Un laberinto bajo la ciudad de Londres, una estudiante desaparecida y una joven en busca de un antiguo secreto.
Londres, 1900. Tras la muerte de sus padres, Matilda Gray prometió convertirse en una mujer fuerte e independiente y por fin ha logrado su sueño de ser profesora en una escuela exclusivamente femenina, el prestigioso Riverview College. Cuando su estudiante favorita, Laura, deja de acudir a clase, Matilda presiente que la muchacha está en peligro. Su desaparición fue demasiado repentina y las excusas de su tutor legal demasiado endebles. Un mensaje escondido en una postal llegada de Italia pone a Matilda sobre la pista de la chica. Su investigación la conduce hasta el historiador Stephen Fleming y, junto a él, a un antiguo secreto oculto en los más recónditos rincones de la ciudad.
Este es un libro sobre el ayer perdido vuelto a recuperar con las palabras. La nostalgia de la patria lejana divisada en las brumas de la memoria. Los pasos extranjeros del muchacho nicaragüense que escribe, ensayando su destierro desde niño. Y los pasos perdidos de los exiliados en las calles y plazas ajenas, cargando con su miseria y sus penas. Nómadas, inmigrantes ilegales. Nadies. Expatriados, desterrados, la garra de la lejanía clavada en el corazón. La lenta prisa del que camina en dirección opuesta. La búsqueda sin fin de la identidad perdida, las huellas dactilares borradas de las manos de la madre por la lejía. La carga de los recuerdos que no alivia sino la escritura cuando se toca fondo. ¿Cómo nombrar lo que no tiene nombre? De esta manera, con la poesía, tocando fondo.
En Macondo transcurre la historia de un entierro imposible. Ha muerto un personaje extraño, un antiguo médico odiado por el pueblo, y un viejo coronel retirado, para cumplir una promesa, se ha empeñado en enterrarle ante la oposición de todo el pueblo y sus autoridades. Como en una tragedia griega -el libro lleva como lema una cita de Antígona que recuerda la prohibición de enterrar el cuerpo del Polinices-, el viejo coronel, su hija y su nieto van a cumplir la ominosa tarea. La acción, compuesta por la descripción de los preparativos para el entierro -una media hora- y los recuerdos de un cuarto de siglo de la historia de Macondo, de 1905 a 1928, se narra a través de los pensamientos de estos tres personajes.
«De pronto como si un remolino hubiera echado raíces en el centro del pueblo, llegó la compañía bananera perseguida por la hojarasca. Era una hojarasca revuelta, alborotada, formada por los desperdicios humanos y materiales de los otros pueblos: rastrojos de una guerra civil que cada vez parecía más remota e inverosímil. La hojarasca era implacable.»
En Barcelona, una prostituta que va entrando en la vejez entrena a su perro para llorar ante la tumba que ha escogido para sí misma. En Viena, una mujer se vale de su don de ver el futuro para convertirse en la adivina de una familia rica. En Ginebra, el conductor de una ambulancia y su esposa acogen al abandonado y aparentemente moribundo ex presidente de un país caribeño, solo para descubrir que sus ambiciones políticas siguen intactas. En estos doce relatos magistrales acerca de las vidas de latinoamericanos en Europa, García Márquez transmite la melancolía, tenacidad, pena y ambición que forma la experiencia del emigrante.
El 26 de octubre de 1949 el reportero Gabriel García Márquez fue enviado al antiguo convento de Santa Clara, que iba a ser demolido para edificar sobre él un hotel de cinco estrellas, a presenciar el vaciado de las criptas funerarias y a cubrir la noticia. Se exhumaron los restos de un virrey del Perú y su amante secreta, un obispo, varias abadesas, un bachiller de artes y una marquesa. Pero la sorpresa saltó al destapar la tercera hornacina del altar mayor: se desparramó una cabellera de color cobre, de veintidós metros y once centímetros de largo, perteneciente a una niña. En la lápida a penas se leía el hombre: Sierva María de Todos los Ángeles.
«Mi abuela me contaba de niño la leyenda de una marquesita de doce años cuya cabellera le arrastraba como una cola de novia, que había muerto del mal de rabia por el mordisco de un perro, y era venerada en los pueblos del Caribe por sus muchos milagros. La idea de que esa tumba pudiera ser la suya fue mi noticia de aquel día, y el origen de este libro.»
Una mujer poco convencional
Cuando la joven Victoria regresa a Madrid después de unos años en Viena, se enfrenta a la encorsetada vida social de las mujeres de la alta burguesía española. La época en que frecuentaba los salones literarios vieneses y cultivaba su afición por la escritura parece haberse quedado atrás, pero ella no está dispuesta a resignarse.
Una pasión por la que alzar la voz
Mientras tanto, en la zona más popular de la capital, Diego trabaja en la imprenta familiar al tiempo que lucha por abrirse un hueco como reportero. Son años efervescentes para el periodismo, en los que los artículos de El Imparcial, El Liberal y La Correspondencia son comentados por todos los madrileños. Será precisamente en uno de estos diarios donde los destinos de Victoria y Diego se crucen por primera vez.
Un homenaje a las primeras periodistas
Tras el éxito de Un destino propio, María Montesinos continúa en Una pasión escrita su trilogía sobre las primeras mujeres que, en los albores del siglo XX, se atrevieron a luchar para poder ejercer su profesión. Inspirada en las historias reales de tantas periodistas obligadas a ocultarse bajo un pseudónimo masculino para conseguir pu blicar, esta novela recrea una época histórica fascinante y nos invita a vivir una emocionante historia de amor.