Si bien William Carlos Williams debe gran parte de su reconocimiento a la poesía, en la que introdujo conceptos novedosos como el «pie variable» y con la que trató de aprehender un habla típicamente americana en contraposición al inglés europeo, destacó también de manera importante por sus relatos en prosa. Williams, que ejerció durante toda su vida como médico de cabecera y pediatra —ejercía de día y escribía de noche hasta caer rendido—, dedicó un buen número de historias a su profesión y plasmó una sentida y conmovedora semblanza de los hombres y mujeres corrientes. Tanto por su ocupación como por su penetración psicológica y su interés en el ciudadano de a pie y el campesino, a menudo se ha comparado a Williams con Antón Chéjov. Gran impulsor del uso del habla coloquial en su narrativa, sus aportaciones al diálogo interior y el flujo de conciencia lo situaron en la vanguardia literaria de la primera mitad del siglo XX. Pero hoy son el sustrato íntimo de sus personajes y la insondable honestidad de su mirada los que, unidos a su estilo conciso y sugerente, nutrido de imágenes imborrables, lo han convertido en un clásico y en un autor poderosamente vivo para los cánones contemporáneos.
Protegido por puestos defensivos y tropas cosacas, se alza el Moscú milenario. Dentro de los tres anillos de defensa (y detrás de los muros del Kremlin) se alza su imponente palacio. Allí, Su Majestad el Emperador premia a lo mejor de lo mejor, a los más valientes entre los valientes, la flor del cuerpo de oficiales, el apoyo y la esperanza del imperio, con una misión. Tendrán que abandonar la capital, decorada festivamente para el día del Arcángel Miguel, e ir a las tierras oscuras que una vez pertenecieron a la gran Rusia, para resolver un misterio.
De camino a su destino destino más allá del Volga y detrás del impenetrable velo de niebla, el interrogante penderá sobre las tropas cosacas: ¿dónde desaparecieron todos los exploradores y por qué los puestos fronterizos guardaron silencio al respecto?
Cada año, miles de personas llegan a San-Er, la capital del reino de Talin, porque en su palacio tienen lugar unos esperados juegos. Aquellos capaces de hacer que su conciencia salte de un cuerpo a otro pueden competir en una lucha a muerte para ganar riquezas inimaginables.
La princesa Calla Tuolemi vive oculta. Cinco años atrás, sus padres perecieron en una matanza que dejó el palacio de Er vacío… y fue ella quien la llevó a cabo. Antes de que las fuerzas del rey Kasa la atrapen, quiere terminar su trabajo y destruir la monarquía. Su tío, el rey, vive recluido, pero siempre felicita al ganador de los juegos en persona, así que si ella gana, tendrá una oportunidad de matarlo.
Anton Makusa es un aristócrata exiliado. Su amor de la infancia lleva en coma desde que ambos fueron expulsados de palacio, y él ha tenido que endeudarse mucho para poder mantenerla con vida. Por suerte, él es una de las personas que mejor domina el arte de cambiar de un cuerpo a otro en el reino. Su última oportunidad de salvar a su amor es entrar en los juegos y ganar.
Calla forjará una inesperada alianza con Anton y contará con la ayuda del hijo adoptivo del rey Kasa, August, que quiere solucionar los males de Talin. Pero los tres tienen metas muy distintas y, cuando comiencen los juegos a vida o muerte, harán lo que sea necesario para alcanzarlas.
Una amenaza sobrevuela París. Una figura sombría, espectral, capaz de cometer las peores villanías que se puedan imaginar. Un hombre sin identidad, con la pericia de convertirse en cualquiera; un maestro del disfraz, del robo, del secuestro, del chantaje, de la suplantación de identidades y del asesinato. Fantomas es, probablemente, el primer «supervillano» de la historia tal y como conocemos actualmente la denominación, el que siguió la estela de Arséne Lupin (creado por Maurice Leblanc seis años antes) pero llevándolo más lejos. Porque, aun siguiendo la estela de Arséne Lupin, desde el momento de su publicación, en febrero de 1911, Fantomas (y las treinta y una novelas en torno al personaje que rápidamente aparecieron) se convirtió en un fenómeno de masas, cuya popularidad trascendió todos los estratos sociales y culturales.
La psicóloga forense Nash Elizondo documenta el origen de una leyenda sobre brujería en la sima de Legarrea, en uno de los Valles Tranquilos de Navarra, pero cuando desciende a la sima lo que halla es el cadáver de una joven desaparecida tres años atrás, Andrea Dancur; un caso que conmocionó al país entero, y por cuyo crimen una mujer cumple prisión. Estamos en marzo de 2020, y el hallazgo y las nuevas pistas obligan a reabrir una investigación que esta vez se desarrollará en dos planos distintos: por una parte, a través del método científico, y por otra, mediante la profundización en la psicología de los implicados y el conocimiento de los misterios ancestrales.
La primera impresión de Mi querida Lucía es una preciosa edición limitada en tapa dura con sobrecubierta en acabado soft touch luminiscente. Una vez expuesta al sol, permite que se resalten elementos destacados de la cubierta, lomo y sobrecubierta en la oscuridad.
Además, esta edición contará con dedicatoria manuscrita impresa de la autora en su interior.
Aquel sofocante verano de 2002, Lucía Romasanta, astróloga, madre soltera y redactora de la sección del horóscopo con más éxito del país, recibe una perturbadora carta de un admirador anónimo. Un texto manuscrito que la hace directamente responsable de la muerte de una desconocida en caso de que no tome partido.