Un grupo de jóvenes estudiantes se organiza en una peculiar pandilla en defensa de los animales. Entre todos idean maneras e inventan instrumentos para proteger y defender especies en peligro; en este caso, para rescatar a un león amenazado de muerte.
Cuando Violeta, la activista, Henry, el empresario y Alberto, el minero, entraron en una cueva para guarecerse de la tormenta, no imaginaban que estaban siendo guiados hasta allí de manera intencionada. Los Dioses taínos habían despertado de su prolongado sueño con historias que contarles.