Como el propio Cervantes dijo, el sentido último de sus Novelas ejemplares se halla en «todas juntas como en cada una de por sí». Este volumen ofrece una selección de cuatro novelas, representativas del conjunto, prologadas y anotadas por los reconocidos cervantistas Antonio Rey Hazas y Florencio Sevilla Arroyo. A través de un estudio detallado de cada obra seleccionada, la edición aporta una visión global de las doce novelas, que se inscriben en un complejo y multiforme entramado de relaciones mutuas (desde puntos de vista temáticos, argumentales, estilísticos, técnicos y estructurales), siempre sin perder la autonomía de cada una. La libertad y ejemplaridad, el carácter experimental, la capacidad para hacer verosímil lo inverosímil, para despertar y mantener la atención del lector son algunos de los elementos que conforman el marco implícito de unión de las Novelas ejemplares. En ellas, Cervantes sometió a renovación todas las formas narrativas existentes, y de su esfuerzo consciente de reflexión, asimilación e innovación creativa nace la novela moderna.
Cuatro novelas imprescindibles de Miguel de Unamuno reunidas en un único volumen. Las cuatro novelas aquí reunidas -Niebla, Abel Sánchez, La tía Tula y San Manuel Bueno, mártir- son consideradas, casi unánimemente, como las más destacables de su autor. Son también, sin duda, las más ampliamente conocidas, y las cuatro sumadas bastan para asegurarle el lugar excéntrico pero inesquivable que ocupa en el irregular panorama de la narrativa española del siglo XX. Pese a que sus protagonistas son, respectivamente, un alma cándida, un penitente, una virgen y un sacerdote, sus destinos carecen, hoy todavía más que en su día, de toda ejemplaridad, como carecen también de ejemplaridad, aunque en otro orden, las estrategias empleadas para narrarlos. Y esta es probablemente la razón que los sigue haciendo portentosos y atractivos.
Este libro recoge los escritos inéditos de la visita de Ford a Estados Unidos entre 1926-1927. La metrópolis cautivó al autor inglés, que trata de explicar esa fascinación a través de anécdotas enlazadas por asociación a un lugar o un encuentro: un cruce de calles, un parque, una cena. Ford observa los cambios que ha sufrido la pequeña y vieja ciudad que había conocido veinte años atrás, esa ciudad en la que se instalan todos cuantos llegan de fuera y de la que se marchan todos los que allí nacen. Nueva York se había convertido en una gran ciudad debido en gran medida a los rascacielos, pero los problemas causados por la superpoblación no restan un ápice al amor que el escritor le tiene a su Gotham, refugio de un grupo variopinto de sajones, normandos, daneses, judíos, hugonotes y trotamundos. La Nueva York de Ford es Manhattan y el Bronx, que en los años 20 se convirtieron en centro artístico del país por la iniciativa y apoyo de sus gentes. Un siglo después de la publicación de esta obra, Nueva York no ha perdido nada de esa capacidad de atrapar al visitante por fugaz que sea la estancia. Leer estas páginas puede ayudar a entender las razones.
Edición conmemorativa de la gran novela picaresca de Charles Dickens
La historia del pequeño Oliver, criado en un hospicio, empleado en una funeraria y reclutado por una banda de ladrones que el no reconoce como tales, no solo es un soberbio escaparate de celeberrimas creaciones dickensianas, sino que además resulta un magnífico y apasionante relato sobre la inocencia acosada. Los distintos personajes que el heroe va encontrando en su camino nos descubren al Dickens idílico y sentimental, en una de las muestras más perdurables de su genio.
Esta edición especial, publicada cuando se cumplen ciento cincuenta años de la muerte del autor, no puede faltar en ninguna biblioteca personal con vocación de permanencia.
Edición conmemorativa del Bicentenario de su publicación.
Una edición al alcance de todos los bolsillos de una de las novelas románticas más importantes de la historia de la literatura universal.
«Es una verdad universalmente aceptada que todo soltero en posesión de una gran fortuna necesita una esposa.» Así empieza Orgullo y prejuicio, una de las primeras comedias románticas de la historia de la novela, publicada, por primera vez, el 28 de enero de 1813.
El señor y la señora Bennett tienen cinco hijas, y el único objetivo de la madre es conseguir una buena boda para todas. Dos jóvenes ricos, el señor Bingley y el señor Darcy, aparecen en ese ambiente e inmediatamente se ven señalados como posibles maridos.
Con la llegada del rico y apuesto señor Darcy a su región, la vida de los Bennet y sus cinco hijas se vuelve del revés. El orgullo y la distancia social, la astucia y la hipocresía, los malentendidos y los juicios apresurados abocan a los personajes al escándalo y al dolor, pero también a la comprensión, el conocimiento y el amor verdadero.