«Había una vez cuatro conejitos que se llamaban Pelusa, Pitusa, Colita de Algodón y Perico.»
Así comienza la historia clásica de Beatrix Potter protagonizada por un travieso conejo llamado Perico. Hace 120 años, desde su cómoda casa en el distrito de los Lagos, en Inglaterra, Beatrix Potter escribió e ilustró una historia para enviar, en forma de carta, a un amigo suyo que estaba enfermo. A partir de aquí empezaron a fluir las historias y desde entonces, el simpático conejito se ha colado en el corazón de miles de lectores de todo el mundo.
Cuando los Supergenios tienen una pregunta, ¡no paran hasta encontrar la respuesta!
Alejo, Mar, Teo y Bruna son unos niños muy curiosos... y ser tan curioso a veces puede meterte en un buen lío.
Esta vez se han empeñadoen aprender cosas sobre el cuerpo humano, y, para conseguirlo, ¡viajarán al interior de un cuerpo de verdad!
*¿Sabías que al respirar producimos un gas que se llama CO2?
*¿Te has preguntado alguna vez por qué los pies y las axilas huelen mal?
*¿A qué no sabías que el intestino delgado puede medir hasta siete metros?
*¿Sabes por qué los bebes no saben hablar y los niños sí?
¡Todos estos datos y muchos más te están esperando!
¡El diario más loco de Gero!
¡Hola! Si aún no me conoces, soy Geronimo Stilton. Sé que es un nombre demasiado largo, así que llámame Gero. Vivo en Ratonia y, cuando no me queda más remedio, voy al colegio. Eso si no me cruzo con alguna señal de «Prohibido». Ahí solo se me ocurre hacer una cosa. ¡¡¡IGNORARLA!!!
Trolli se ha enfadado conmigo, me ha escondido mi último chocolate y me ha castigado a copiar mil veces «No me volveré a comer las hojas de los libros». ¡Jooo, qué injusticia!
No pienso hacerle ni caso. Voy a usar este cuaderno para escribir un diario supersecreto y trazar un plan para recuperar lo que me pertenece.
¿Queréis ver cómo rescato mi chocolate como un auténtico héroe? ¡Pues que empiece la misión!
Volar, uno de los anhelos más antiguos que se conoce, ha inspirado
cientos de creaciones fantásticas. Desde Dédalo, el arquitecto griego,
hasta los exitosos hermanos Wright, la historia vio pasar innumerables
aventureros cuyo único y peligroso deseo fue acompañar el vuelo de las
aves. Un imprudente capricho que muchas veces terminó en fracaso.
Científicos, filósofos, doctores, pero por sobre todo locos, pueblan esa
extensa galería de precursores de la aviación. Cada uno hizo su aporte,
a veces acertado, a veces no tanto. Esta es la historia de uno de ellos.