Magnéticos e irresistibles. En cada uno de los cuentos de El buen mal, Samanta Schweblin nos abduce a otra dimensión donde quedamos en contacto íntimo con sus personajes. Encandilados por el fulgor de la inminente tragedia, vulnerables y profundamente humanos, advierten cuánto podría transformarlos la irrupción de lo inesperado. A algunos los dejará de pie frente al dolor, a otros dialogando con la culpa y a todos atravesados por la incertidumbre. ¿Importa saber qué es verdad? Se trata, de principio a fin, de ser partícipes de un fenomenal artificio literario. Con inédita perspicacia, Schweblin intuye el punto de quiebre de una voluntad, la intensidad premonitoria de un temblor y la lejanía que impone la ternura. Conoce la mejor de las infinitas posibilidades de una historia y el modo de encajar las piezas de una trama para dar con un gran relato que se hunda y proyecte, oscurezca e ilumine el día a día de la época y el alma de quienes la habitan. En su literatura, premiada internacionalmente, los filos entre realidad y ensueño deslumbran como los de un cuchillo.
Un pequeño castillo de caza en Hungría, al pie de los Cárpatos, donde alguna vez se celebraron fastuosas veladas y la música de Chopin inundaba los elegantes salones decorados al estilo francés, ha cambiado radicalmente de aspecto. El esplendor de antaño se ha desvanecido, todo anuncia el final de una época.
En ese escenario cargado de vivencias, dos hombres se citan para cenar tras cuarenta años sin verse. De jóvenes habían sido amigos inseparables, pero luego sus caminos se bifurcaron: uno se marchó a Extremo Oriente y el otro, en cambio, permaneció hasta hoy en su propiedad. Sin embargo, ambos han vivido a la espera de este momento, pues entre ellos se interpone un secreto de una fuerza singular. Todo converge en un duelo sin armas, aunque tal vez mucho más cruel, cuyo punto en común es el recuerdo imborrable de una mujer.
En los albores de la imprenta, un francés llega, en 1458, al taller de Gutenberg, en Maguncia. Su nombre es Nicolas Jenson y lo envía el monarca galo para aprender el nuevo arte de la impresión mecánica con tipos móviles. De los breves años en los que se forma junto al maestro, se llevará consigo una técnica exquisita, un decálogo de mandamientos por los que regirse en el oficio y varios colegas de profesión con los que compartir el fervor por un invento que cambiará el mundo para siempre. En Venecia, por entonces capital de la edición, Jenson abre su propio taller y, junto a una serie de grabadores, tipógrafos, cajistas, impresores, todos ellos pioneros como él, sienta las bases de la edición moderna, estandariza la escritura, introduce mejoras técnicas y, sobre todo, avanza hacia una claridad tipográfica que aún hoy permanece vigente. En su lecho de muerte, rodeado de quienes lo acompañaron en esta aventura, Nicolas Jenson -el príncipe de la imprenta- recuerda una vida dedicada al arte tipográfico, desvelando las claves, las anécdotas y el ambiente que rodearon el desarrollo inicial de una revolución tecnológica apasionante.
Vuelve Douglas Coupland con una novela para leer en «modo atracón» En los años 90, la publicación de "Generación X" convirtió a Douglas Coupland en el gran cronista de los nativos digitales. "Microsiervos", "Planeta Champú", "Todas las familias son psicóticas" o "JPod" lo confirmaron como un escritor con mundo propio, irónico y detallista, gran observador de las ansiedades y los desafíos de la sociedad hiperconectada. Tras varios años concentrado en su trabajo como artista audiovisual y gráfico, vuelve Coupland con una novela hecha de 60 microrrelatos pensados para leer en «modo atracón». Capaz de describir a un personaje con una sola frase, o un rasgo o una actitud, Coupland hace hablar a jóvenes, mayores, abuelos, enfermos, aislados, adictos, conectados entre sí pero cada uno a solas con su conflicto. Juntas, estas historias cuentan el mundo de hoy. Influenciado por autores como Margaret Drabble, Truman Capote, Kurt Vonnegut, Joan Didion y los escritos de Andy Warhol, Coupland se ha caracterizado por construir una obra basada en la profusión de detalles: la forma de vida de personajes, las referencias a innumerables marcas y productos del mundo del consumo ; el tono antropológico. A la manera de una novela realista del siglo XX, Coupland trazó el gran atlas de lo que el mundo de Internet estaba por hacer con el mundo occidental». Karina Sainz Borgo, "Vozpopuli"
Veinte poemas de amor y una canción desesperada es un libro doloroso y pastoril que contiene mis más atormentadas pasiones adolescentes, mezcladas con la naturaleza arrolladora del sur de mi patria. Es un libro de amor porque a pesar de su aguda melancolía está presente en él el goce de la existencia.» Con estas palabras definía Pablo Neruda este volumen que el lector tiene en sus manos, aparecido en abril de 1924, cuando el poeta apenas tenía diecinueve años de edad.
Se iniciaba así el milagro de un texto escrito por un estudiante provinciano, bohemio, pobre y poco afortunado en el amor. Con el tiempo, el joven se convirtió en un poeta universalmente consagrado, y este libro, en uno de los poemarios más leídos, publicados y traducidos en el mundo.
Viena, 1895. Durante una visita turística clandestina a la Cripta de San Esteban aparece el cuerpo de un hombre con el rostro deformado por el horror. En un momento en el que los fantasmas y el espiritismo se imponen como moda, el difunto se empeñaba en desenmascarar a los impostores que ganaban dinero estafando a la gente crédula. Leopold von Herzfeldt será el encargado de investigar el caso junto a la joven Julia, con quien mantiene una relación a espaldas del cuerpo de policía. Mientras, el sepulturero Augustin Rothmayer decide investigar la desaparecen tantos niños y qué tiene que ver un viejo cuento infantil prtagonizado por el Grajo Nocturno pensado para asustar a los más pequeños.