Estos poemas los encontró Inmaculada Pelegrín (Lorca, 1969) una mañana de enero en un lugar llamado Farrera con vistas al Alto Pirineo. Por esta circunstancia no debe extrañar que, al leerlos, huelan a hierba y a pan de centeno o se escuche, de fondo, bramar un cabirol. Fue imprescindible, para que ocurriera, que estuviesen por allí Fernando Carreter, conductor de diligencias; su hijo Saúl, descifrador de contraseñas; y Tito Pedro, un ermitaño sabio que los acogió en su eschatia. Aunque debatieron mucho sobre el tema, ninguno se atreve a afirmar si cuando decimos la teoría de las cosas nos estamos refiriendo a que nosotros tenemos una teoría sobre las cosas o a que las cosas tienen su propia teoría sobre el mundo.
Este es un libro sobre el ayer perdido vuelto a recuperar con las palabras. La nostalgia de la patria lejana divisada en las brumas de la memoria. Los pasos extranjeros del muchacho nicaragüense que escribe, ensayando su destierro desde niño. Y los pasos perdidos de los exiliados en las calles y plazas ajenas, cargando con su miseria y sus penas. Nómadas, inmigrantes ilegales. Nadies. Expatriados, desterrados, la garra de la lejanía clavada en el corazón. La lenta prisa del que camina en dirección opuesta. La búsqueda sin fin de la identidad perdida, las huellas dactilares borradas de las manos de la madre por la lejía. La carga de los recuerdos que no alivia sino la escritura cuando se toca fondo. ¿Cómo nombrar lo que no tiene nombre? De esta manera, con la poesía, tocando fondo.
«En el siglo XX, en Europa», dice el narrador, «no queda lugar para tierras misteriosas ni anacrónicas aventuras robinsonianas…» Pero un joven seminarista, excelente traductor del griego y del latín, y absoluto ignorante de los códigos del mundo, se ve compelido a protagonizar una extraña peripecia…En El año de Gracia se reúnen muchos de los elementos de la novela clásica del género ―tempestades, naufragios, una isla desierta e, incluso, un especialísimo y ocurrente salvaje…― pasados por el tamiz peculiar al mundo onírico de la autora.
El silbido vulnerable del jilguero me despierta, a veces, desde la ventana de la habitación. Y, como las gotas condensadas, empiezo a deslizarme por la memoria. Viajo otra vez a la tierra que habité, ahora curtida por el presente, y recuerdo todas las heridas existentes. Creo que fue en ese instante cuando empecé a escribir. O había sido antes, no sé. La memoria a veces es confusa. A veces, sin embargo, no escucho su silbido y hablo con el silencio, que me recuerda las ausencias que no vuelan. Entonces, les escribo y dejo que vuelen sobre el papel.
En Fenómenos, primer poemario de Kelvik Pineda, se expresa con fuerza y contundencia el dolor humano y la angustia existencial: la realidad brutal de la vida que también involucra la muerte y la impotencia y furia de no poder cambiar nada, porque son precisamente los poderosos quienes tienen el control de todo. La alienación que se vive en las grandes ciudades, el exilio, la inadaptación, el aislamiento y la incertidumbre ante el futuro; la memoria viva del terror de violencias pasadas y culpas soterradas, el recuerdo de un amor distante o perdido, las contradicciones identitarias y las interrogantes sobre el ser en su relación con el mundo, son algunas de las cuestiones que aborda esta poesía, así como la consciencia de libertad, pero en soledad, la desesperación silenciosa, el hartazgo y el vacío de vivir bajo el régimen de la mentira, la angustia e imposibilidad de salir del laberinto, y el deseo de huir de uno mismo y saltar hacia la nada.
Un secreto celosamente guardado duerme en las calles de Madrid. Cris Stoian despierta en un lugar desconocido, sin recordar nada y con la única referencia de una nota dejada por su hermano Daniel. Cuando, además, descubre su cuerpo cubierto de espantosas cicatrices, un abismo se abre bajo sus pies. ¿Quién es? ¿Qué hace escondida allí? ¿Por qué en su nota su hermano le pide que no salga ni contacte con nadie?
En la frenética búsqueda de su propia identidad, Cris asiste impactada a la transformación que está sufriendo la ciudad, algo imparable, insospechado, sobrecogedor. Descubrir su origen, su significado y su relación con lo que le ocurrió traerá de cabeza a las autoridades. Sin embargo, las respuestas no están en sus manos.