Cuando se publicó El retrato de Dorian Gray, la crítica moralizante acusó a su protagonista de ser una figura satánica, corrompida y corruptora, sin comprender que era el héroe de una novela que reflejaba la fatalidad de los románticos: Oscar Wilde (1854-1900) había querido hacer de la belleza un refinamiento de la inteligencia; y para ello sumió a su protagonista en una atmósfera de perversión dominada por el arte y los poderes de un misterio que está más allá de la realidad. Pero el autor no se conforma con la simple descripción: incrusta a su personaje en un crimen y, como Edgar Allan Poe en sus relatos, lo rodea de un misterio que la razón no puede explicar. Dorian Gray sigue siendo, más de cien años después de la muerte de su autor, una piedra angular en los debates entre la ética y la estética, en las relaciones que mantienen el bien y el mal, el alma y el cuerpo, el arte y la vida.
Edgar Allan Poe liberó las terribles imágenes que atesora el subconsciente para dejarlas deambular entre sus páginas. Abanderado de la novela gótica y precursor del relato detectivesco y de la ciencia ficción, pergeñó historias que llevan el suspenso y el desasosiego hasta una perfección nunca alcanzada y quizá nunca alcanzable de nuevo. Cuentos extraordinarios reúne los más celebrados de esos textos, incluidas piezas que han hecho historia como "El gato negro", "La carta robada", "El hundimiento de la Casa de Usher" o "Los asesinatos de la rue Morgue".
El presente volumen de la Biblioteca Clásica RAE ofrece la breve pero extraordinaria obra poética de San Juan de la Cruz, encabezada por el Cántico espiritual, cima absoluta de la poesía mística y amatoria en lengua española, acompañado de la «declaración» o comentario que el propio autor escribió para esclarecer la dimensión y el sentido de sus versos.
En De la Tierra a la Luna Jules Verne imaginó un enorme proyectil disparado hacia la Luna con tres hombres dentro. Avanzada a su tiempo, esta novela se ha convertido en un referente de la ciencia ficción temprana y en una de las más famosas de Verne; asi mismo ha sido adaptada para la gran pantalla en numerosas ocasiones, pero es la adaptación de 1902 de Georges Méliès la que se convirtió en icónica.
En "Relatos fantásticos" el maestro del realismo ruso nos sumerge en mundos donde la frontera entre lo natural y lo sobrenatural se diluye en medio de sugestiones y enigmas que perduran después de su lectura. Iván Turguéniev es uno de los grandes nombres del realismo ruso, pero aquí el lector se sorprenderá con un Turguéniev casi desconocido. Estas historias, prácticamente desconocidas para el lector hispanoparlante, lo revelan también como uno de los grandes escritores de relatos fantásticos. En los nueve relatos que integran esta selección, el genial autor ruso logra con destreza esa condición que Todorov considera inherente al género fantástico: los personajes no sólo se desconciertan, dudan, se preguntan si aquello que viven en realidad sucede, o bien es producto del sueño o la imaginación; también contagian esa duda a quien lee. Iván Turguéniev, maestro indiscutible de la escritura elegante, amigo de Flaubert y Tolstói, es sin duda uno de los más notables autores de la fecunda literatura rusa del siglo XIX.