Una lúcida meditación, a través de un poeta y una ciudad, sobre el sentido de toda una época.A fines de 1935, cuando acaba de fallecer Fernando Pessoa, llega al puerto de Lisboa un barco inglés, Highland Brigade, en el que ha viajado, desde Brasil, Ricardo Reis, uno de los heterónimos del gran poeta portugués.
A lo largo de nueve meses cruciales en la historia de Europa, durante los que estalla la guerra de España y se produce la intervención italiana en Abisinia, asistiremos a la última etapa de la vida de Ricardo Reis, en diálogo con el espíritu de Fernando Pessoa que acude a visitarle desde el cementerio en los momentos más inesperados. Es la época de las plumas estilográficas, de las radios Pilot, de las Juventudes Hitlerianas, de los topolinos, en una Lisboa atlántica cuya atmósfera envolvente se convierte en el verdadero protagonista de esta fascinante experiencia narrativa.
A finales del siglo XIX, en las tierras paupérrimas del noreste del Brasil, el chispazo de las arengas del Consejero, personaje mesiánico y enigmático, prenderá la insurrección de los desheredados. En circunstancias extremas como aquellas, la consecución de la dignidad vital solo podrá venir de la exaltación religiosa -el convencimiento fanático de la elección divina de los marginados del mundo- y del quebranto radical de las reglas que rigen el mundo de los poderosos.
Así, grupos de miserables acudirán a la llamada de la revolución de Canudos, la ciudad donde se asentará esta comunidad de personajes que difícilmente desaparecerán de la imaginación del lector: el Beatito, el León de Natuba, María Quadrado... Frente a todos ellos, una trama político-militar se articula para detener con toda su fuerza el movimiento que amenaza con expandirse.
La Guerra del fin del mundo, primera novela que Mario Vargas Llosa situó fuera del Perú, es un relato exhaustivamente documentado, tanto a través de lecturas como de viajes sobre el terreno en el que tuvo lugar este acontecimiento histórico. Un libro fundamental en la historia literaria del siglo XX.
Poeta libanés de origen sirio, Adonis (seudónimo de Ali Ahmad Said Esber, 1930) es uno de los principales escritores actuales en lengua árabe. «Éste es mi nombre» es uno de los tres grandes poemas que conforman este libro al que da título. Lo acompañan «Prólogo a la historia de los Reyes de Taifas», a modo de obertura, y «Epitafio para Nueva York» como cierre. Todos ellos, aparte de excelentes piezas poéticas, son fiel reflejo del estilo torrencial y alejado del academicismo del poeta. Si «Éste es mi nombre», está marcado por el desastre de junio de 1967, cuando Israel invadió los territorios palestinos y parte de Egipto, Líbano y Siria, «Epitafio para Nueva York» (en el que se transparenta una detenida lectura de Poeta en Nueva York de García Lorca) establece una dinámica de opuestos al imperialismo estadounidense de los años 1970. Al Nueva York que lo simboliza se oponen los núcleos de resistencia de aquellos años: Palestina y Vietnam. El Estados Unidos de Whitman y Lincoln se opone al de Nixon. A las calles y distritos del poder económico (Wall Street, Quinta Avenida), se enfrentan los barrios marginales (Harlem, Greenwich Village), que el poeta convierte en depositarios y testigos del futuro.
En mitad de la noche en un barrio tranquilo de Minneapolis raptan a Luke Ellis, de doce años, tras haber asesinado a sus padres. Una operación que dura menos de dos minutos. Luke se despierta en la siniestra institución conocida como el Instituto, en un cuarto que se asemeja al suyo pero sin ventanas. En habitaciones parecidas hay más niños: Kalisha, Nick, George, Iris y Avery Dixon, entre otros, que comparten capacidades especiales como la telequinesia o la telepatía. Todos ellos se alojan en la Mitad Delantera de la institución. Los mayores, en cambio, se encuentran en la Mitad Trasera. Como dice Kalisha: «El que entra no sale».
La señora Sigsby, la directora, y el resto del personal se dedican a aprovecharse sin compasión del talento paranormal de los chicos. Si te portas bien te premian. Si no, el castigo es brutal. Luke se da cuenta de que las víctimas van desapareciendo y son trasladadas a la Mitad Trasera, así que se obsesiona con huir y pedir ayuda. Pero nunca nadie ha escapado del Instituto...
Deudora de Ojos de fuego y con un elenco de personajes juveniles (como en It y en Stand By Me) con los que podemos empatizar, El Instituto nos recuerda de inmediato al mejor King, incluso aunque trate temas tan oscuros como los que copan los titulares hoy en día y que nos hacen temer por nuestro futuro.
«No creo que la sociedad que he descrito en 1984 necesariamente llegue a ser una realidad, pero sí creo que puede llegar a existir algo parecido», escribía Orwell después de publicar su novela. Corría el año 1948, y la realidad se ha ...
La ética del samurái en el Japón moderno " es el ensayo que escribió Yukio Mishima sobre " Hagakure " , el clásico de la literatura samurái escrito en el siglo XVIII por Yamamoto Tsunetomo tras dejar las armas y convertirse en el monje budista Jocho. Traducido como «Oculto por las hojas», Hagakure es un conjunto de dictados sobre el samurái ideal, muy popular en Japón hasta la Segunda Guerra Mundial. Fue una de las obras que acompañaron a Mishima desde niño y que dio sentido a su vida, viendo en ella una vía de protesta contra la sociedad japonesa que olvidaba sus valores tradicionales.