Antígona, hija del rey Edipo, se debate entre ceñirse a la ley impuesta o infringirla para honrar a su difunto hermano
Antígona está basada en el mito de la mujer que se atrevió a enfrentarse a los hombres para lograr sus propósitos. En esencia, la trama de la obra plantea una reflexión sobre la tiranía, las razones del estado y los dilemas de conciencia. Representada por primera vez en el año 442 a.C., Sófocles utilizó personajes arquetípicos para contraponer dos nociones opuestas del deber: el respeto a las normas religiosas frente a las civiles, caracterizadas unas por Antígona y las otras por Creonte.
Esta edición cuenta con la traducción y el prólogo Luis Gil, profesor emérito en la Universidad Complutense de Madrid. Incluye, además, el estudio en forma de epílogo realizado por los profesores de comunicación audiovisual de la Universidad Pompeu Fabra Jordi Balló y Xavier Pérez.
«Y ¿qué derecho divino he transgredido? Mas ¿por qué he de poner, desdichada de mí, mi vista aún en los dioses? ¿A qué aliado puedo invocar?»
Las crónicas que conforman este libro repasan las vivencias marítimas de Conrad, primero como marinero en Francia y más adelante en la marina mercante británica. Estos textos componen un vivísimo retrato de la relación entre el hombre y el mar en una época en que la llegada del vapor supuso el fin de la hegemonía de los barcos devela. Considerado como el cruce entre un cantar de gesta sobre la navegación a vela y la biblia del oleaje, El espejo del mares la insuperable reminiscencia de una forma de vida y una obra imprescindible para comprender a su autor.
La ironía, la honda melancolía y la inconfundible mirada desencantada de Oscar Wilde impregnan cada una de estas páginas, erigiéndose como monumento paródico y duramente crítico hacia la sociedad victoriana de finales del siglo XIX. Todo ello esbozado con un estilo único, patente desde las sátiras de «El crimen de lord Arthur Savile» y «El fantasma de Canterville» hasta los cuentos de hadas como «El Príncipe Feliz», «El ruiseñor y la rosa» y «El gigante egoísta». El presente volumen reúne toda la narrativa breve del autor irlandés, vertida por el maestro Julio Gómez de la Serna-.
Los relatos de Eca de Queirós son una prueba de su evrsatilidad, su estilo único y su unvierso narrativo plural. Son múltiples también sus imaginarios: desde el mundo etno-fantástico de «El difunto» y «El tesoro», o el maravilloso bíblico de «El suave milagro» o «El aya», hasta la reaidad de las mujeres adúlteras de «En el molino» y la crítica de costumbres que le confirió el fulgor de la universidad. Su nombre no es tan solo garante de un talento que lo convirtió en el escritor portugués más importante de todos los tiempos; hablamos de algo todavía más infrecuente: de un creador por excelencia, de un demiurgo satánico y divino, y, en definitiva, de un genio.
El burlador de Sevilla significa la irrupción en la literatura de uno de sus grandes mitos, el de don Juan, el aristócrata amoral y cínico que seduce mujeres por el mero hecho de conquistarlas. De todas las versiones, la de Tirso es la más despiadada: ostenta que el mayor "gusto que en mí puede haber / es burlar a una mujer / y dejarla sin honor", con lo que a la ofensa une la crueldad, el desprecio de las leyes divinas y humanas e incluso el mofarse de la otra vida.
Compuesto entre 1170 y 1181, paralelamente a "El Caballero de la Carreta" -publicado también en esta colección-, "El Caballero del León" narra las aventuras de Yvain, hijo de Urien, incorporando así al personaje a la extensa galería de las obras en prosa y en verso que forman la "materia de Bretaña". El elemento maravilloso procedente de las leyendas celtas que configura alguna de las aventuras principales (como la Aventura de la Fuente) se entrelaza con motivos de la Antigüedad clásica (como el del león agradecido) en una serie de episodios concatenados con una destreza que convierte a Chrétien de Troyes (ca. 1135-1190) en uno de los precursores de la novela moderna. Introducción y traducción de Isabel de Riquer
Compuesto entre 1170 y 1181, paralelamente a "El Caballero de la Carreta" -publicado también en esta colección-, "El Caballero del León" narra las aventuras de Yvain, hijo de Urien, incorporando así al personaje a la extensa galería de las obras en prosa y en verso que forman la "materia de Bretaña". El elemento maravilloso procedente de las leyendas celtas que configura alguna de las aventuras principales (como la Aventura de la Fuente) se entrelaza con motivos de la Antigüedad clásica (como el del león agradecido) en una serie de episodios concatenados con una destreza que convierte a Chrétien de Troyes (ca. 1135-1190) en uno de los precursores de la novela moderna.