Stevenson es el más claro exponente de la narración novelada, del «romance». Le fascinaron los problemas éticos, la ambigüedad moral de sus personajes provoca efectos dramáticos. Crítico de la moral convencional creó novelas de aventuras de aire romántico y notable penetración psicológica ambientados en Escocia y en los mares del Sur.
Colmillo Blanco narra la vida de un perro lobo llamado Colmillo Blanco y su relación con los seres humanos, especialmente con su dueño, en el territorio de Yukón, durante la fiebre del oro. Colmillo Blanco tiene que adaptarse a los diferentes ambientes en los que se encuentra, desde su nacimiento en la naturaleza salvaje hasta su vida como perro de pelea en un pueblo, y finalmente su transformación al ser domesticado por el hombre. A través de la historia de Colmillo Blanco, London explora temas como la crueldad, la redención y la relación entre el ser humano y el mundo animal. Colmillo Blanco es una de las obras más conocida de Jack London y ha sido adaptada en varias ocasiones para el cine y la televisión.
Estas páginas transportan al lector a un tiempo y a un lugar fascinantes. Es la América prerrevolucionaria en la que, al tiempo que avanza la colonización y mientras los imperios europeos se disputan tierras que sólo les pertenecen sobre el papel, sus legítimos poseedores, los indios, ven extinguirse sus pueblos sin remedio. En ese entorno, esta historia de amor, crueldad, heroísmo y «americanidad», ha cautivado desde su aparición la imaginación del público.
El protagonista de la novela es Wilfredo de Ivanhoe, un joven y valeroso caballero de la corte de Ricardo Corazón de León. La novela narra los amores de Ivanhoe con lady Rowena, una dama sajona, así como la diferenciación entre sajones y sus dominadores normandos. Ivanhoe pertenece a una de las familias nobles sajonas en un momento en que la nobleza de Inglaterra era abrumadoramente normanda. Las simpatías de Scott están claramente del lado de los sajones, en especial de su líder, Cedric, y de todo su entorno.
La hipocresía era, y así lo denunció Twain en su obra, la base de una sociedad pervertida y a su vez pervertidora. Con un chico como Huck, de la clase social más baja en la Norteamérica de aquel tiempo, podía el escritor mostrar cómo el hombre estaba equivocado en sus concepciones morales. El muchacho ha de decidir si sigue lo que la sociedad dicta como bueno o lo que su corazón le sugiere, aunque esto sea precisamente lo contrario de lo que la moral predica como correcto.
Una experiencia personal del propio Tolstói fue la inspiración para La tormenta de nieve, que vio la luz en 1856 en la revista El contemporáneo. Una ventisca sorprende a un viajero y su cochero en la estepa rusa y les aparta de su camino. Cuando el cochero decide volverse, el viajero se une a una caravana en la que conocerá a una serie de variopintos personajes. Una obra temprana del gran autor ruso que, en su brevedad, aborda temas como la superación de obstáculos, la vanidad o la búsqueda de reconocimiento.