Colin Laney, la persona más sensible del mundo a los patrones de información, vive en la actualidad en una caja de cartón en Tokio. Mientras el cuerpo le tiembla a causa de sueños febriles, su mente viaja libre como siempre, y sabe que algo está a punto de ocurrir. No en Tokio, y no será algo que él llegue a ver. Algo está a punto de ocurrir en San Francisco.
La neblina hace que sea más fácil ocultarlo, si eso es lo que se quiere, y la realidad de aquel lugar parece tambalearse incluso en sus mejores momentos.
Un hombre misterioso avanza con elegancia a través de esa neblina y deja cadáveres a su paso, tantos que una acumulación de ausencias hace que Laney sienta su presencia. Un chico llamado Silencio no habla, pero sí que revisa a toda velocidad páginas web de información cibernética en busca de un objeto con el que se ha obsesionado. Y Rei Toei, la idoru japonesa, continúa su análisis de todo lo humano. Ella no es humana, al menos no a la manera tradicional, pero intenta conseguirlo. Y, en la neblina de San Francisco, en aquel momento tan extraño de la historia, quién puede afirmar lo que es posible y lo que no…
Un cuarto cerrado. Un cadáver. El secreto que se llevó a la tumba.
Cuando encuentran al agente retirado Finlay Shaw muerto en una habitación cerrada, todos piensan que se trata de un suicidio. Pero el detective William Fawkes, alias Wolf, no está tan seguro, pues sabe que Shaw nunca habría dejado a su mujer Maggie, su compañera de vida.
Fawkes, que se ha entregado a la policía para saldar algunas cuentas pendientes con la justicia, consigue un permiso especial para hacerse cargo de la investigación del que fuera su mentor. Pero, ¿era Shaw tan intachable como aparentaba? ¿O puede que hubiera algo en su vida que jamás le contó a nadie?
Wolf se sumerge en el caso con la ayuda de la detective Emily Baxter y sus colaboradores habituales, pero su regreso no es bien recibido por todos. A medida que rebusca más y más en el pasado de Shaw, el policía saca a la luz un entramado de corrupción que pone en juego su vida y la de quienes le rodean.
Una nueva dimensión de terror y misterio.
En algún punto entre la vida y la muerte… flota la verdad.
Cuando Dan Collins despierta y descubre que su vida pende de un hilo, se ve obligado a valerse de su proyección astral para descubrir quién intentó asesinarle.
¿Quién es la bella mística que intenta ayudarle? ¿Por qué quiere August Fryne el alma de Dan y qué tiene que ver este con un demonio que parece ser Dorian Gray? Una historia de suspense detectivesco extraño y ocultista que trata de la vida, de la muerte… y de todo lo que hay entremedio.
Una historia de detectives sobrenatural.
Dos agentes del Servicio Secreto, uno muy sensato y otro con métodos más modernos, investigan una caja misteriosa conocida como «caja del miedo» y que ha aparecido a lo largo de la historia en diferentes desastres y tragedias. Aquel que consiga esta caja ha de pasársela a otro en cuestión de tres días o sufrirá unas consecuencias… letales.
Los agentes tendrán que dar con esta «caja del miedo» al tiempo que se mantienen un paso por delante de una secta psicótica y de las fuerzas sobrenaturales que hay detrás de ella.
Diez personas que no se han visto nunca son invitadas por un huésped desconocido a pasar unos días de vacaciones en una lujosa mansión, situada en una isla de la costa inglesa. Durante la cena, una misteriosa grabación desvelará que cada uno de los presentes tiene algo que esconder y un crimen por el que pagar.
Cuando el cuerpo de uno de los invitados aparezca con signos de haber sido asesinado, la tensión estallará: el asesino está entre ellos, preparándose para actuar de nuevo, y solo una vieja canción infantil parece encerrar el misterio de la creciente pesadilla.
Un niño, que vive con sus abuelos en la estación de ferrocarril del Paradero de Camarones, se mantiene atento a todo lo que ocurre en ese pequeño pueblo de la región central de Cuba. Movido por el asombro y la curiosidad, sigue con una mirada cinematográfica situaciones del presente y evocaciones del pasado.
Entre los personajes hay dos, el Ruso y Basilia, que fascinan al niño y trastocan la cotidianidad del lugar. Todo sucede durante los doce meses de 1978. Lo que dejan o se llevan los trenes y la creciente opresión, en un país que está a dos años de la crisis del Mariel, son el telón de fondo.
En Atlántida no hay línea divisoria entre el testimonio y la ficción. Aunque la mayoría de los personajes y los hechos que aparecen en la novela son reales, siempre quedan expuestos a la imaginación del niño. De no ser por eso, pudiera considerarse un libro de memorias.