido infinitos corazones y mentes, consolidándose como uno de los pilares indiscutibles de la literatura inglesa y de la narrativa romántica de todos los tiempos. Jane Austen despliega, con suma delicadeza y cariño, una historia que, con el tiempo, se ha convertido en un ícono indiscutible del amor verdadero confrontado con los prejuicios sociales. A través de las vivencias de Elizabeth Bennet, una heroína de inteligencia afilada y espíritu indomable, y del enigmático Sr. Darcy, cuyo orgullo y percepciones deben ser transformados por la fuerza del sentimiento creado entre ambos, la autora nos invita a contemplar una danza de miradas, palabras no dichas y el dulce tormento del amor no confesado.
Se ha dicho que Charles Dickens inventó la celebración de la Navidad tal y como la conocemos, y tal vez ningún otro escritor ha evocado con tanta maestría el espíritu a la vez jubiloso y elegíaco de esa fecha. Inspirado en la edición inglesa de 1852, el presente volumen reúne el célebre «Canción de Navidad» y otros cuatro relatos de ambientación navideña: «Las campanas», «El Grillo del Hogar», «La batalla de la vida» y «El hechizado». En todos ellos destacan los temas principales del universo dickensiano: la caridad, la infancia, las leyendas populares, las desigualdades sociales, los sueños y la redención personal.
Mujercitas, el clásico de Louisa May Alcott ambientado en la guerra de Secesión, fue publicado en Estados Unidos en 1868. Han pasado más de ciento cincuenta años desde entonces, pero la complicidad de las cuatro hermanas March, que resumen el espíritu crítico de una época en sus gestos y palabras, sigue siendo fuente de inspiración y disfrute para las generaciones de lectoras y lectores que se asoman por primera vez a las páginas de esta fascinante obra.