INFANTIL

La imagen del trapecista se encuentra sobre la camiseta de Nico. Un día, el trapecista decide ir a conocer el mundo de la ciudad en que vive. Como es un dibujo pequeño, enfrentarse a los carros, los edificios y a la gente se convertirá en una extraordinaria aventura llena de peligros. Pero en esas andanzas también conocerá a las letras A y S, Anónima y Sociedad, que se convertirán en sus mejores amigas. Juntos van a alcanzar la fama, que no estaba en sus planes.

Gracias a su amistad con el inspector Dupin y con el gobernador del estado de Massachusetts, la máxima autoridad en Boston, el joven Poe ha conseguido el dinero para viajar a Irlanda con sus dos hermanos. Quieren encontrar a su auténtico padre, quien, según las pistas que tienen, vive en Dublín. Lo que no esperaban cuando iniciaron el viaje, llenos de ilusión, era que la travesía en barco se convertiría en una peligrosa aventura, incluyendo un robo y un asesinato.

Freddie Yates tiene un plan secreto brillante. Bueno, no tan secreto y no tan brillante. En realidad, podría haberselo pensado mejor antes de embarcarse en la aventura de encontrar a su padre biológico. ¡Ojalá hubiera metido más calzoncillos en la maleta! Y es que en su viaje no estaba previsto que participara en un concurso anual de comedores de cebolla, ni que apareciera Trev el Grandullón, ni que saliera por televisión junto a sus dos mejores amigos disfrazado de Supergirl. A Freddie le encantan los datos curiosos, pero le queda uno muy importante por aprender: los viajes están llenos de imprevistos y, a veces, te llevan al destino menos esperado...

Una novela de ciencia ficción sobre la amistad verdadera y el poder que tiene para afianzar la propia identidad. Durante la persecución al malvado Borbak, una amenaza para la Federación Estelar, la nave de Ónix cae sobre un planeta con vida primitiva llamado Tierra. Ónix sabe que hay en él una especie inteligente, pero aún muy rudimentaria para pertenecer a la Federación. Sin embargo, le urge entrar en la mente de un humano para sobrevivir, pues Ónix es pura energía. No encuentra donde escoger y en el último momento, antes de quedarse sin fuerzas, entra en la mente de un niño que duerme: Guillermo, de doce años…