En el viaje de regreso a Madrid desde los Estados Unidos, Lydia, cubana residente en España, mira su móvil. En el tiempo de espera en aeropuertos, los recuerdos brotan a través de la pantalla del teléfono: mensajes de texto, sueños, intercambios sexuales virtuales, conversaciones familiares que hacen patente la experiencia migratoria de recorrido itinerante, la relación violenta con su ex, la muerte de su padre, la lejanía con su madre, las malas decisiones, la pérdida del amor, la ruptura con su mejor amiga, las percepciones acerca de la racialización, y un dolor persistente que lo atraviesa todo.
Rom com (abreviatura de romantic comedy), da título a esta novela que nos sumerge en las múltiples variables del romance (amistoso, familiar, violento, de todo menos cómico, sexual, uno que abraza y repudia países e ideas de hogar) y nos ata sin remedio a ese lenguaje que desborda en sus páginas: una voz que sirve para comunicarse en todos los idiomas, que no tiene miedo a la mezcla como máxima pureza.
El enemies to lovers más spicy que leerás jamás.
El odio nunca había sabido tan bien. El amor nunca había sido tan fuerte.
Addie. Impulsiva. Valiente. Decidida.
Hunter. Billonario. Engreído. Odioso.
Un amor prohibido.
Las ganas de perseguir los labios del otro para siempre.
Dos corazones que piensan saltarse todas las reglas.
Estarán juntos aunque arda el mundo
Olivia tiene treinta años y está perdida. Acaba de divorciarse, ha dejado su trabajo y se ha mudado a Madrid.
En la ciudad no tiene nada. Bueno, sí, tiene a su amiga Camila ―proyecto de sexóloga― y a Cris. Así que, en verdad, lo tiene todo.
Tiene todo lo que necesita para encontrarse, pero eso, de momento, no lo sabe. De momento solo sabe que la vida es una montaña rusa en la que descubrirá el buen sexo ―y el malo―, el amor ―y el desamor― y perseguirá un sueño que tal vez no llegue a cumplir.
Por lo menos no está sola. ¿Te atreves a perderte con ella en la ciudad?
Un sport romance entre cámaras y touchdowns.
Trinity Henderson no solo quiere ser una directora de cine famosa; está decidida a hacerlo realidad, incluso si tiene que preparar un PowerPoint épico para convencer a sus padres.
Por su parte, Travis Watkins, el quarterback estrella de los UCLA Bruins, vive la vida universitaria al máximo: deportes, fiestas y cero dramas emocionales.
Pero las cosas se ponen tensas cuando Trinity y Travis se ven atrapados en una batalla por el estadio Rose Bowl: ambos lo necesitan el mismo día. En este choque de sueños y estrategias, tendrán que ganar el partido más importante de sus vidas, donde no solo sus pasiones están en juego, sino también su futuro.
Bienvenidos al hotel Forest Manor, un encantador establecimiento en el que tanto los huéspedes como el personal son como de la familia. Excepto Izzy y Lucas, claro, pues la rivalidad que hay entre ellos es tal que incluso les han prohibido coincidir en el mismo turno.
Tras dos años de penurias, tal vez haya llegado el momento de que el hotel cierre sus puertas para siempre. Pero entonces Izzy devuelve un anillo perdido a su dueño y la recompensa que recibe convence a la dirección de que tal vez hayan encontrado la solución a sus problemas. Quedan cuatro anillos más en la caja de objetos perdidos, y recae sobre Lucas y ella la responsabilidad de salvar sus empleos.
Conforme su amarga enemistad va tornándose en algo diferente (y mucho más complicado), ambos comienzan a preguntarse si podría estar en juego mucho más que el destino de su querido hotel... ¿Podrán salir de diciembre con el corazón intacto?
Jokin tiene tres problemas:
El primero es que se ha mudado a Seúl para reencontrarse a sí mismo, pero su plan empieza a hacer aguas.
El segundo es que ha visto a su ex, Ji-ho y, en vez de actuar como un adulto maduro y saludar, ha huido corriendo como si fuera a poder evitarlo, cuando es el hermano de su única amiga en Seúl.
El tercero se llama Kwang, tiene el físico de un idol y ha dejado claro su interés en él. ¿El problema? Que son compañeros de trabajo.
¿Podrá Jokin enfrentarse al pasado y pasar página? ¿Elegirá a Ji-ho o a Kwang? Pero, sobre todo…, ¿conseguirá encontrar lo que realmente está buscando: a sí mismo?