Jane Austen es una de las autoras más representativas del romanticismo literario ingles. Su fina ironía y su querencia por el detalle hacen sus obras especialmente disfrutables. En esta ocasión, las desventuras de las hermanas Elinor, Marianne y Margaret Dashwood se convierten, gracias a la mirada perspicaz y cínica de Austen, en un retrato perfecto, tan sentido como sensible, de la vida en la campiña inglesa y del rol de la mujer en la sociedad británica de comienzos del siglo XIX
En esta obra, Jane Austen dispone que todas las emociones humanas han de conservar el decoro. Este decoro se traduce en un control de las emociones mediante la prudencia y la razón. Es decir, que una persona necesita el sentido (o juicio) y la sensibilidad para conseguir sus metas. En la historia aparecen dos hermanas: Elinor y Marianne Dashwood, que representan el sentido y la sensibilidad respectivamente. Ambas se enamoran y tienen problemas para que ese amor correspondido llegue a un final feliz.
JANE AUSTEN nació el 16 de diciembre de 1775 en Steventon (Reino Unido). Cuando era una adolescente escribió como hobby y para entretener a su familia, unos relatos en forma epistolar llamados Amor y amistad y Juvenilia. También escribió Elinor y Marianne de modo epistolar y luego lo hizo novela bajo el título Sentido y sensibilidad. Otro de sus relatos epistolares de esta época es Lady Susan. Después escribió La abadía de Northanger, y Orgullo y prejuicio. Otras famosas obras suyas son Mansfield Park, Emma, Persuasión y la inacabada Sandinton. Murió el 18 de julio de 1817 en Winchester.
En sentido y sensibilidad, Jane Austen explora con sutileza e ironía las opciones de la mujer en una sociedad rígida, donde el éxito o el fracaso dependen de la elección del marido. La historia se centra en dos hermanas, Elinor y Marianne, cuyas personalidades antagónicas ejemplifican dos posibles respuestas femeninas ante la hipocresía dominante: el «sentido común» y la «sensibilidad». Sin embargo, tanto un camino como el otro entrañan sus peligros.
Segurant abandona su tierra natal, la Isla Ignota, para reunirse con el Rey Arturo y desafiar a sus paladines. A lo largo de su camino, gana innumerables torneos, despertando la admiración de los caballeros de la Mesa Redonda. Pero dos hechiceras, Morgana y Sibila, conjuran la imagen de un dragón que escupe fuego por la boca, y Segurant se lanza en su persecución. Las extraordinarias aventuras de este caballero de la Mesa Redonda que habían caído en el olvido durante siglos han sido redescubiertas ahora por Emanuele Arioli, un joven medievalista que recorrió las bibliotecas de toda Europa en busca de los manuscritos de esta historia del ciclo artúrico. Tras más de diez años de investigación, Emanuele Arioli presenta ahora el texto de esta novela perdida por primera vez en español. Con ilustraciones de los manuscritos originales, Segurant es una narración inédita que se revela como un cruce de leyendas y culturas, y como uno de los grandes acontecimientos literarios de este siglo.
En los albores del siglo XIX, viajamos de la mano de Jane Austen a Sanditon, una localidad costera decidida a convertirse en el reclamo turístico del momento: un balneario excepcional para recibir a la más alta sociedad, un lugar de recreo y sanatorio gracias a las virtudes del mar. Allí, asistiremos a la pugna de sus personajes por lograr ubicar Sanditon en el mapa.
En pleno cambio social, la autora, sagaz observadora, desenfunda el sable de su afilada ironía y retrata a una comunidad excéntrica, dividida entre personajes pretenciosos y arrogantes. Sanditon es su última e inconclusa novela y un regalo póstumo para sus lectores.
Marcel Proust escribe con una diferencia de cinco años, de tres si nos atenemos a la fecha del último "salón" publicado (1905) y el primer "pastiche" (1908), estos dos conjuntos de textos presididos por una idea absolutamente distinta. Si los Salones pertenecen al mundo en que se ha movido la primera juventud del autor y en el que ha nacido su primer libro, Los placeres y los días (1896), en El caso Lemoine se trata de una gimnasia del oficio de la escritura, de un ejercicio de análisis de estilos ajenos a traves de un caso de crónica de sucesos: la estafa de un tal Lemoine a la más alta compañía de diamantes del mundo. En los Salones encontramos un Proust alabancero, que reseña, bajo pseudónimo y en Le Figaro, actos sociales de ese mundo aristocrático con el que más tarde saldaría cuentas críticas en distintos volúmenes de A la busca del tiempo perdido, su obra capital (en 'La parte de Guermantes' y 'Sodoma y Gomorra' sobre todo, y tan acerbas como en el viscontiniano "Baile de las Cabezas" de 'El tiempo recobrado').