En la Francia de finales del siglo XVIII, dos aristócratas sin escrúpulos, la marquesa de Merteuil y el vizconde de Valmont, se alían en un juego de crueles intenciones, entre cuyos objetidos figura la conquista de una viuda devota, la corrupción de una quinceañera recién salida del convento y el envilecimiento de un joven caballero. Sin embargo, la trama no solo explora las ambigüedades morales de la seducción, sino que cuestiona los valores de toda una sociedad. Contada a varias voces y ambientada en sitios donde se cruzan lo público y lo privado, Las amistades peligrosas perdura como una de las más escandalosas de la literatura europea.
La presente edición incluye una soberbia introducción de Elisenda Julibert que atiende al contexto histórico de la obra, al tiempo que señala su resonancia durante más de dos siglos y hace hincapié en su pertinencia para el presente.
A lo largo de la historia, algunos libros han cambiado el mundo. Han transformado la manera en que nos vemos a nosotros mismos y a los demás. Han inspirado el debate, la discordia, la guerra y la revolución. Han iluminado, indignado, provocado y consolado. Han enriquecido vidas, y también las han destruido. Taurus publica las obras de los grandes pensadores, pioneros, radicales y visionarios cuyas ideas sacudieron la civilización y nos impulsaron a ser quienes somos.
También conocido como el Oráculo manual, esta pequeña obra maestra se compone de trescientos aforismos que condensan la sabiduría práctica de Baltasar Gracián, uno de los mayores escritores europeos del barroco. Los consejos de este sabio sobre la discreción, la necedad de quejarse, el autocontrol, el buen gusto y el arte del disimulo resultan asombrosamente modernos.
«¡El horror!. [...] Aquella fue la expresión de algún tipo de creencia; había en ella franqueza, convicción, una nota vibrante de rebeldía en el susurro, y el rostro atroz de una verdad vislumbrada: la extraña mezcla de deseo y de odio».
Publicada originalmente en 1899, El corazón de las tinieblas es una de las obras que definen el siglo XX. En ella, el marinero inglés Charlie Marlow narra a cuatro amigos la travesía que realizó tiempo atrás remontando un río africano en busca de un personaje misterioso: Kurtz, jefe de una explotación de marfil que puede haber cruzado la línea que separa el bien del mal para entregarse a una locura atroz. El corazón de las tinieblas puede leerse como una novela de aventuras o como exploración descarnada de los excesos del colonialismo, pero es, sobre todo, un viaje a las profundidades más oscuras de la condición humana.
Cuando se conmemora el centenario de la muerte de Joseph Conrad, esta edición, con traducción del escritor colombiano Juan Gabriel Vásquez, rinde homenaje al autor polaco y a su novela más célebre, uno de los pocos mitos genuinos de nuestro tiempo. Como afirma Vásquez en el prólogo, El corazón de las tinieblas es «una de las ficciones más ambiguas, inasibles y enigmáticas de nuestra tradición, uno de esos libros son muy pocos sin los cuales sabríamos menos. Aunque es verdad: en este libro se cuentan cosas que preferiríamos no saber. Tal vez por eso lo seguimos necesitando».
El padre de Lucy Gayheart, relojero y director de la banda municipal del pueblo de Haverford, ha costeado con ilusión y esfuerzo la educación musical de su hija en Chicago. Ésta es una joven sensible, impulsiva y brillante que empieza a ganarse la vida dando clases de piano. Un día le surge la oportunidad de acompañar al famoso barítono Clement Sebastian, un hombre mucho mayor que ella y algo cansado de la vida, pero a quien el contacto con la juventud parece traer una nueva y melancólica primavera. La diferencia de edad y posición, y sobre todo de experiencia, no impide a Lucy aferrarse a una «promesa luminosa» que está convencida de que acabará haciéndose realidad… aunque para ello tenga que renunciar a Harry Gordon, el «gran hombre del Oeste» que ha sido su pretendiente desde la infancia. «A algunas personas les afecta lo que sucede con su vida o con sus propiedades, mientras que para otras es el destino lo que se cruza en sus sentimientos y en sus pensamientos… el destino y nada más»: estas palabras condensan el clima de Lucy Gayheart (1935), una de las últimas novelas de Willa Cather. En ella sus grandes temas –la oposición entre valores rústicos y urbanos, la tragedia que acecha a la inocencia, el arte como conflictiva forma de elevación– se conjugan en una depurada historia de amor escrita con el sello de la madurez.
Peggy y Molly son las hijas, y modelos, de Thomas Gainsborough, uno de los retratistas ingleses más famosos del siglo XVIII. Ellas, además de hermanas, son muy buenas amigas. Sus juegos favoritos son espiar a su padre en su estudio y sacar de quicio a su madre, preocupada desde muy pronto por cómo presentar a sus hijas en sociedad. Pero su universo infantil se quiebra cuando Molly empieza a sufrir unos extraños ataques en los que pierde conciencia de la realidad. Peggy asume en secreto el cuidado de su hermana, pues sabe que, si se descubre su enfermedad, será internada en un manicomio. Así crecen las dos, hasta el día en que Peggy se enamora de un amigo de su padre, el encantador compositor Johann Fischer. Su romance con Johann desencadena una amarga traición y obliga a Peggy a cuestionarse el vínculo tan estrecho que tenía con su hermana.
Las hijas del pintor es una novela tierna y oscura sobre dos jóvenes que se desviven por asemejarse a la imagen idealizada de ellas que su padre enseña al mundo en sus retratos. Es la lucha de dos hermanas por entender la historia de un pasado familiar que les ha sido escamoteado.
La Venecia de las olvidadas es una antología de escritos de auto- ras británicas y norteamericanas de la segunda mitad del s. xix dedicados a la ciudad de los canales. El objetivo de esta antología es recuperar, reivindicar y difundir a dieciséis escritoras ajenas al canon pero que tuvieron una presencia destacada en el pano- rama literario, artístico y cultural de la época (donde gozaron de reconocimiento y popularidad) y que además establecieron entre sí lazos intelectuales, sociales y de amistad, siempre siguiendo el hilo conductor de Venecia. Los distintos bagajes personales e intelectuales de las autoras hacen que cada texto tenga un foco de atención y estilo peculiares; pero, tomados en su conjunto, los fragmentos componen un rico mosaico de la Venecia del s. xix.
Y, como un espejo, la Venecia ochocentista nos devuelve el fiel reflejo de estas mujeres: de generaciones distintas, de regiones o naciones diversas, autoras consagradas o noveles, casadas unas con italianos, solteras otras, viudas... Algunas se dedicaron pro- fesionalmente a la literatura de viajes, varias fueron especialis- tas en historia e historia del arte, casi todas hablaban italiano con fluidez y más de la mitad leía y reseñaba libros franceses y alemanes. Ahora, a través de sus textos viajaremos a una Vene- cia antigua y a otra atemporal, y por sus callejuelas, patios y canales nos reencontraremos con la olvidada voz de sus autoras.