Cuando Violeta, la activista, Henry, el empresario y Alberto, el minero, entraron en una cueva para guarecerse de la tormenta, no imaginaban que estaban siendo guiados hasta allí de manera intencionada. Los Dioses taínos habían despertado de su prolongado sueño con historias que contarles.
La presencia de Arsenio Lupin en un barco hacia La Española causa un gran revuelo. Este es uno de los personajes más misteriosos de la literatura, que en esta ocasión logra tener en vilo a un grupo de pasajeros. Finalmente, en tierra firme, logran quitarle su disfraz.