"El retrato de Dorian Gray es una novela representativa de la decadencia humana, de llegar a alcanzar el triunfo sin importar los medios y las formas de la pasión olvidándose de los demás. Sin embargo, todos los seres humanos poseemos un alma y una conciencia. ¿Qué ocurriría si esta pudiera mostrarse por medio de una pintura o transformando la fisonomía a medida que la carcoma del mal se haga presente en el cuerpo? De profundis es el título que se dio a la larga carta que Oscar Wilde escribió a su joven amigo Bosie, con quien había mantenido unas relaciones equívocas, desde la cárcel de Reading, donde se vio condenado por cometer presuntos actos homosexuales. Profunda reflexión sobre la dolorosa condición humana, De profundis significa una confesión sincera y emocionada de este tristísimo episodio de la vida de Wilde, en donde el autor intenta reconciliarse consigo mismo y hallar la paz en medio de su humillante situación. El Fantasma de Canterville, escrito por Oscar Wilde (1854-1900), fue el primero de sus relatos cortos en ser publicado. Narra la historia de una familia norteamericana que después de comprar la mansión de Canterville Chase, se ven forzados a convivir con el fantasma que habita la casa. Es uno de los relatos más reconocidos de este autor irlandés y es un excelente ejemplo de su faceta literaria más ligera y humorosa. "
Esta novela es el retrato descarnado de la situación de la mujer en el siglo xix, con una aguda indagación en la psicología de la mujer a través de sus personajes femeninos, además de la descripción de las diferencias culturales entre Europa y los Estados Unidos. Apareció publicada primero por entregas (muy habitual en la época) y apareció en forma de libro en 1881.
Los cuentos reunidos en El sastre que llegó al cielo, prácticamente desconocidos para el gran público, aparecieron de forma aislada en revistas o periódicos, al margen de las numerosas ediciones realizadas en vida de los hermanos Grimm.
Esta edición reúne diecisiete historias que no fueron objeto de las alteraciones llevadas a cabo por Wilhelm, y son, por tanto, las que se hallan más cerca de la fuente de la que fueron extraídas. Con su lectura se comprenderá cuán larga y dificultosa fue la tarea de ambos hermanos desde el momento en que iniciaron el proceso de fijación escrita de los primeros textos recopilados hasta llegar a las versiones que conocemos en la actualidad.
El Talón de Hierro, escrito por Jack London en 1908, narra la historia de un socialista revolucionario Ernest Everhard, quien, como político y líder de masas obreras, busca la génesis de una gran revuelta para lograr la igualdad y detener el avance de la oligarquía avasalladora. El texto, encontrado y anotado por Anthony Meredith en el año 2600, retrata el momento en que los trabajadores despiertan y la oligarquía los golpea para reprimir sus luchas por los derechos sociales, llevando el capitalismo a un extremo autodestructivo.
Estas páginas transportan al lector a un tiempo y a un lugar fascinantes. Es la América prerrevolucionaria en la que, al tiempo que avanza la colonización y mientras los imperios europeos se disputan tierras que sólo les pertenecen sobre el papel, sus legítimos poseedores, los indios, ven extinguirse sus pueblos sin remedio. En ese entorno, esta historia de amor, crueldad, heroísmo y «americanidad», ha cautivado desde su aparición la imaginación del público.
Esta novela tiene una estructura singular. Tras una primera parte en la que el talento deductivo del inquilino más famoso del número 221B de Baker Street brilla más que nunca a la hora de enfrentarse a su antagonista el profesor Moriarty y descubrir al culpable de un asesinato imposible, Doyle nos ofrece un flashback ambientado en el mundo de las bandas criminales en la Pensilvania del siglo XIX que nos ayuda a comprender el origen del conflicto.
Así comienza En busca del tiempo perdido, considerada una obra maestra de la literatura universal, y una de las más influyentes en los ámbitos de las letras, el arte y la filosofía. Publicada en siete entregas, la primera de ellas, Por el camino de Swann, vio la luz en 1913. Esta nueva traducción de Mercedes López-Ballesteros, apadrinada por el escritor Javier Marías, quien llegó a leer entusiasmado la primera parte, es exacta, fiel y de gran aliento, y transmite certeramente el famoso estilo proustiano. En estas páginas deslumbran al lector las evocaciones de la infancia del narrador, sus inteligentes digresiones, los agudos diálogos y el retrato de personajes inolvidables, entre los que destaca Charles Swann. Alabado tanto por su estilo como por sus aportaciones estéticas, en este primer volumen de la saga ya se apuntan los grandes temas que preocupaban a Proust: el arte, la memoria, la naturaleza humana y, por supuesto, el Tiempo.
Hasta el final de su vida, y durante más de diez años, Publio Virgilio Marón (70-19 a.C.) estuvo dedicado a la composición de la Eneida, unánimemente reconocida como el más perfecto exponente del clasicismo romano. Virgilio pretendió con ella ofrecer al público romano la gran epopeya de sus orígenes, que sirviera al tiempo como justificación y exaltación del nuevo régimen impuesto por el emperador Augusto. El resultado sería esta magistral combinación entre el pasado legendario de Roma y su historia reciente.
La presente edición de la Eneida realizada por Dulce Estefanía, catedrática emérita de filología latina en la Universidad de Santiago, presenta algunas características destacables: En primer lugar, su condición bilingüe, que permite un acceso enriquecedor al texto original de Virgilio, ofrecido aquí en la excelente versión de R.A.B. Mynors (Oxford, 1969). En segundo lugar, su amplio e interesante estudio introductorio, con bibliografía actualizada, así como el extenso y muy útil aparato de notas (contextuales, históricas y filológicas). Por último, sus exclusivas ilustraciones: esta edición de la Eneida es la primera en ofrecer las maravillosas iluminaciones en color del manuscrito ilustrado más antiguo del texto de Virgilio que ha llegado hasta nuestros días, el códice Vergilius Vaticanus, datado hacia el año 400 d.C., actualmente conservado en la Biblioteca Apostólica Vaticana.