Con una escritura a la vez exquisita y natural en la que despuntan la ternura y el humor, Mariana Sández nos brinda una sátira social donde se funden lo más mordaz y lo más bello de la vida.
Dorothea Dodds lleva 59 años viviendo sin que se note. A la sombra de un hermano ausente y problemático, es ella quien se ocupa de sus padres. Es hija, secretaria, ama de casa y adhesivo invisible que lo sostiene todo. Es, sin lugar a dudas, la persona ideal que cualquiera querría dejar a cargo de su casa durante las vacaciones de verano. Y un buen día, cuando necesita escapar de todo, eso es precisamente lo que decide hacer. Con la ayuda de su prima inglesa, Mary Lebone, Dorothea consigue trabajo cuidando casas y mascotas a lo largo y ancho de la campiña inglesa, y en estos atisbos de vidas ajenas encuentra pistas sobre la suya propia. Con una prosa que sigue la huella de Natalia Ginzburg o Iris Murdoch, La vida en miniatura es un libro de viajes donde el camino se recorre por dentro: Dorothea cruza los campos de Inglaterra a la vez que desanda episodios clave de su pasado y aprende a vivir en su presente.
Walter Tevis, autor de Sinsonte y El buscavidas, demuestra su capacidad de combinar distopía y humor en unas novelas que retratan lo peor de nuestro mundo.
Año 2063. Los recursos de la Tierra se están agotando. Todas las expediciones espaciales en busca de nuevos combustibles han fracasado, China es una potencia global, Estados Unidos agoniza en manos de la mafia, y la gente se muere de frío en el centro de Manhattan. El magnate estadounidense Ben Belson es uno de los hombres más ricos del universo, un tipo inmaduro y presuntuoso que necesita demostrarle al mundo que su padre se equivocó al subestimarlo. En un momento de crisis, decide hacer acopio del poco uranio que queda en la Tierra, compra una nave y pone rumbo a un planeta que inmediatamente bautiza con su propio nombre y en el que crece un tipo de hierba inteligente cuyo canto enerva los sentidos. Las misiones siderales están prohibidas desde hace tiempo, pero él se ha acostumbrado a salirse con la suya y, con la excusa de encontrar una respuesta a la crisis energética, se lanza al vacío del espacio para superar su vacío existencial. Así, lo que empieza siendo una excentricidad más acaba convirtiéndose en la expedición del siglo. De repente, el futuro de la humanidad está en sus manos, aunque, en realidad, él solo quisiera despejarse un poco.
«Ninguna otra época ha estado tan marcada por el deseo de cambiar de vida. En algún momento de nuestra existencia todos queremos ser otra persona».
A sus cuarenta años, porciado y padre de un adolescente al que apenas ve, Éric Kherson es director comercial de una gran marca deportiva. A pesar de su éxito laboral, se encuentra al borde de la depresión, consumido por un drama familiar. Cuando una vieja amiga del instituto le ofrece un puesto en el gobierno, él acepta. Pero la alegría es temporal. Durante un viaje a Seúl para cerrar un importante trato, Éric se va encontrando cada vez peor. De repente, en una calle cualquiera, se topa con la tienda Happy Life, que ofrece a sus clientes algo que podría cambiarlo todo: un funeral falso.
Cuando, en 1944, el periodista Pericles Aragón, crítico mordaz con el gobierno del dictador salvadoreño Maximiliano Hernández Martínez, es encarcelado, su mujer, Haydée, decide abrazar la práctica de escribir llevando un diario de los acontecimientos. Mientras descubre horrorizada los entresijos políticos de un país abocado al conflicto, Haydée describe el aumento de las detenciones, la prohibición de las visitas a los reclusos, las vicisitudes del golpe de Estado, y nos habla del entorno familiar y social de su matrimonio: las diferencias políticas entre su padre y el de Pericles y los destinos de sus tres hijos. De ellos, es Clemen Aragón, el más disoluto y una de las caras visibles del golpe de Estado, quien se verá abocado, junto a su primo militar, a escapar del país.
Tirana memoria es otro capítulo fundamental de la saga de la familia Aragón en la que Horacio Castellanos Moya entreteje magistralmente el derrocamiento de la dictadura salvadoreña con el devenir de una estirpe de hacendados y militares para quienes el destino de la patria es una cuestión de familia.
Si bien William Carlos Williams debe gran parte de su reconocimiento a la poesía, en la que introdujo conceptos novedosos como el «pie variable» y con la que trató de aprehender un habla típicamente americana en contraposición al inglés europeo, destacó también de manera importante por sus relatos en prosa. Williams, que ejerció durante toda su vida como médico de cabecera y pediatra —ejercía de día y escribía de noche hasta caer rendido—, dedicó un buen número de historias a su profesión y plasmó una sentida y conmovedora semblanza de los hombres y mujeres corrientes. Tanto por su ocupación como por su penetración psicológica y su interés en el ciudadano de a pie y el campesino, a menudo se ha comparado a Williams con Antón Chéjov. Gran impulsor del uso del habla coloquial en su narrativa, sus aportaciones al diálogo interior y el flujo de conciencia lo situaron en la vanguardia literaria de la primera mitad del siglo XX. Pero hoy son el sustrato íntimo de sus personajes y la insondable honestidad de su mirada los que, unidos a su estilo conciso y sugerente, nutrido de imágenes imborrables, lo han convertido en un clásico y en un autor poderosamente vivo para los cánones contemporáneos.
Tokyo. Fragmentos es la primera obra que se publica en España de Leopold Federmair, escritor y traductor austriaco nacido en 1957 y que desde 2002 reside en Japón. En este libro, estructurado como un paseo literario por el Japón contemporáneo, visitamos a Kenzaburo Oé, vamos al cine, entramos en hoteles, tiendas, bares o en el hospital en el que han ingresado a Mayuko, la hija del autor, viajamos en tren, paseamos por parques o por zonas residenciales, y también encontramos comentarios sobre literatura y música o reflexiones sobre el sistema educativo, el urbanismo o la cultura de Japón. Como señala en su epílogo Daniel F. Hübner, profesor de la Universidad de Zaragoza, «todo ello tiene cabida aquí, en este paseo que adquiere rango de género literario en cuanto permite dotar de unidad a los diversos fragmentos en los que a modo de capítulos se encuentra dividido el libro». Pero, tal como apunta asimismo el profesor Hübner, «este libro no solo ofrece a sus lectores un fascinante recorrido por los múltiples fragmentos en los que se descompone la caleidoscópica realidad del Japón contemporáneo. Su interés radica también en lo que revela de la persona —o del personaje— que está presente en estas páginas, ese paseante que observa una ciudad y sus gentes con la inocente sabiduría de una niña y el amplio bagaje de vivencias y referencias culturales de un escritor cosmopolita en plena madurez creadora.