Tras cuatro años de conflicto ininterrumpido, Felipe Neudorf, hijo bastardo del archiduque Luis Salvador de Austria —y uno de los oficiales más jóvenes del Imperio— vuelve a su Mallorca natal tras sobrevivir a la última contienda del frente italiano: la batalla de Vittorio Veneto.
En ella ha fallecido su padrino: Mateo de Babenburg, coronel del 9º Regimiento de Húsares y duque de Hallstatt. Un hombre de principios inquebrantables.
A su regreso, nada es como esperaba.
En la isla, el nombre de su padrino está maldito. En 1914, horas después de embarcar, fue acusado de asesinar brutalmente a Catalina Horrach. Tan bella como compleja, Catalina era la única hermana de un prominente empresario mallorquín y la prometida del conde de Algaida, un arrogante aristócrata arruinado.
En una Mallorca de principios del siglo XX —donde la tradición choca irremediablemente contra el progreso— Felipe tendrá que abrirse paso a través de la mentira, el desprecio y el silencio para descubrir la verdad. A veces con inteligencia y otras, las que más, recurriendo a una violencia que había jurado dejar atrás.
Esta novela ofrece una nueva entrega de las peripecias de Socorro, la periodista de sucesos protagonista de La mala víctima, la primera incursión en la narrativa de las autoras. La intriga tiene su epicentro en la finca manchega de sus protectoras, las millonarias e influyentes hermanas Lequerica, dueñas del periódico donde trabaja Socorro.
La joven tiene que volver a ese lugar para completar un reportaje sobre crímenes sin resolver: en los años noventa, muy cerca de la finca, fueron secuestradas y después asesinadas dos niñas, lo que provocó una marea de morbo alimentada por los medios de la época. Solo fue condenado por ese crimen un hombre, el tonto del pueblo, que se suicidó nada más salir de la cárcel. En el aire quedó la sospecha de que los verdaderos culpables consiguieron escapar.
Mientras Socorro avanza con sus pesquisas, las Lequerica organizan varias cacerías en la que se dan cita algunos de los más poderosos hombres de negocios del país. Durante toda la temporada, van sucediéndose hechos que arrojarán luz sobre aquel crimen del pasado y muchas sombras sobre el presente del periódico. De nuevo, el código ético de Socorro, las deudas pendientes con su pasado y su afán por descubrir la verdad entrarán en conflicto.
En el Panteón de los Marinos Ilustres de San Fernando ha aparecido el cuerpo de un joven soldado salvajemente mutilado. Una esvástica realizada con cortes aparece en el cadáver y el homicidio no tarda en acaparar la atención mediática cuando se filtra un dato aún más perturbador: el asesino dejó las tripas de la víctima a la vista, simulando con los intestinos un cordón umbilical.
Ezequiel Expósito, capellán castrense, inicia su propia investigación al tiempo que estrecha lazos con la madre del soldado, una venezolana llamada Natalia cuya vida ha estado sembrada de amarguras.
Este asesinato llevará a Ezequiel a descubrir la existencia de una misteriosa secta, pero también a redescubrir sus verdaderos orígenes y a una reflexión sobre lo que más le ha interesado en la vida además de Dios: el universo.
Obligada a un período de descanso forzoso, la comisaria Isabelle Bonnet, directora del grupo antiterrorista de París, regresa a Fragolin, un idílico pueblecito en el sur de Francia donde pasó su infancia. Situado en el interior de la Provenza y envuelto en campos de lavanda, Fragolin es un enclave tranquilo en el que nunca pasa nada, hasta que aparece el cadáver de una mujer en una villa, cuyo propietario, un joven inglés, ha desaparecido sin dejar rastro. La historia no llama mucho la atención de Isabelle: en su vida ha visto cosas mucho peores y está decidida a descansar. Pero a los pocos días, su superior le encomienda la investigación y le confía como ayudante a Jacobert Apollinaire, un torpe agente de la policía local cuya ocupación ha sido hasta el momento el archivo municipal y nunca ha participado en una investigación sobre el terreno. A pesar de todo, la pareja investigadora cambiará muy pronto de opinión: como comprobarán, el caso de la mujer asesinada y el inglés desaparecido no es, para nada, un simple crimen de provincias.
Emilia Ward, la escritora de las exitosas novelas de misterio protagonizadas por la policía Miranda Moody, vive feliz en un barrio acomodado de Londres con su marido y sus dos hijos, una adolescente de su primer matrimonio y un niño pequeño del segundo. Pero cuando Emilia está ultimando los detalles de su última novela, la vida da un giro inquietante: un incidente sacado directamente de la trama de uno de sus libros ocurre en la vida real. Una coincidencia inquietante, tal vez. Hasta que suceda una vez, y otra más.
Y, a continuación, alguien es asesinado siguiendo el mismo modus operandi que ella ha descrito en el manuscrito que está escribiendo, pero hay un problema: sólo lo ha leído su editora y sus más allegados.
¿Qué mente retorcida se oculta tras los hechos? ¿Y si Emilia y su familia son los siguientes?
Princesa, esto no es una carta para vos (¿que te puedo decir que ya no te haya dicho, de bueno y de malo?), sino que, como otras veces, utilizo tu imagen de interlocutor privilegiado para desarrollar mi monólogo de búsqueda, buscando precisamente que tu imagen me ayude a no salirme demasiado de la razón".
Entre 1987 y 1989, mientras Mario Levrero vivía en Buenos Aires, trabajando en revistas de crucigramas para conseguir el dinero suficiente que le permitiera comprar lo que más anhelaba: tiempo para dedicarse a escribir, inició un romance con Alicia Hoppe, quien había sido la mujer de un viejo amigo y, más tarde, su medica personal, que lo acompañó durante años en sus devenires psicosomáticos. En ese momento, ella residía en Colonia, y estas cartas son testimonio del inicio y crecimiento de ese amor adulto y, tambien, registro literario de las obsesiones, temores e ilusiones de un singular escritor, con un poder de observación y análisis extraordinario.