Eduardo Chirinos (Lima, Perú, 1960-Missoula, Montana, 2016) es conocido como poeta, ensayista, traductor y autor de cuentos para niños. Sus libros de poesía son: Cuadernos de Horacio Morell (1981), Crónicas de un ocioso (Premio Municipalidad de Lima, 1983), Archivo de huellas digitales (Premio Copé, 1985), Rituales del conocimiento y del sueño (1987), El libro de los encuentros (1988), Canciones del herrero del arca (1989), Recuerda, Cuerpo? (1991), El equilibrista de Bayard Street (Premio El Olivo de Oro, 1998).
A lo largo de su celebrada carrera, Mary Oliver ha conmovido a innumerables lectores con sus versos de brillante factura, en los que despliega su amor por la naturaleza y los poderosos lazos que unen a todos los seres vivos. Se trata de una poesía de la atención, que es, como ella misma sostuvo, el principio de la devoción.
Cuidadosamente seleccionados por la autora, estos poemas recogen lo mejor de una trayectoria de más de cinco décadas, que abarca, con su propuesta de lectura cronológicamente inversa, desde su último poemario, Alegría, publicado en 2015, hasta su primer libro de poesía, Ningún viaje y otros poemas, que vio la luz en 1963, cuando la poeta tenía veintiocho años. Estamos, pues, ante una antología definitiva de una de las poetas más idóneas y pertinentes para los retos espirituales del siglo XXI.
Publicado originalmente en 1915, Antología de Spoon River es un gran fresco de la vida en un pueblo del Medio Oeste norteamericano que se convierte, por obra y gracia de la palabra poetica, en emblema de los deseos y las pasiones, los miedos y las angustias, las aspiraciones y las renuncias, los triunfos y las derrotas vitales de todos y cada uno de nosotros. Los 244 personajes que desfilan por sus páginas nos hablan desde la tumba y pronuncian su propio epitafio. Al hacerlo, nos dan un fragmento de vida que se entreteje con todos los demás para urdir la gran epopeya norteamericana del siglo veinte. Esta edición bilingüe de Antología de Spoon River, que presentamos en la soberbia traducción de Eduardo Moga, no es solo un libro clásico, sino tambien un libro vivo, crónica palpitante de la interioridad humana. Y sus personajes son una representación fidedigna de los caracteres del mundo, habitantes de un rincón de los Estados Unidos, pero moradores posibles de cualquier nación, de cualquier paisaje.
El Hyakunin Isshu es una de las antologías más emblemáticas de la poesía clásica japonesa. Esta recopilación elaborada por el insigne poeta y erudito Fujiwara no Teika reúne cien poemas de cien poetas creados entre los siglos vii y xii, entre los que se encuentran los de autores fundamentales de la literatura japonesa como Murasaki Shikibu, Ariwara no Narihira o Sei Shonagon, así como de emperadores, emperatrices, príncipes y princesas.Los poemas del Hyakunin Isshu se han leído, estudiado y versionado desde su creación hasta la actualidad y son una fuente inestimable para conocer la refinada vida aristocrática o, lo que es lo mismo, poética de la época de máximo esplendor cultural de Japón. Sus versos evocan refinados sentimientos con sutileza y elegancia que tratan temas como el amor, la muerte o la soledad bajo el código estético y sofisticado de la poesía clásica.
«Tengo que escribir sobre el placer que siento al escribir por encima de un dibujo. Esto es lo que hay que decir: entre los 7 y los 22 años pensé que iba a ser pintor. A los 22, murió el pintor que había en mí y empecé a escribir novelas. En 2008, entré en una tienda y salí con dos enormes bolsas llenas de lápices y pinceles; luego, entre el placer y el temor, empecé a dibujar en pequeños cuadernos. No, el pintor que había en mí no estaba muerto».
Desde hace quince años, Orhan Pamuk escribe y dibuja a diario en sus cuadernos. Anota sus pensamientos sobre la actualidad, dialoga con los personajes de sus novelas, confiesa sus miedos y preocupaciones, narra sus encuentros y viajes y reflexiona sobre el amor y la felicidad.
Por primera vez, el escritor que soñaba con ser pintor nos muestra una cuidada selección personal de sus dibujos, una bellísima aproximación a la íntima y prolífica lectura que hace Pamuk del mundo y de la vida a través de un conmovedor mosaico de paisajes y reflexiones. Recuerdos de montañas lejanas se convierte así en un verdadero espacio artístico alejado del diario o las memorias tradicionales, dando lugar a un libro singular e inimitable.
Un hombre despierta en el claro de un bosque de lo que parece ser la Inglaterra medieval, sin ningún recuerdo sobre quién es, de dónde procede ni por qué está allí. Perseguido por un grupo llegado de su propia época, su única posibilidad de sobrevivir pasa por recuperar la memoria perdida, conseguir aliados entre la gente del lugar y quizás incluso confiar en sus supersticiosos alardes. Su única ayuda del «mundo real» debería haber sido un manual titulado La guía del mago frugal para sobrevivir en la Inglaterra del Medievo, pero el ejemplar que tenía explotó en el traslado. Los escasos fragmentos que logró rescatar le proporcionan pistas sobre su situación, pero ¿logrará atar cabos a tiempo de sobrevivir?