A finales del siglo XIX, en las tierras paupérrimas del noreste del Brasil, el chispazo de las arengas del Consejero, personaje mesiánico y enigmático, prenderá la insurrección de los desheredados. En circunstancias extremas como aquellas, la consecución de la dignidad vital solo podrá venir de la exaltación religiosa -el convencimiento fanático de la elección divina de los marginados del mundo- y del quebranto radical de las reglas que rigen el mundo de los poderosos.
Así, grupos de miserables acudirán a la llamada de la revolución de Canudos, la ciudad donde se asentará esta comunidad de personajes que difícilmente desaparecerán de la imaginación del lector: el Beatito, el León de Natuba, María Quadrado... Frente a todos ellos, una trama político-militar se articula para detener con toda su fuerza el movimiento que amenaza con expandirse.
La Guerra del fin del mundo, primera novela que Mario Vargas Llosa situó fuera del Perú, es un relato exhaustivamente documentado, tanto a través de lecturas como de viajes sobre el terreno en el que tuvo lugar este acontecimiento histórico. Un libro fundamental en la historia literaria del siglo XX.
Un hombre parado ante un semáforo en rojo se queda ciego súbitamente. Es el primer caso de una «ceguera blanca» que luego se propaga de manera fulminante. Internados en cuarentena o perdidos en la ciudad, los ciegos tendrán que enfrentarse a lo más primitivo de la naturaleza humana: la voluntad de sobrevivir a toda costa.
Con esas premisas, José Saramago traza una imagen aterradora y conmovedora de los tiempos de crisis. También, en el cruce de la literatura y la sabiduría, nos exhorta a los lectores a cerrar los ojos y ver más allá de las evidencias. Recuperar la lucidez y rescatar el afecto son dos propuestas fundamentales de una novela que es, además, una reflexión sobre la ética del amor y la solidaridad.
La novela describe un mundo en el que finalmente se han cumplido los peores vaticinios del capitalismo: triunfan los dioses del consumo y la comodidad, y el orbe se divide en diez zonas en apariencia seguras y estables. Sin embargo, se han sacrificado valores humanos esenciales, y los habitantes se crean in vitro con una tecnica concebida a imagen y semejanza de una cadena de montaje.
El detective de la policía de Chicago Sam Porter investiga el caso de un hombre atropellado, pues los indicios en la escena del crimen apuntan a que se trata de El Cuarto Mono, un asesino en serie que ha estado aterrorizando la ciudad. Su modus operandi consistía en enviar tres cajas blancas a los padres de las víctimas que secuestra y mata: una primera con una oreja, una segunda con los dos ojos, y otra con la lengua; y finalmente dejar abandonado el cuerpo sin vida en algún lugar.
El hombre atropellado llevaba una de esas cajas blancas. Se inicia así una frenética carrera contrarreloj para averiguar dónde se encuentra encerrada la próxima víctima.
Nacida en una familia católica y burguesa que no espera de ella sino que se convierta en una «joven formal», contra la que se irá rebelando a medida que madura, Simone de Beauvoir relata en Memorias de una joven formal su despertar al hábito de lectura y de escritura, la relación cercana con su familia y su entrañable amiga Zara, junto con la situación de Francia tras la Primera Guerra Mundial y los estragos que ésta provocó en su hogar y en su país. Con todo, poco a poco, la niña que fue Beauvoir nos cuenta quién fue, pero también, y sobre todo, la época en la que vivió, en sus aspectos sociales, culturales y políticos. Una pequeña joya autobiográfica, sin lugar a dudas. Beauvoir marcó un antes y un después en la literatura femenina y el feminismo en el siglo xx, y está considerada como una autora fundamental en este siglo.
Nacido en Alejandría, donde, salvo breves periodos, llevó una existencia tranquila y oscura como modesto funcionario hasta el día de su muerte, C. P. Cavafis (1863-1933) es sin duda uno de los hitos de la poesía contemporánea por la originalidad y universalidad de su escritura. Concebida con la intención de ofrecer al lector una imagen que responde fielmente a la personalidad intelectual y artística del poeta, la presente antología poética (nuevamente revisada para esta edición) reúne los 154 poemas "canónicos" (los "autorizados" expresamente por el poeta antes de su muerte) más otros once que constituyen una muestra muy reducida, pero altamente significativa, de la obra que no pasó esa personal criba.