La muerte de la abuela propicia el encuentro entre dos niños, uno citadino y otro pueblerino, ante la mirada adulta recelosa. Ese último le muestra qué tiene su caja de limpiabotas y cómo se lustran los zapatos. Maravillado por el proceso, el niño de la ciudad da un recorrido con la caja y por un momento ambos niños son iguales. Al partir, ¿Qué se lleva cada uno?
El parque Colibrí y todos sus habitantes cuentan con Gaetano y su abuelo Papou como guardianes. Papou ha contado a su nieto todas las maravillas de la naturaleza a través de ese pequeño bosque. Una mañana el parque y sus criaturas corren peligro, pero un requeteplan del abuelo y los brincaminos salvan a todos los seres vivos del Colibrí.
Los animales se aburren como ostras. Pasan el tiempo debajo de un árbol de flamboyán,echándose freco y mirando a las hormigas subir por el tronco. Hasta que un día, una bandada de cotorras les propone un inesperado concurso que va a sacarlos de su pereza y desánimo. Una fábula sobre el esfuerzo, la autoestima y las habilidades propias.
Había una vez una almohada muy especial que pertenecía a José Antonio. De un lado, el durmiente soñaba sus sueños y del otro daba respuestas a situaciones concretas y reales que otros niños le consultaban a nuestro protagonista. Pero un día la almohada cayó en manos de unas personas malvadas, avaras, vanidosas y envidiosas. ¿Y saben lo que hizo? Pues no se quedó de brazos cruzados, decidió darles su merecido. Esta es la historia de una almohada que descubre el corazón de cada persona.
Carlitos está deseoso de llegar a pasar el verano con sus abuelos cocolos. En el batey de San Pedro de Macorís podrá jugar pelota con sus amigos, salir a coger cangrejos con Papá Viejo y, lo que más le gusta, entrar a la cocina de Mamá Ñola, con sus ollas burbujeantes, sus ingredientes misteriosos y sus irresistibles sabores. Panecicos de yuca, chivo guisado, mondongo, arroz con lentejas, domplines, todo se prepara en su maravillosa cocina. Aunque el abuelo dice que cocinar es cosa de mujeres, Carlitos sueña con que algún día será un gran cocinero... ¿o será pelotero?