Las fábulas ideadas por Herbert George Wells (1866-1946), uno de los padres, acaso el más notable, de la ciencia ficción, han demostrado a lo largo del tiempo mantener un vigor y tocar unos resortes del inconsciente humano que a menudo las han elevado a iconos del mundo moderno. "La guerra de los mundos" (1898), relato trepidante que narra la invasión de la Tierra por los marcianos y que supuso por primera vez la irrupción de seres de otros planetas en el nuestro, marcó en buena medida la fantasía del siglo XX y abrió un filón (el del contacto de los hombres con seres extraterrestres) que no tardó en convertirse en uno de los más importantes de la ciencia ficción, sirviendo de inspiración a numerosos artistas posteriores en los ámbitos de la radio, el cine, la literatura, el cómic y la televisión.
Un recorrido penetrante y sin complejos por el espectro completo del deseo sexual de los antiguos. El poeta latino Marcial definía el epigrama como «una poesía breve que termina con una broma picante». Aquí se reúnen los epigramas de los libros V y XII de la "Antología palatina", poemas dedicados, respectivamente, a mujeres y a hombres.
Théophile Gautier sintió desde muy niño un especial apego por los animales, y en particular por los gatos, seres en adelante indisociables de su paisaje íntimo y doméstico y del balance de su experiencia de vida. En Zoológico privado, involuntarias memorias de infancia y juventud y autorretrato al sesgo del autor, nos los presenta con profusión de detalles en su inquietante familiaridad, ya sea durmiendo a su lado o a los pies de la cama, sentados en el brazo del sillón que el autor empleaba para escribir, siguiéndolo en sus paseos matutinos por el jardín, jugando con sus libros o amenizando silenciosamente sus comidas, no sin robarle algún que otro bocado del plato. Pero el imaginario que Gautier nos revela en su recuento biográfico expande su mirada hacia otros seres afines, haciendo patente el vínculo que conecta sus trayectorias vitales y desplegando así toda una cosmovisión panteísta a través de su amor por la naturaleza.
Aunque su faceta más conocida es la de novelista, Emilia Pardo Bazán fue, entre otras cosas, una fecunda autora de cuentos, de los que publicó alrededor de seiscientos cincuenta. Uno de los temas con mayor presencia en su obra cuentística es el de la violencia ejercida por los hombres contra las mujeres, asunto este que también aparece en algunas de sus novelas y en varios de sus artículos. Esta antología, editada y prologada por Cristina Patiño Eirín, profesora de la Universidad de Santiago de Compostela, reúne treinta y cinco de los cuentos de Pardo Bazán que giran en torno a este tema. Variados en cuanto al punto de vista, al tono, a la ambientación, a la clase social de sus personajes, a la relación que existe entre la mujer y el hombre (en la mayoría de los casos es su prometida, su esposa o su hija, pero en algunos no hay ningún vínculo entre ellos) y al tipo de violencia (la física, la psicológica, la sexual, la patrimonial, la social, la simbólica), estos relatos, obra de una escritora que nunca dejó de denunciar la desigualdad entre mujeres y hombres, ofrecen un amplio panorama de la violencia machista y muestran actitudes y comportamientos que siguen vigentes hoy en día. Varios de los cuentos recogidos en esta antología los protagonizan mujeres que no dudan en plantar cara a su maltratador o que se dan cuenta a tiempo de cómo es en realidad el hombre con el que se van a casar y actúan en consecuencia.
"Belleza Negra" es el clásico más conocido universalmente de la literatura que aboga por los derechos de los animales. Publicado en 1877, se convirtió en un bestseller que cruzó el Atlántico, donde apareció, unos años más tarde, con el subtítulo de "'La cabaña del tío Tom' de los caballos". Vendido de un amo a otro, Belleza Negra narra su historia desde su posición como testigo directo de las crueldades padecidas por él y sus congéneres, con el fin de denunciar muchas de las lacras sociales, políticas y económicas de la Inglaterra de finales del XIX. De ahí que, esta animalografía equina se convierta en alegoría de la subyugación de diversos sectores sin voz de la sociedad victoriana, en especial, las clases trabajadoras, y exija una toma de conciencia a los lectores.
Jim Hawkins regenta, junto a sus padres, la posada Almirante Benbow. Su vida discurre tranquila entre la barra y las mesas hasta que, un día, un viejo marinero entra en su fonda acarreando un pesado secreto... De la noche a la mañana el joven Jim se encuentra en la cubierta de la Hispaniola, rodeado de rudos marineros, agasajado por un misterioso cocinero cojo, ansiosos todos ellos por encontrar el codiciado tesoro del capitán Flint.