Las cartas de un gran escritor cuentan la historia de una vida que corre paralela a su obra. Las de Irène Némirovsky esbozan inicialmente el retrato de una joven apasionada que descubrió el gozo de sus primeras aventuras y la alegría de estudiar en la Sorbona en los felices años veinte. Luego van conformando una imagen más firme, la de una mujer brillante, preocupada y decidida, que se convertiría en la consumada novelista de El baile y David Golder. Una etapa en la que habla con su «querido maestro» Gaston Chérau, grandes editores y autores de la época sobre la escritura, los libros y el cine, por supuesto, pero también sobre las pequeñas cosas que componen la cotidianidad. A partir de 1938, el tono se vuelve menos desenfadado, hasta julio de 1942, cuando la correspondencia se interrumpe de forma brusca tras la trágica detención de Irène Némirovsky. Familiares, amigos, editores y admiradores toman entonces la pluma, intentando salvarla como sea y mantener vivos sus textos.
Ailsa, una impulsiva guerrera, y Saghan, un sereno sacerdote, son los Hijos de la Nieve y la Tormenta, dos jóvenes nacidos de una leyenda y llamados a superar sus diferencias y unirse para guiar un reino fundado por dos pueblos profundamente distintos. Su complicada convivencia, la fuerza aplastante del destino y la sed de venganza de un dios desterrado serán sus principales desafíos en una gesta que pondrá en vilo el devenir de los Nueve Mundos.
Diego no es un muchacho cualquiera, es el hijo del mayor héroe de la época. Su padre, Rodrigo Díaz de Vivar, se ha esforzado por convertirlo en el mejor de sus capitanes. Algo que el chico persigue sin tregua a pesar de que la devoción filial que antes le profesaba ha ido desvaneciéndose ante la mirada inquieta de su madre, Jimena. En estos últimos años, el rencor ha hecho del Cid un hombre cruel, capaz de condenar a quienes más le aman. Y Diego, siempre dispuesto a servirle como lo haría un buen vasallo, tendrá que enfrentarse con la verdad sobre su padre y señor.
Colombo, 1990. Maali Almeida, fotógrafo de guerra, ludópata y hombre gay que no ha salido del armario, se ha despertado muerto en lo que parece ser una oficina de la administración pública celestial. Su cuerpo desmembrado se hunde en el lago Beira y Maali no tiene ni la más remota idea de quién es su asesino. En una época en la que los escuadrones de la muerte, los hombres bomba y los matones a sueldo son quienes se encargan de ajustar cuentas, la lista de sospechosos es tan larga que resulta deprimente y los espectros y fantasmas que le rodean pueden dar fe de ello.
Sin embargo, incluso en el más allá, a Maali se le agota el tiempo. Solo tiene siete lunas para contactar con el hombre y la mujer a los que más quiere en el mundo y conducirlos hasta el alijo secreto de fotografías que pondrá Sri Lanka patas arriba.
Tudor es el hijo menor de dos sirvientes de la corte de un gran boyardo de la atrasada Valaquia. Desde su nacimiento, la ambición parece guiar cada uno de sus pasos, y en su arduo ascenso al poder no dudará en dejar su camino sembrado de cadáveres. En su historia se cruzan el rey Salomón, la reina de Saba, el bisabuelo de John Lennon, el general Napier y la reina Victoria. Tudor será Theodoros: bandido y pirata, pecador devoto, el terror de los mares de la Hélade. Vivirá en bosques y monasterios, presenciará batallas y milagros, y finalmente se convertirá en Tewodros: el despiadado Emperador de Emperadores, soberano absoluto de Abisinia. Theodoros constituye un ejercicio de pura libertad creativa en una narración torrencial, libérrima, exuberante, la culminación de una obra absolutamente épica. Un terremoto literario. Una novela arrolladora que abarca desde lo realista hasta lo fantasmagórico.
Historias de amor y de aventuras, reales y fantásticas, voluptuosas y crueles. Cărtărescu entrelaza lo histórico, lo legendario y lo filosófico con pasajes prodigiosamente hermosos para crear un universo que abarca desde la Creación hasta nuestros días y que va incluso más lejos: hasta el Juicio Final.
En 2024 se cumplen cien años de la muerte de Franz Kafka (1883-1924), posiblemente el escritor que con mayor genialidad retrató la angustia, la incertidumbre y el absurdo que la llegada del siglo XX produjo en las vidas de los habitantes de Europa, testigos (y víctimas) de la transformación vertiginosa del mundo que conocían. De ello dan testimonio sus tres novelas, ofrecidas aquí reunidas en un estuche de dos volúmenes: "El proceso" -obra emblemática de lo kafkiano que se inicia con el arresto de Josef K. por una acusación que nunca llegará a conocer-, "El castillo" -en la que el célebre agrimensor K. se enfrenta al laberinto burocrático del poder- y "El desaparecido" -titulada América por Max Brod, la que a juicio del propio Kafka fue su novela más luminosa-.