Estos cuentos presentan las habilidades de los gatos y su relación con los humanos. Tocan el piano como Mozart, pintan como Pollock y viven como perros y gatos. Interrumpen los juegos de mesa y atraviesan el teclado de una computadora. Finalmente son la musa de un pintor y testigos de una amistad.
Yaniris es una niña que llega muy pequeña a España, junto a sus padres y hermano. La familia se apresta para ir de vacaciones a Santo Domingo, y Yaniris se pregunta qué puede llevarles a sus amiguitos de su antigua escuela en Hatillo. En lo que recuerda las flores rojas del flamboyán, los jugosos mangos y el soleado patio de recreo, de pronto le llega la imagen de la biblioteca escolar con los estantes casi vacíos. Ya tiene la solución: antes que caramelos o juguetes, el mejor regalo que puede llevar es UN LIBRO en su MALETA.
Prietica espera con ganas la llegada de su abuela Julia. La niña vive en Copey. Sobre una mata de jagua, observa el campo a su alrededor y sueña con conocer el mar. Ese día la abuela viene con preciosos regalos: sus increíbles narraciones de leyendas tainas y, algo inesperado, una cotorra a la que nombran Fufa. Pero Prietica está triste porque sus padres se van para Nueva York y,' para apenarla más, resulta que Fufa se escapa. Quizá entre las historias del pueblo taino y sus dioses, y el viaje que emprenden la niña y su abuela a lomo del caballo Azabache, que las lleva a lugares inesperados, ella vuelva a ser feliz. Una historia sobre los lazos de familia, la apacible vida en el campo y el legado de los primeros pobladores de Quisqueya.
En un tiempo pasado, San José de las Matas, un grupo de niños y niñas se divierten en un patio encantado donde la magia parece posible. Hadas, duendes, fantasmitas y una Maga de los Juegos de los Niños los acompañan. Mientras disfrutan a más no poder jugando bellugas, veinticinco y un tapón, un-dos-tres-pisá-colá, al fufá, al trompo embollao y muchos otros juegos tradicionales, fortalecen su amistad y aprenden a manejar las situaciones de la vida. Es el caso de La Pova, tan pendiente del regreso de su madre - emigrada a otras tierras- que hace una promesa difícil para conseguir su deseo.
El pequeño ratón Arquímedes quiere ser tan grande, tan grande... ¡cómo un elefante! O mejor, ¡cómo la torre Eiffel! No, ¡cómo un trasatlántico! Solo ve ventajas a su diminuto tamaño, pero sus amigos más grandes le explicarán que en realidad es una suerte ser tan pequeño... Aunque todo depende del cristal con que se mire.
Conejito está verdaderamente preocupado: en el colegio se están preparando para celebrar la Fiesta de la Familia, pero resulta que el es el único hijo único de su clase... Un recorrido por las divertidas familias de sus compañeros le servirá para darse cuenta de que ¡no está solo y que el tambien tiene una gran familia!