Los viajes de Gulliver es una de las obras de ficción más famosas jamás publicadas; con el paso del tiempo se ha convertido en una historia inmortal de la cultura occidental que ha gozado, desde su primera publicación, de un éxito inusitado.
Enmascarada mediante un velo satírico, en esta novela fantástica, escrita por el incomparable Jonathan Swift, se pasean unos sorprendentes seres de unos pocos centímetros de alto, ¡los famosos liliputienses!, también nos cruzamos con gigantes que avanzan unos diez metros con cada una de sus zancadas, mientras descubrimos islas voladoras o caballos parlantes que despliegan una inteligencia impropia…, y todo ello con un fin: realizar una feroz crítica social que de otro modo nos hubiese resultado agresiva y chocante.
Una ingeniosa mezcla de relato de viaje, fantasía utópica y literatura de gran calidad que hará disfrutar tanto a niños como a adultos de todas las edades. Aquí encontraremos aventura, un despliegue de imaginación desbordante y una reflexión profunda que nos invita a mejorar como sociedad.
La historia se desarrolla en el brumoso Londres y gira en torno a un abogado, Gabriel John Utterson, que investiga la extraña relación entre su viejo amigo, el Dr. Henry Jekyll, y el misántropo Edward Hyde. Jekyll es un científico que crea una poción que tiene la capacidad de separar la parte más humana del lado más maléfico de una persona. Cuando este bebe la diabólica mezcla se convierte en Edward Hyde, un criminal capaz de cualquier atrocidad, y de realizar todo aquello que el médico rechaza.
Sin duda es la literatura norteamericana la que ha proporcionado una mayor y más personal aportación a la novela de terror, dejando una huella indeleble con autores de la talla de Nathaniel Hawthorne, Ambrose Bierce, Howard Philips Lovecraft y Edgar Allan Poe, el más célebre de todos ellos, que nos hace gala tanto de un terror negro ?macabro y tenebroso-, como de un terror blanco ?psicológico y poético-, elevando así a niveles de arte la literatura de terror.
Espacios cerrados y claustrofóbicos,mares tenebrosos,misteriosas tumbas,tétricas alucinaciones,ocuras y peligrosas criptas,cadáveres ensangrentados,amores fúnebres,presión psicológica,descripciones sombrías,marcadas y extrañas enfermedades psíquicas,secretos ocultos,presuntas resurrecciones,detectives analíticos,espectros fantasmales,la muerte,la insoportable ansiedad del hombre..., son maestrías para inspirarnos sentimientos que nos invaden profundamente mientras leemos sus obras.
El dramaturgo español Leandro Fernpandez de Moratín está considerado el creador de la comedia neoclásica. En un momento de su vida se vio en la tesitura de elegir entre el grupo de los que brindaban su apoyo a la Monarquía española, cuyas ideas no compartía, o simpatizar con el bando francés, que le auguraba un panorama de progreso y una esperanza de estabilidad que anhelaba y no creía poder alcanzar de otra manera. Como muchos otros españoles, se convirtió en un afrancesado, y tuvo que sufrir posteriormente las consecuencias de esta decisión. Fue un reformista que creía que los cambios moderados podían tornar una situación injusta en otra más justa y racional, sin necesidad de acudir a actos subversivos o violentos contra la autoridad establecida. Su éxito consiste en saber ofrecer al público obras cómicas de acuerdo a sus gustos, siempre dentro de la concepción neoclásica, dotando a la acción de un contenido moral basado en los valores imperantes en la época que le tocó vivir.