Tirana memoria relata la historia de Haydée, escrita de su puño y letra en el diario que teje y desteje mientras espera a que su marido, Pericles Aragón, salga de la cárcel, y a que su hijo Clemen escape del país. Allí confluyen lo personal y lo político, la atmósfera de creciente violencia y la angustia de la protagonista, inseparables del trauma de la dictadura.
Desmoronamiento retoma a Clemen Aragón en el momento de sus nupcias con Teti, la única hija de un matrimonio hondureño de clase alta, los Mira Brossa, que harán todo lo posible para frustrar la unión. Un retrato demoledor de dos estirpes enfrentadas, espejo de las entonces conflictivas relaciones entre Honduras y El Salvador.
En La sirvienta y el luchador acompañamos a María Elena, la sirvienta de los Aragón, con la que Clemen tuvo un enredo. Ante la desaparición de uno de los descendientes de la familia, en los inicios de la guerra civil, María Elena se enfrasca en su búsqueda, junto a El Vikingo, un exluchador convertido en torturador que tiempo atrás fue su pretendiente.
Una obra vasta y atrevida sobre los secretos de familia y los misterios del universo.
Es 1986, ha habido una explosión en la central de Chernóbil, y Syvert Løyning, de diecinueve años, acaba de volver del servicio militar. En casa, en el norte de Noruega, lo esperan su madre y su hermano. De su padre, de quien tomó el nombre, y que murió cuando él era pequeño, solo le queda el recuerdo. Un recuerdo que, a medida que las noticias de Chernóbil se vuelven más inquietantes, no hará más que crecer: un día su padre se le aparecerá en sueños, despertando una curiosidad que hasta entonces no había tenido, y que se volverá más intensa tras el hallazgo de unas cartas que apuntan hacia la Unión Soviética.
Muchos años después, con la Unión Soviética ya desaparecida, la bióloga evolutiva Alevtina Kotov también va al encuentro de su familia: es el ochenta cumpleaños de su padrastro, el hombre que la crió, y ella y su hijo se disponen a celebrarlo con él. Al contrario que para Syvert, su padre biológico no es un recuerdo lejano: es un completo enigma, que Alevtina nunca se ha molestado en desentrañar. Pero en las clases que da en la Universidad de Moscú no reconoce a la científica que pudo haber sido, y la frustración que siente la llevará a indagar en territorios nuevos. Cuando se adentre en los de su origen, un hilo se tenderá entre espacios y tiempos, uniendo la Noruega de los ochenta y la Rusia de hoy en un despliegue de revelaciones.
Este es un libro largamente esperado: la poesía completa de una de las autoras más deslumbrantes y admiradas de la literatura reciente. Es también la constatación de un corpus que adquiere toda su coherencia leído desde sus primeras etapas, y consolidado en los títulos que ha asentado su prestigio. Aquí se encuentran, estructurados en tres partes («No pondrás nombre al fuego», «Lo que el pájaro bebe en la fuente y nos es agua» y «Fuera de obra») sus poemas radicales inspirados en las culturas orientales, las fronteras porosas de su poética con la filosofía, y los libros inapelables que plantean la relectura de los mitos y los grandes referentes clásicos, además de sus brillantes exploraciones de las formas caligramáticas, sus interacciones con la pintura, sus nuevas propuestas de poemas dramáticos. Una poesía total que sólo puede apreciarse en un volumen como este.
2024: Año Sexton
Toda la obra poética de una de las autoras más influyentes de la poesía contemporánea, ganadora del Premio Pulitzer, en una nueva traducción por su 50.º aniversario.
Anne Sexton hizo de sus experiencias personales como mujer y escritora el centro de su obra lírica, y fue pionera a la hora de retratar sin tapujos la realidad del deseo, el matrimonio, la maternidad, la masturbación, el aborto, el alcoholismo, la salud mental y física, o el impulso de muerte. Junto a estos temas, también la amistad, la resiliencia y la vitalidad tienen un espacio en su poesía. Como dice Maxine Kumin en la introducción a este volumen, «las poetas en especial tienen una deuda con Anne Sexton, quien entró en territorios nuevos, desmontó tabús y soportó infinidad de ataques por el camino debido al descarode los temas tratados. [...] Sexton se ha ganado su lugar en el canon». Hoy, la ganadora del Premio Pulitzer por Vive o muere ocupa un lugar de honor en ese canon y su voz se ha consolidado como una de las más relevantes de la literatura estadounidense del siglo XX.
COMO DE QUINCEY Y TANTOS OTROS, he sabido, antes de haber escrito una sola línea, que mi destino sería literario. Mi primer libro data de 1923; mis Obras completas, ahora, reúnen la labor de medio siglo. No sé qué mérito tendrán, pero me place comprobar la variedad de temas que abarcan. La patria, los azares de los mayores, las literaturas que honran las lenguas de los hombres, las filosofías que he tratado de penetrar, los atardeceres, los ocios, las desgarradas orillas de mi ciudad, mi ciudad, mi extraña vida cuya posible justificación está en estas páginas, los sueños olvidados y recuperados, el tiempo... La prosa convive con el verso; acaso para la imaginación ambos son iguales.
Felizmente, no nos debemos a una sola tradición; podemos aspirar a todas. Mis limitaciones personales y mi curiosidad dejan aquí su testimonio.
J.L.B.
EL ESCRITOR VIVE, la tarea de ser poeta no se cumple en determinado horario. Nadie es poeta de ocho a dos y de dos a seis. Quien es poeta lo es siempre, y se ve asaltado por la poesía continuamente. De igual modo que un pintor, supongo, siente que los colores y las formas están asediándolo. O que un músico siente que el extraño mundo de los sonidos —el mundo más extraño del arte— está siempre buscándolo, que hay melodías y disonancias que lo buscan. Para la tarea del artista, la ceguera no es del todo una desdicha: puede ser un instrumento.
J.L.B.