Cada noche, Mónica ve la luna desde su ventana. Quiere jugar con ella, así que su papá sale a buscarla. Pero, cuando consigue llegar hasta ella, se da cuenta de que llevársela es más complicado de lo que parecía. Sin embargo, encontrará una solución maravillosa.
- Una encantadora historia sobre el amor de un padre que no conoce límites.
- Ilustraciones llenas de color que atrapan al instante.
- Con increíbles páginas desplegables.
Una historia clásica, dulce y tierna que ha encantado a miles de lectores y que vuelve a estar disponible para todos los públicos.
Un cuento de Bea Taboada, autora de A veces mamá tiene truenos en la cabeza, sobre paternidad y la conciliación familiar.
El regalo perfecto para los papás que pintan mucho.
Mi papá de pequeño dibujaba dinosaurios. Ahora es arquitecto, y dibuja casas y planos.
También le gusta pintar caritas sonrientes en mi agenda del cole y corazones de tomate en los macarrones.
Papá siempre me explica que es importante esforzarse mucho, pero que no pasa nada si a veces, pintando, nos salimos un poco de la línea. Dice que es mejor acabar un poco manchado que no pintar nada.