Trabajar como obrero en una fábrica a los trece años; pasar la década de los sesenta en el Greenwich Village como artista plástico; colaborar con Timothy Leary en investigaciones sobre el LSD y el proceso creativo; participar de los movimientos antibélicos y de los derechos de igualdad racial y sexual; tratar a Allen Ginsberg y compartir su mismo gurú –Swami Satchidananda–, con quien convivió como discípulo un par de años; vivir siete años como monje de la orden trapense –en Estados Unidos, Argentina y Francia– y, allí, dentro de esa experiencia de total silencio, comenzar su camino en la escritura... Algo de esto y de su vida de viajero son hitos que laten en la obra de Hugo Mujica. Esta recopilación poética marca un itinerario en el que vemos iluminarse los núcleos fundamentales de la condición humana. Mujica desnuda la existencia desnudando la poesía misma, despojándola de todo ornamento y toda distracción. Al llevar el lenguaje a su expresión más esencial, el autor logra dar voz a la propia esencia de la vida.
En el año 2011, el narrador de esta novela y su familia llegaron, de un modo azaroso, a una vivienda casi en ruinas situada en un pequeño pueblo del sur de España. Un acuerdo con el propietario les permitiría hacer uso de ella mientras el encontraba financiación para construir allí unos apartamentos. Era solo cuestión de tiempo que la casa fuera derribada. Sin embargo, durante los años siguientes, pasaron largos periodos en ella, reparándola con sus propias manos, transformándola en un acogedor lugar de encuentro y celebración.
á Allí recibieron a vecinos y amigos; con ellos compartieron comida, música, trabajo y risa. Allí la familia llegó a convivir con una docena de gallinas, varios caballos y burros, dos perros y algún ratón. Nunca perdieron de vista que terminarían llegando las máquinas excavadoras, lo que convirtió la experiencia en aquella casa en una elocuente metáfora de la vida: nos entregamos a ella aun sabiendo que termina.
Al hablar de la condición humana se corre el riesgo de caer en la frivolidad, pero basta con leer cualquiera de los cuentos de Cynthia Ozick para olvidarse de las frases hechas y asumir lo que es ajeno como nuestro.
En esta recopilación de cuentos descubrimos a hombres y mujeres que a primera vista podrían parecer seres patéticos, pero que en el fondo conservan y muestran su dignidad, a menudo gracias a la ironía, siempre tan oportuna. Si, como decía Mark Strand, vivir consiste en estar alerta y prestar atención al mundo, Cynthia Ozick, «una de las pocas maestras vivas de la literatura norteamericana» (David Foster Wallace) es el testigo que buscábamos.
«Novela de época, novela de amor, novela de iniciación, novela psicoanalítica, novela política, novela sobre hijos y sobre padres, novela acerca de cómo se construye un lector y no se construye un escritor, novela tristísima que da felicidad, novela feliz que da tristeza. Diría gracias, pero es una palabra chica. Igual la digo: gracias por haberla escrito. La voy a llevar en el cuerpo mucho tiempo». Leila Guerriero
Un fantasma viral recorre el mundo y lo contagia sin remedio con el olvido a la vez que lo inmuniza contra toda creencia en el ayer. Y el muy paciente Land -haciendo y deshaciendo memoria- se mueve a lo largo y ancho de su propia historia y de la de quienes rodean y acorralan y jaquean su infancia y adolescencia y madurez a los largo y ancho de tres Grandes Ciudades.
El periodista Dani Ramírez presenta un poemario cuyas protagonistas principales son las canciones de los Beatles, hilo conductor y banda sonora de las vidas de varias generaciones.
Un día libre y al sol, una revolución a la que atreverse, los 18 en el DNI, el hallazgo de la verdadera amistad, enamorarse, los abuelos, la cara de tu hijo al nacer. Son sensaciones concretas, descubrimientos prodigiosos... pero efímeros. Sin embargo, al escuchar una canción, los revivimos como en uno de esos sueños donde la mentira parece verdad.
PREMIO ALFAGUARA DE NOVELA 2024
Un acontecimiento poco conocido de la reciente historia de España. Una historia sobre la familia, la traición y la culpa.
«Oscuros secretos familiares encierran un pasado amenazador capaz de destruir el presente. ¿Heredan los hijos la culpa de los padres? Unanovela apasionante que pone a prueba la conciencia de los personajes y que sacude la del lector»".
Del acta del jurado
En 1916, en plena Primera Guerra Mundial, llegan a Cádiz dos barcos con más de seiscientos alemanes provenientes de Camerún. Se han entregado en la frontera guineana a las autoridades coloniales por ser España país neutral. Se instalarán, entre otros sitios, en Zaragoza y formarán allí una pequeña comunidad que ya no volverá a Alemania. Entre ellos estaba el bisabuelo de Eva y Fede, quienes, casi un siglo después, se encuentran en el cementerio alemán de Zaragoza en el entierro de Gabi, su hermano mayor. Junto con su padre, son los últimos supervivientes de los Schuster, una familia que llegó a formar un importante negocio de alimentación. Pero en los tiempos que corren el pasado siempre puede regresar para levantar ampollas.