La loca de la casa es la obra más personal de Rosa Montero, un recorrido por los entresijos de la fantasía, de la creación artística y de los recuerdos más secretos. Es un cofre de mago del que emergen objetos inesperados y asombrosos.
Paul Auster fue un gran tirador cuando apenas tenía diez años y, como la mayoría de los niños estadounidenses de su generación, creció jugando con pistolas de juguete e imitando a los vaqueros bien armados de las películas del Oeste. Pero también sabe cómo las familias pueden quedar destrozadas como consecuencia de la violencia: su abuela disparó y mató a su abuelo cuando su padre tenía solo seis años y su familia nunca se recuperó del todo de las consecuencias de aquel acto.
Ningún tema divide más profundamente a los estadounidenses que el debate sobre las armas. Actualmente, hay más armas que personas en Estados Unidos, y cada día más de cien estadounidenses mueren a causa de ellas y otros doscientos resultan heridos. Estos números son tan catastróficos y desproporcionados con respecto a lo que sucede en otros países del mundo, que solo cabe preguntarse por qué. «¿Por qué Estados Unidos es tan diferente y por qué somos el país más violento del mundo occidental?», escribe Auster.
La novela de terror que ha causado sensación en redes.
Harry, un exmarine, y su mujer, Sasha, han dejado su ajetreada vida en la ciudad para marcharse a vivir de la tierra en un rancho en las montañas de Idaho. Su maravilloso nuevo hogar se halla alrededor de quince hectáreas de campo, álamos y bosques de pinos en el valle de Teton. Aunque sus amigos no comprenden este extraño cambio de vida, Harry y Sasha no pueden estar más emocionados del futuro que están construyendo juntos y sin ayuda de nadie.
O al menos hasta que sus vecinos les advierten del espíritu que habita el valle. Uno que, dependiendo de la estación, acecha y cambia de aspecto. Aunque al principio crean que no se trata más que de una superstición local, conforme vayan pasando las estaciones, todo se volverá cada vez más peligroso y siniestro.
Un magnífico debut perfecto para lectores de Stephen King.
Una original selección de textos, algunos inéditos, acompañada de las maravillosas fotografías de Daniel Mordzinski
Apenas dos años después de la muerte del escritor chileno Luis Sepúlveda, este volumen nos sumerge en su vida más íntima, presidida por la familia y los amigos. También nos permite ver su perfil más viajero y comprometido, en particular con la política y el medio ambiente. Acompañadas por las maravillosas fotografías de Daniel Mordzinski, sus palabras nos lo vuelven vívidamente presente, al tiempo que nos llevan a lugares recónditos de la Tierra del Fuego y a otros parajes donde Sepúlveda no solo encontró historias inolvidables, sino donde también trabó amistades que el tiempo nunca apagó. A lo largo de su incansable periplo, desde el pequeño Hotel Chile en que nació o las cárceles de Pinochet, pasando por Brasil o Ecuador, hasta Hamburgo, los mares de todo el mundo y, finalmente, Gijón, ¿qué perseguía Luis Sepúlveda? ¿Un mundo mejor, un lugar donde sentirse en casa?
Howard Roark es un arquitecto joven y osado. Es individualista, inconforme, y está dispuesto a enfrentarse al establishment de la vieja profesión, que rechaza las innovaciones y cuya única ambición es rendirse al gusto de las masas.
No le resultará fácil. Solo su entereza le permitirá salir adelante y encarar los deseos de los demás personajes: un arquitecto sin vocación, una amante que no cree en el triunfo de la rebeldía, un poderoso editor que sabe que su éxito depende del favor del público y un socialista que pretende dominar el mundo e imponerle una ética bondadosa. Deberá hacer frente a una sociedad que desprecia a los grandes creadores porque no encajan en sus esquemas estrechos.
Tres personajes se dan cita en un Buenos Aires perturbador. El verano y la humedad azuzan la violencia en la ciudad, una tormenta que amenaza pero que nunca acaba de desatarse. Alejandro, un escritor ya en la madurez y desencantado, estampa su automóvil contra un preso. Y este acto violento, aunque de alguna extraña manera natural, pone en marcha un mecanismo secreto que lo conecta con Ángel, practicante de un culto ancestral. Ángel viene del norte para ocupar un cargo en la policía metropolitana, y descubre que no se trataba del puesto que había imaginado, pero se siente poseedor de cierta sabiduría heredada de su abuela, unas creencias que le permiten oír el lamento de los muertos. Y este círculo lo concluye la llegada de Mariana, hija de Alejandro, que se verá involucrada en una de las cacerías de su padre. Cozarinsky nos lleva de la mano por una ciudad que se aproxima al apocalipsis, un mundo entre real y fantástico, que toma el pulso con brillantez a la deriva de la sociedad occidental de los últimos años.