En el centenario del nacimiento de Flannery O'Connor, reunimos este conjunto de relatos de la gran autora del sur norteamericano. La maestría de O'Connor para retratar la condición humana es excepcional; sus personajes buscan desesperadamente un sentido para sus vidas; sus desventuras desembocan en un encuentro con lo divino; están al límite de la locura o al final de la cordura, y en esa cuerda floja, la posibilidad de la redención emerge en un mundo que quizá haya olvidado su propósito. No hay un solo relato que no despierte una inquietud en el lector, que no lo haga pensar en la naturaleza del bien y del mal. Esta edición incluye un epílogo de lujo: un coloquio entre Guadalupe Arbona y José Jiménez Lozano, Premio Cervantes de 2002, que promete revelaciones que el lector solo podrá comprender plenamente después de sumergirse en el universo único de O'Connor.
¿Cuántas vidas se necesitan para sobrevivir a las turbulencias de las guerras de Corea?
A sus casi cien años, Mook Miran pensaba que se llevaría sus secretos a la tumba, pero, en lugar de eso, una empleada de la residencia de ancianos le ofrece la oportunidad de contar su vida y hacer así las paces con su pasado. Bajo la mirada atónita de quien ella llama "su biógrafa", la señora Mook habla del hambre y las penurias que padeció al nacer en una Corea ocupada por el ejército japonés; de las tragedias que afrontó durante la Segunda Guerra Mundial; de las terribles elecciones que soportó para capear unos años densos e implacables; de las personas a las que engañó y a las que mató. Poco a poco, de sus historias emerge la figura de una mujer enigmática y camaleónica, capaz de adaptarse a cualquier situación, de luchar con ferocidad y de amar con la seguridad de quien teme más al arrepentimiento que a la muerte.
La fascinante historia de dos hermanas cuyas vidas se ven transformadas por la aparición de una enigmática criatura del bosque.
Sam y Elena sueñan con una vida diferente, muy lejos de la idílica isla de San Juan en la que nacieron y en la que las dos hermanas no hacen más que trabajar para sacar adelante a su madre enferma. Sam sirve cafés en el ferry que lleva a los ricos del continente a sus casas de vacaciones mientras Elena es camarera en el club de golf local, y ni siquiera juntas ganan lo suficiente para mantener a la familia a flote. Hasta que un día se produce la más insólita aparición: un enorme oso empieza a rondar la casa familiar. Sam, asustada, está más convencida que nunca de que es hora de abandonar la isla. Pero Elena reacciona de manera muy distinta ante la imponente fiera: fascinada por su presencia, empieza a cuestionar sus antiguos sueños de huida, algo que aterra a Sam mucho más de lo que cualquier bestia fabulosa pueda hacerlo. Tras el éxito de su primera novela, La desaparición, Julia Phillips, una de las autoras jóvenes más celebradas de la literatura estadounidense en los últimos años, retorna con Oso, una fábula moderna que nos habla de fraternidad, desigualdad social y de la enigmática relación que mantenemos con la naturaleza. Una obra cautivadora e imaginativa sobre los delicados lazos que unen a las hermanas, el misterio de los afectos y las obsesiones que nos atrapan hasta dominarnos.
Empieza la nueva temporada del concurso más visto de la galaxia: Planeta mazmorrero. En el tercer piso, Carl y la Princesa Dónut deberán esforzarse más que nunca. Ya han demostrado que un veterano de la Guardia Costera y una integrante de la realeza felina pueden formar un equipo casi imparable. Y aunque tienen una audiencia bestial, los espectadores son insaciables y la mazmorra es cada vez más peligrosa. Tendrán que darlo todo si quieren sobrevivir a esa picadora de carne diseñada para destrozar y luego escupir a los mazmorreros.
Un circo de muertos vivientes deambula por las ruinas de la Ciudad Epígea, una próspera metrópolis que fue devastada por una misteriosa desgracia. Mujeres asesinadas caen del cielo. Un antiguo conjuro está a punto de desvelar su aciago propósito.
¿Podrán Carl y la Princesa Dónut resolver el misterio a tiempo?
Un retrato feroz de la adolescencia en el Harlem de los años treinta, una honda reflexión sobre el racismo y el papel de doble filo de la religión.
Un sábado de marzo de 1935, John Grimes, hijo de un autoritario predicador pentecostal de Harlem, cumple catorce años. Esa noche, en la iglesia, entre los cantos y el fervor de los fieles, John se encuentra ante una encrucijada: anhela un destino diferente al que su familia y su comunidad le tienen reservado, el de seguir los pasos de su padre. Pero cuando uno forma parte de un grupo social discriminado, la libertad de elegir puede no estar en tus manos. O puede condenarte a una segregación aún más profunda frente a aquellos a quienes amas. Esa misma noche, John es sacudido por la epifanía que lo enfrentará a la rebeldía y la sumisión, a la lujuria y la inocencia, al odio y la compasión. Un éxtasis que acabará por revelar la ambivalencia en la que su verdadero yo habita. «Si alguna vez hubo un libro que yo tenía que escribir, fue este», dijo James Baldwin de Ve y dilo en la montaña, la novela que en 1953 reveló por primera vez al mundo el genio y la furia del autor afroamericano. Pocos años más tarde, ya era considerada un clásico de la literatura estadounidense. Con su simbolismo oscuro y profético, esta singular novela de iniciación se inspira en la adolescencia del propio autor para componer un relato febril en el que la lucha por la individualidad queda entretejida con la historia de un pueblo marcado por el racismo y el poder represivo de la religión.
Destrozada por la muerte de su madre y, al mismo tiempo, desconcertada y «más que un poco avergonzada» por la intensidad de su reacción, Arundhati Roy comenzó a escribir estas memorias en un intento de comprender sus sentimientos hacia la madre de la que huyó a los dieciocho años, «no porque no la amara, sino para poder seguir amándola».
Así empieza esta historia asombrosa, el libro que Roy lleva «escribiendo toda la vida», un texto radicalmente honesto, divertido y profundamente conmovedor. Con la amplitud, el alcance y la profundidad de novelas tan icónicas como El dios de las pequeñas cosas, este libro es un canto a la libertad y un homenaje al amor espinoso, un último abrazo entre madre e hija.