El mundo de Mistborn llega a la segunda era.
Han transcurrido trescientos años desde los acontecimientos de la Trilogía Original Mistborn. Kelsier y Vin han pasado a formar parte de la historia y la mitología, y el mundo de Scadrial se halla a las puertas de la modernidad.
Sin embargo, en las tierras fronterizas conocidas como los Áridos, las antiguas magias todavía son una herramienta crucial para quienes defienden el orden y la justicia.
Uno de esos vigilantes de la ley, Waxillium Ladrian, deberá regresar a la capital para retomar sus obligaciones como líder de una casa noble. Pero pronto descubrirá que la ciudad puede ser más peligrosa que las salvajes llanuras de los Áridos.
El futuro de Scadrial pende de un hilo en la conclusión de la segunda era.
Waxillium Landra lleva años intentando dar caza a la organización conocida como el Grupo. Y cuando Marasi y Wayne encuentran un alijo de armas con destino a la ciudad exterior de Bilming, se abre ante ellos una nueva pista.
Wax descubre un explosivo capaz de desatar una destrucción sin precedentes y comprende que el Grupo ya debe de tenerlo en su poder. Por si fuera poco, un kandra inmortal le revela que Bilming ha caído bajo la influencia de un nuevo dios, Trell. Si nadie da el paso y actúa como el héroe que Scadrial necesita, el planeta y sus millones de habitantes sufrirán una repentina y calamitosa ruina.
Las imprescindibles reflexiones del Premio Nobel de Literatura J.M. Coetzee sobre el efecto de la censura en la obra de los escritores.
Este es un análisis de la censura desde la perspectiva de alguien que ha tenido que vivir y trabajar bajo su sombra. Los ensayos que recoge este volumen buscan comprender la pasión que actúa a la hora de imponer el silencio y la censura. Coetzee sostiene que una destructiva dinámica de animosidad y creciente beligerancia suele afectar a los rivales en cualquier terreno donde exista la censura.
Desde la orden que recibió Osip Mandelstam de componer una oda a Stalin, hasta Breyten Breytenbah escribiendo poemas bajo la atenta mirada de los guardias de su prisión, hasta el duelo de ingenios que Alexander Solzhenitsyn emprendió con los órganos del Estado soviético, el libro se centra en cómo los escritores se han enfrentado a lo largo de la historia con la censura, desde Erasmo hasta el sistema impuesto por el apartheid, y analiza las argumentaciones que buscan la prohibición de la pornografía, víctima habitual de la censura.
Primer volumen de la poderosa trilogía Anales de la Costa Occidental.
Los habitantes de los distintos dominios de las Tierras Altas tienen en común, entre ellos y con la tierra que habitan, la dureza, la fiereza y el orgullo. Todos se mantienen en constante conflicto con sus vecinos, continuamente roban ganado y capturan siervos, siempre buscan aumentar sus posesiones. En este contexto, lo único que logra sostener una frágil paz son los dones. Los dones son poderes. Los barre tienen el poder de llamar a los animales. Las mujeres de Cordemant pueden provocar ceguera, sordera o mudez. El brantor Ogge de Drummant tiene el poder del deterioro lento. Sin embargo, el poder más fuerte de todos, y también el más terrible, es el don de los caspro: el poder de deshacer. Orrec y Gry se han criado juntos en las Tierras Altas. Pertenecen a dominios vecinos: Orrec es hijo del brantor de Caspromant y Gry es hija de los brantors de Barre y de Rodd.
Aunque el don de Gry funciona correctamente, ella no quiere atraer a los animales para la caza. Orrec también tiene un problema: su poder de deshacer es salvaje. El suyo es el don más peligroso de todos y él no puede controlarlo... Los dones nos trae de nuevo a la mejor Ursula K. Le Guin en una apasionante y conmovedora historia magistralmente contada.
«Mata al niño, Jon Nieve. El invierno se nos echa encima. Mata al niño y que nazca el hombre.»
La victoria de los leones Lannister ha dejado tras de sí un interminable reguero de sangre: lord Tywin yace enterrado, asesinado por mano de su propio hijo; la reina Cersei está encadenada y el pequeño rey Tommen ocupa un trono que podría matarlo. El destino de Poniente pende de un hilo.
En el Muro, Jon Nieve se ve obligado a consolidar por la espada su rango como lord comandante de la Guardia de la Noche. Mientras, al otro lado del mar Angosto, Daenerys Targaryen, la Madre de Dragones, defiende su dominio contra hordas de enemigos tanto viejos como nuevos.
Tras huir a las Ciudades Libres, el parricida Tyrion Lannister podría ser la clave para que la sangre del dragón, que nunca llegó a extinguirse por completo, resurja. No obstante, todo esfuerzo tal vez resulte ser en vano. Porque ahora, verdaderamente... se acerca el invierno.
Un adolescente escapa con una chica a la que ha secuestrado tras matar con una pistola a un guardia de seguridad. Esta es la historia de una huida, una road movie en la que la maldad disimulada, la imposición de una identidad y el machismo soterrado son motivos suficientes para que el protagonista se fugue en compañía de la chica y reclame a voz en grito, en cada uno de sus actos, que lo dejen en paz.
Caídos del cielo fue adaptada al cine por el propio Ray Loriga (La pistola de mi hermano), que plasmó en imágenes ese mundo de obligaciones y retos que ponen en evidencia lo que hay detrás de él: nada.