Juan José espera con ansias el día de Navidad. Se impacienta por abrir los regalos que están bajo el árbol. Cuando llega el momento, recibe una sorpresa: le han dejado ¡un videojuego!, el mismo que había visto en una tienda. Entonces se pondrá a jugar y a competir contra sí mismo. ¿Quién saldrá ganador, Juan José o el videojuego?
Era un sapito verde, como tantos. Un día le cayó pintura azul y se volvió de este color. El Sapito Azul va de viaje y a la escuela. Se baña, canta y vuela. Baila en la fiesta de graduación y conduce en la calle. El Sapito es alegre, animoso y contagia la dicha de vivir. Todo lo cuenta en décimas, tanto en español como en inglés.
Anita convirtió un pañito mágico en amuleto y cómplice inseparable contra el miedo. Se lo regaló su abuela, quien lo cosió con sus propias manos y le puso sus iniciales en una delicada tela roja de algodón orgánico. Por un evento inesperado, el pañito se extravió y la niña organizó su búsqueda porque quería entregarlo a su abuelo para que sanara de una enfermedad.
Juancho estaba muy triste, su abuelo estaba enfermo. La Navidad no era la misma porque él era la alegría del hogar. La llegada de un anciano misterioso les recordó que esa era la época más hermosa y de fe de todo el año. Luego ocurrió el milagro esperado, el abuelo se recuperó, la fe en Jesús les devolvió la alegría navideña.