Los pequeños lectores de hoy son los ciudadanos de mañana; por eso, si queremos una sociedad más solidaria y justa, además de dar a los niños una enseñanza académica, tenemos que formar en valores como la empatia, el respeto o la responsabilidad.
La estructura familiar es la primera muestra social del niño, y lo que aprenda dentro de ella configurará no solo su carácter, sino también sus relaciones con los demás. Las normas de convivencia, el respeto, la paciencia o la obediencia son algunos de los valores fundamentales que la familia aporta a los más pequeños.
Los pequeños lectores de hoy son los ciudadanos de mañana; por eso, si queremos una sociedad más solidaria y justa, además de dar a los niños una enseñanza académica, tenemos que formar en valores como la empatia, el respeto o la responsabilidad.
Los amigos son el primer vínculo del niño fuera del entorno familiar, y ciertamente les acompañarán en el fascinante proceso de crecer. Por ello es importante aprender a hacerlos, pero también a mantenerlos, cuidarlos, y compartir emociones y experiencias con ellos.
Tener la pretensión de ser astronauta, la ilusión de recorrer los siete mares o la fantasía de conocer a un dinosaurio suena irreal, pero es una manera de fomentar la imaginación de los niños y de desarrollar sus capacidades para establecer metas y propósitos por los que luchar en la vida. El mundo puede ser un lugar mágico en el que cumplir sueños tan bonitos como saltar en los charcos o tener miles de amigos, por tanto... ¡Que nada ni nadie impida a los niños soñar a lo grande!
Está demostrado científicamente que el abrazo es beneficioso para la salud, ya que mitiga la soledad, baja los niveles de ansiedad y estrés y ofrece seguridad emocional tanto a quien lo da como a quien lo recibe. En este librito, los pequeños pueden descubrir todos los tipos de abrazos que hay, de amor y de amistad, de consuelo y refugio, de alegría compartida, abrazos grandes y pequeños, abrazos cálidos, abrazos apretados, abrazos que curan... ¡Abrazos para todos!
La pequeña jirafa ha nacido sin manchas y le preocupa mucho que los otros animalitos se rían de ella en la escuela. Sin embargo, en su clase también hay una cebra sin rayas, una serpiente corta, un león sin melena, un búfalo muy bajito o una suricata miope, ¡y no pasa nada porque pueden jugar todos juntos!
Hugo es el único cocodrilo del pantano que no sabe llorar y está muy acomplejado. Claro que todos los demás van a intentar ayudarle con trucos como darle pena, hacerle enfadar ¡o pelar cebollas! No va a ser tan fácil hacer llorar a este cocodrilo... ¡Hasta que descubra que hay muchos tipos de lágrimas!