Auric Goldfinger es, además de cruel y un gran delincuente, el hombre más rico de Inglaterra, aunque su riqueza no se puede encontrar en los bancos. Ha estado acumulando grandes reservas de oro, y eso ha atraído las sospechas de los superiores de 007, que de inmediato le encomiendan la tarea de descubrir qué planea hacer el hombre más rico del país con su riqueza y qué conexión tiene con SMERSCH.
Bond descubre así unos planes más grandiosos y mortíferos de lo que podían haber imaginado: un ingenioso plan de contrabando de oro, así como la Operación Grand Slam, un robo tan audaz que podría derribar la economía mundial. Pero para detener a Goldfinger, Bond tendrá primero que sobrevivir...
aquí enjaulado veo el cielo altísimo el aire fresco de la montaña la melodía de los pájaros más allá de los barrotes oigo los versos que me cantan y los canto enamorado toco cada palabra una por una quiero sentirles la textura el tono el engranaje las rimas consonantes los símiles las metáforas en el sonido de cada sílaba me va la vida lo presiento quiero quedarme para siempre a salvo enjaulado y a salvo aquí estoy yo don quijote de la mancha aferrándome a mi voz Fragmento de “Don Quijote enjaulado” Don Quijote a voces es un libro de poemas escritos a partir de algunos episodios y desde la mirada de distintos personajes clave en la obra de Cervantes, entre ellos tres mujeres (Dulcinea, Zoraida y Marcela); y también el propio Don Quijote, Sancho, Sansón Carrasco. El hilo conductor de este poemario es la voz, o mejor, las voces, pues en esa búsqueda está el eje principal de los poemas. Es un libro de creación poética a partir de la ficción: un homenaje, un diálogo, un juego, una apertura de los oídos para inventarles nuevos tonos a las voces, subirles el volumen en la poesía. Un intento de seguirles el rastro a algunos de los tantos momentos poéticamente detonantes de una narración inolvidable.
En el corazón repentino" reúne la obra poética de la trascendental filósofa Simone Weil, donde pone en duda la actitud de la sociedad. Son poemas difíciles, aunque muy plásticos, abstractos pero impresionistas, de vaivén entre las alturas espirituales y los descensos a los infiernos mecanizados del mundo obrero y la lucha de clases. Edición bilingüe traducida por Adolfo García Ortega.
La revolución está en el aire
1792. Un gobierno despótico está decidido a convertir Inglaterra en un poderoso imperio comercial. Y, desde el otro lado del mar, suenan tambores de guerra mientras Napoleón Bonaparte comienza su ascenso al poder y prepara un violento plan para convertirse en emperador del mundo.
Kingsbridge se asoma al abismo
Los nuevos avances industriales se imponen de manera implacable, sacudiendo las vidas de los trabajadores de las prósperas fábricas textiles de Kingsbridge. Las máquinas abren un mundo de oportunidades ligado, sin embargo, a la crueldad más despiadada.
Una nueva tiranía surge en el horizonte
Y a medida que el estallido de un conflicto parece cada vez más cerca, la historia de un pequeño grupo de personas -la decidida hilandera Sal Clitheroe, el idealista David Shoveller y Kit, el brillante hijo de Sal- se convertirá en el símbolo de la lucha de toda una generación que desea progresar y pelea por un futuro sin opresión...
En su isla natal sobre un océano verde esmeralda, la única vida que Trenza conoce es sencilla, marcada por el placer de coleccionar las tazas que traen los marineros de tierras lejanas y escuchar las historias que le cuenta su amigo Charlie. Pero cuando el padre de Charlie se lo lleva en barco para buscarle esposa y sucede una catástrofe, Trenza deberá colarse como polizona en un barco y partir en busca de la hechicera que habita en el mortífero mar de Medianoche. Sobre unos océanos de esporas repletos de piratas, ¿podrá Trenza abandonar su tranquila vida y crearse un lugar en un océano donde una sola gota puede significar la muerte instantánea?
«Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía había de recordar aquella tarde remota en que su padre lo llevó a conocer el hielo. Macondo era entonces una aldea de veinte casas de barro y cañabrava construidas a la orilla de un río de aguas diáfanas que se precipitaban por un lecho de piedras pulidas, blancas y enormes como huevos prehistóricos. El mundo era tan reciente, que muchas cosas carecían de nombre, y para mencionarlas había que señalarlas con el dedo».
Con estas palabras empieza la novela ya legendaria en los anales de la literatura universal, una de las aventuras literarias más fascinantes de nuestro siglo. Millones de ejemplares de Cien años de soledad leídos en todas las lenguas y el Premio Nobel de Literatura coronando una obra que se había abierto paso «boca a boca» -como gusta decir al escritor- son la más palpable demostración de que la aventura fabulosa de la familia Buendía-Iguarán, con sus milagros, fantasías, obsesiones, tragedias, incestos, adulterios, rebeldías, descubrimientos y condenas, representaba al mismo tiempo el mito y la historia, la tragedia y el amor del mundo entero.