Tras su precipitado matrimonio con Octave de Fonneuve, Aldara, refugiada de la Guerra Civil, llega al Domaine de Clair de Lune, una imponente bodega de Borgoña. Cuando estalla la guerra en Francia, su marido cae prisionero y la deja sola frente a los recelos de su suegro, el acoso de su cuñado y la ocupación alemana. Con todo en contra, su amor y su lealtad hacia Octave la llevarán a tomar las riendas de un negocio amenazado por la rapiña nazi. Sin embargo, su determinación será puesta a prueba cuando aparezcan dos hombres: un teniente alemán, que se aloja en la mansión, y un piloto aliado caído, al que esconde de la Gestapo.
Implicada en la Resistencia francesa, atrapada por las intrigas y los secretos de su familia política y perseguida por los fantasmas de su pasado, Aldara se ve obligada a sobrevivir a uno de los momentos más difíciles y apasionantes de la historia.
Él no cree en los finales felices
Lo primero que hay que saber sobre Zac Anderson es que, para él, el amor es la peor enfermedad que existe. Lo segundo es que es un ligón empedernido que nunca se enamora y a cuya sonrisa encantadora solo se ha resistido una mujer. Y lo tercero, que es médico y está a punto de mudarse a Manhattan.
Ella vive por los «sí, quiero» de las historias de amor
Grace Harris acaba de ascender a editora jefa y desde el primer día las catástrofes se suceden en el trabajo de sus sueños. Cuando menos se lo espera, la solución al incendio editorial que debe apagar se materializa en Zac Anderson. Él estará dispuesto a ayudarla si ella le acompaña a llevar su coche desde California a Nueva York. Grace siempre ha querido vivir una comedia romántica, pero sabe que el creído de Zac nunca sería el protagonista de la suya. Por eso acepta el trato.
En el mundo frío y sin escrúpulos de la mafia, ¿tiene cabida el amor?
«Whisky y pasión. Noches sin dormir. Piel tatuada, camiseta blanca y manos ásperas. Amor, lujuria y felicidad. Él lo era todo.»
Elena es una romántica, conocida por dulce carácter, en un entorno que es muchas cosas, menos sencillo. Ha sido la hija predilecta, la niña bonita en familia de la mafia, hasta ahora. A Nicolas Russo su fama le precede. Tan atractivo como peligroso, es el futuro cuñado de Elena, pero todo cambiara cuando sus miradas se crucen por primera vez.
Él representa todo lo que Elena odia, pero también aquello que más anhela, siempre cerca, diciéndole lo que ha de hacer, despertando sentimientos y sensaciones hasta ahora desconocidos para ella. Pero todo el mundo sabe que, aun en un mundo ideal, nadie se enamora de un hombre así, ¿verdad?
En Mortal y rosa, sobrecogedora y tierna elegía de la infancia, Francisco Umbral evoca la muerte de su hijo. Desde la inhóspita revelación de la pérdida, el escritor construye un largo monólogo en que la muerte actúa como coartada maravillosa que convierte su pesadilla humana en una fuerza catártica y liberadora. Francisco Umbral procura el reencuentro en la evocación, y cada sensación es un continuo superar la existencia inerte, cada objeto, una excusa para la reflexión: «sillas de paja infantil, graves mecedoras, caballos de crin celeste me preguntan por ti, se preguntan por ti». Con «esta corporeidad mortal y rosa / donde el amor inventa su infinito» —verso de Pedro Salinas que preludia el texto—, el escritor aborda una cantata de belleza y originalidad máximas, que desborda todos los rencores, porque, como señala en una frase que bien pudiera glosar la obra, «el hijo es un relámpago de futuro que nos deslumbra. Por él, por mi hijo, he visto más allá, más adentro, y más lejos, y quizás, ay, eso basta».
Cuando vuelve de hacer compra, la criada Félicie descubre que han asesinado a su empleador, el jubilado Jules Lapie. Llamado a investigar, el comisario Maigret no tarda en darse cuenta de que esa joven poco agraciada sabe más de lo que dice, pero también de que su carácter soñador la hace proyectar en la realidad anhelos y fantasías románticas.
¿Cómo conseguir que confíe en él? ¿Y a quién protege con su silencio? Pocas veces un testigo ha causado tantos problemas al famoso comisario.
Un hombre ha sido condenado a muerte por asesinar a una viuda adinerada y a su criada. Sin embargo, el comisario Maigret no cree en su culpabilidad y, sin que nadie lo sepa, orquesta su fuga de la cárcel para descubrir al verdadero asesino.
Mientras sigue sus pasos por París, Maigret entra en contacto con un ambiente de riqueza y decadencia, al tiempo que se enfrenta a un hombre al menos tan inteligente como él, que ha movido los hilos de una trama oculta y cree poder burlar los mandatos de la ley.
Críticas:«Uno de los escritores más importantes de nuestro siglo.»Gabriel García Márquez
«Un escritor excepcional, como todo el mundo sabe. En realidad es único y no me refiero sólo a nuestra época, sino a cualquier época.»Henry Miller