Bartleby, el escribiente es un magnífico y conmovedor relato, cuya lectura resulta inquietante, divertida y perturbadora. Su protagonista, un peculiar copista judicial que trabaja en un despacho de abogados en Nueva York, decide un buen día, para sorpresa de su jefe, negarse a seguir copiando con la famosa frase «preferiría no hacerlo». Aún hoy, la motivación de Bartleby sigue siendo un exquisito misterio literario, pero la determinación y la sosegada delicadeza con la que se atreve a decir «no» hará que pase a la posteridad como un hombre que eligió la libertad. Herman Melville creó así un personaje paradigmático que influyó notablemente en autores posteriores y que se ha convertido en referente en la historia de la literatura.
Dos jóvenes amantes ven su amor truncado por las vicisitudes de una noche de fuerte tormenta. Una caravana de coches de caballos no encuentra las marcas del camino en medio de una tormenta; en uno de los coches, va un viajero entumecido que relata, entre el sueño y la vigilia, los padecimientos de las inclemencias del tiempo. La víspera de Navidad, una tormenta obliga a un hombre y a una mujer a pasar la noche conversando frente a la estufa de una posada. Este volumen reúne tres relatos de los grandes maestros de la literatura rusa: Pushkin, Tólstoi y Chéjov. Todos ellos relatan la experiencia de una tormenta de nieve, tres tormentas que son son una y la misma, puesto que guardan un eco común en el alma de los respectivos protagonistas. La tormenta es una metáfora espléndida para asomarse a la intimidad rusa: la tormenta es la tormenta del alma rusa.
Reinaba una densa oscuridad y el viento rugía horriblemente alrededor, pero Dorothy descubrió que la vivienda se movía con suavidad. Luego de las primeras vueltas, y después de un momento en que la casa se inclinó bastante, sintió que la mecían como a un bebé en la cuna.
Los mejores libros jamás escritos.
La tragedia clásica por excelencia.
Cuando Edipo, "el de los pies hinchados", hijo del rey de Corinto, descubre que hay un secreto en su origen, abandona el hogar y parte en pos de la verdad. El destino, por boca del oráculo de Delfos, le indica cuál será su suerte: matará a su padre y se desposará con su madre. En Tebas hallará a la esfinge y la respuesta a su existencia. Edipo Rey, la tragedia infinita de Sófocles, la reelaboración dramática de una de las leyendas más celebres de la literatura griega, ha fecundado la cultura occidental desde hace veinticinco siglos. En ella se encuentran cuestiones que jamás han perdido vigencia en el espíritu humano: la fatalidad, el tabú, la búsqueda de la verdad, la imposibilidad de expiación.
Esta edición cuenta con la traducción y el prólogo del profesor emerito de la Universidad Complutense de Madrid Luis Gil, uno de los más importantes estudiosos de la literatura clásica griega de nuestro país. Además, incluye un epílogo realizado por los profesores de comunicación audiovisual de la Universidad Pompeu Fabra Jordi Balló y Xavier Perez.
El relato más largo de este libro, «La sala número seis», narra el lento y fatal proceso por el cual el viejo director de un hospital de pueblo donde están aislados unos dementes, acaba por ser encerrado en esa sala de la locura. El resto de los cuentos recogidos van desde lo grotesco, como en «Un drama», en el que un autor teatral mata a una señora con un pisapapeles, hasta la candidez de la adolescencia, presente en ese relato en el que la protagonista escribe una carta a un supuesto enamorado. La enorme maestría de Chéjov (1860-1904) se halla condensada en la presente selección, demostración de ese retratista extraordinario que fue el escritor ruso, deslumbrante en la sencillez y sobriedad de su estilo.
H. D. Thoreau mostró al mundo la importancia fundamental de la naturaleza en su relación con el ser humano cuando decidió irse a vivir en mitad del bosque y publicar su experiencia. Después de aquella obra cumbre, Walden, el autor volcaba en este librito sus reflexiones en torno al arte de caminar. Salir y explorar los lugares más remotos, pisar caminos y bosques no solo libera nuestra mente, sino que también nos asoma a una vida más sencilla y auténtica, más cercana al primigenio estado salvaje.