Todos los cocodrilos saben llorar, excepto Hugo. Y eso le acompleja mucho. Afortunadamente, tiene una buena amiga con unos cuantos trucos para arrancarle algunas lágrimas por pena, rabia o miedo... ¿Funcionarán?
Incluso los leones tienen miedo...especialmente a la hora de irse a dormir, cuando se imaginan que hay fantasmas bajo la cama y monstruos en el armario. Pero no existe un miedo tan grand4e que no pueda superar con la ayuda de un buen amigo.
¿Te dan un poquito de miedo los vampiros, las brujas o los fantasmas? ¡Los de este libro no! Estás invitado al banquete de viernes 13 en un cementerio muy divertido, puedes aprender lecciones de cocina con Frankenstein, acompañar a Drácula al dentista o ayudar a personajes con algunos problemillas, como un fantasma miedoso o un murciélago con vértigo. Y cuando termines de leer, atrévete a jugar con las actividades aterradoras del final.
Los pequeños lectores de hoy son los ciudadanos de mañana; por eso, si queremos una sociedad más solidaria y justa, además de dar a los niños una enseñanza académica, tenemos que formar en valores como la empatia, el respeto o la responsabilidad.
La relación que se establece entre los hermanos dentro de la familia ayudará a los niños a moldear su actitud ante los demás fuera del círculo familiar: la complicidad y la generosidad entre ellos, o la cooperación y el trabajo en equipo, son algunos de los aspectos que configurarán el carácter de los más pequeños.
Los pequeños lectores de hoy son los ciudadanos de mañana; por eso, si queremos una sociedad más solidaria y justa, además de dar a los niños una enseñanza académica, tenemos que formar en valores como la empatia, el respeto o la responsabilidad.
Normas sociales tan básicas (pero no por ello menos importantes) como dar las gracias, pedir las cosas por favor, ser puntuales o no tirar papeles al suelo, entre otras, es lo que tratan estos cuentos para que los más pequeños aprendan a ser educados de una forma divertida.
Los pequeños lectores de hoy son los ciudadanos de mañana; por eso, si queremos una sociedad más solidaria y justa, además de dar a los niños una enseñanza académica, tenemos que formar en valores como la empatia, el respeto o la responsabilidad.
Los amigos son los aliados perfectos que acompañan a los más pequeños en los pasos iniciales de su vida. En el parque, en la escuela, - en el vecindario... los amigos les ayudarán a crecer y les acompañarán en sus primeras experiencias vitales, dejando una huella imborrable.